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 Un par de taquitos con su distinción, un pase gol con el revés del pie izquierdo, unos cuantos pelotazos con su reconocida calidad y una ovación del público alemán, que obligó a la detención del partido durante más de dos minutos, fueron los puntos más salientes de la aparición de Diego Maradona en el partido despedida de Lothar Matthaeus del Bayern Munich. Luego de más de cuatro meses de tratamiento en Cuba para recuperarse de su adicción a las drogas, Diego volvió para jugar casi 45 minutos antes de abandonar la cancha, y si bien dio evidentes ventajas físicas, también dejó en claro que su técnica sigue siendo inigualable. Las 47 mil personas que presenciaron el homenaje aplaudieron de pie al astro argentino en el momento en que dejó el terreno de juego y cuando se estrechó en un abrazo con Matthaeus al final del encuentro. Vestido con la camiseta número 10 del Bayern Munich y con la infaltable cinta de capitán, a lo largo de la jornada se vio a un Maradona distendido y feliz, dispuesto a mostrar su clase a pesar de los kilos de más, algo que logró largamente en los minutos que jugó. Después, cuando el primer tiempo finalizaba, el técnico del Bayern, Ottmar Hitzfeld, decidió el cambio para que Maradona recibiera una merecida ovación, la cual no se hizo esperar. Fueron un par de minutos, en los cuales, luego de abrazarse con Matthaeus, debió levantar los brazos para saludar a los cuatro costados de la cancha. Fuera del terreno lo esperaban su hija Gianinna y su amigo y representante Guillermo Coppola, con quienes se abrazó largamente, antes de meterse en el túnel. Enfundado en una remera negra y un traje celeste, Maradona vio el segundo tiempo desde la platea, donde no tuvo tanta tranquilidad, porque la gente se acercó constantemente para pedirle algún autógrafo. �Lo que me dio bronca es que no pude patear una pelota al arco. Le dije a Matthaeus si había comprado a los árbitros, porque al pelado (Carsten Janker) que jugaba al lado mío no le cobraban un foul como para que yo pudiera patear un tiro libre�, bromeó Diego. Matthaeus se mostró muy satisfecho por la presencia de Maradona en su partido despedida, aunque admitió que sufrió bastante porque el ex capitán de la Selección Argentina recién salió de su hotel cuarenta minutos antes del inicio del encuentro. Igualmente contó que se encuentra muy contento por la evolución que registra Maradona. �Creo que para Diego fue importante mostrar que está en el buen camino y creo que superará todos sus problemas. Sé que necesita apoyo, y con el mío puede seguir contando enteramente�, aseguró el alemán. Diego no desaprovechó la ocasión para referirse al triunfo de Boca sobre River por la Copa Libertadores. �Boca me da alegría a mi corazón como nunca. El otro día fue algo maravilloso, mi hija... la Dalma llegó disfónica del palco, y me agradecía haberla hecho hincha de Boca. Estoy esperando que Boca me siga dando cosas. Ya estoy hecho. Sacarlo a River de la Copa me parece que es un sueño de todo boquense�, señaló Diego, que además criticó a los jugadores de River por la euforia excesiva tras el segundo partido. �Hay que tener mucho más respeto. A mí, como hincha de Boca, me cayó mal que ellos creyeran que la victoria del primer partido les aseguraba el paso a la siguiente fase�, remarcó Maradona.
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