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Por Carlos Noriega Desde Lima La situación se tensa hora tras hora en el Perú desde que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) -.controlado por el gobierno de Alberto Fujimori� negara el pasado jueves los pedidos de postergar las elecciones de mañana domingo. Las protestas han sido las más violentas en toda la década fujimorista. Y ya han comenzado a sentirse las señales del aislamiento internacional que amenaza al Perú. La OEA ha descalificado definitivamente las elecciones de mañana y el presidente de Estados Unidos, los países de la Unión Europea y embajadores latinoamericanos acreditados en Lima se sumaron a las críticas al gobierno peruano por no postergar los comicios. Organizaciones locales, como el grupo de observación electoral Transparencia, el Foro Democrático y todos los partidos políticos, también desconocen la legitimidad de las elecciones. Mientras el cerco del aislamiento se cerraba sobre su gobierno, el presidente Fujimori continuó todo el día recluido en el Palacio de Gobierno, de donde no sale desde hace cuatro días. Por su parte, Alejandro Toledo pasó el día en reuniones con sus más cercanos colaboradores y con líderes de los diversos partidos políticos. El jefe de la misión de observadores de la OEA, el ex canciller de Guatemala, Eduardo Stein, abandonó Lima repentinamente al mediodía de ayer para viajar a su país. Antes de irse Stein dejó un comunicado en el que se señala que el proceso electoral que culmina mañana �está lejos de ser considerado como libre y justo� y redujo las labores de su misión a la recepción de denuncias. Después de emitir un duro pronunciamiento el pasado lunes, el diplomático guatemalteco había aceptado dar un paso atrás y participar en el simulacro de votación del último miércoles y emitir un comunicado bastante condescendiente con las autoridades electorales, en el entendimiento de que como contrapartida el gobierno tomaría la decisión de postergar las elecciones. Stein cumplió con su parte, pero el gobierno peruano no hizo lo mismo. Engañado, el ex canciller de Guatemala se marchó sin hacer declaraciones. El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, declaró que �sin elecciones libres nuestras relaciones (con Perú) se verán afectadas�. La Unión Europea y los embajadores de varios países latinoamericanos, como los de Colombia y Costa Rica, se sumaron a las críticas al gobierno por no postergar las elecciones. La nota discordante la volvió a dar el embajador de Brasil, José Viegas Filho, quien dijo que su país �no se deja llevar por coyunturas electorales, las relaciones con el Perú son normales�. Las fuerzas democráticas recibieron con gran satisfacción un comunicado de la Unión Cívica Radical de Argentina en el que se denuncia �la vocación autoritaria� de Fujimori y se rechaza �sus (de Fujimori) inescrupulosos intentos para perpetuarse en el poder�. Toledo no ha ocultado su satisfacción por la conducta del gobierno argentino y en particular del ex presidente Raúl Alfonsín en la actual crisis peruana. Precisamente ayer, Toledo se reunió con César Rodríguez Rabanal, presidente del Foro Democrático, quien le informó sobre los resultados de su reciente viaje a la Argentina, como su enviado especial, donde se reunió con los principales dirigentes de la Unión Cívica Radical, del Frepaso y del peronismo, entre ellos Alfonsín. Para el domingo se esperan acciones de protesta en las calles. Los ánimos están calientes y la violencia es una amenaza muy real. Las fuerzas armadas han anunciado que tomarán el control de todas las ciudades del país. Después de triunfar en la parodia de elecciones con candidato único de mañana domingo, a Fujimori le esperan las presiones externas y lasprotestas internas. En los círculos cercanos a Toledo se confía en que la combinación de ambos factores hará insostenible al tercer gobierno de Fujimori. Uno de los allegados a Toledo le confío a Página/12 que cinco o seis meses es el tiempo máximo que ellos estiman pueda resistir tal acoso el próximo gobierno de Fujimori. En las filas del toledismo se están diseñando las estrategias a seguir a partir del domingo. Un endurecimiento del régimen cívico-militar fujimorista y el consiguiente incremento de la represión son variables que se están tomando en cuenta con mucha seriedad. Pero la decisión de llevar la lucha adelante está tomada. Lo ocurrido con el periodista Fabián Salazar es una siniestra muestra del nivel al que está dispuesto a llegar el gobierno de Fujimori para perpetuarse en el poder. Salazar fue brutalmente torturado, le serrucharon un brazo con una sierra de mano, para quitarle unos videos que ponían en evidencia la estrecha relación entre algunos magistrados electorales y Vladimiro Montesinos, asesor de Fujimori y jefe de facto del Servicio de Inteligencia Nacional. Luego intentaron quemarlo vivo. Se salvó de milagro. Ayer, increíblemente, el ministro del Interior, general César Saucedo, dijo que no se podía hablar de torturas en ese caso.
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