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Entrevista a la mexicana Diana Taylor, investigadora teatral 
�La performance es un reclamo contra la exclusión�

Estudiosa de las relaciones entre performance y política, Taylor considera que al hecho teatral hay que entenderlo como �un elemento vital en la transmisión de memoria, identidad y conocimiento�. La mexicana expondrá hoy en el Rojas.


Por Silvina Friera
t.gif (862 bytes) �La performance hay que entenderla como un elemento vital de transmisión de memoria, identidad y conocimiento. Las Madres de Plaza de Mayo se metieron donde todo estaba prohibido y encontraron una forma de manifestar y de exigir justicia�, explica a Página/12 la mexicana Diana Taylor, directora del Instituto Hemisférico de Performance y Política, de la Universidad de Nueva York. Entre sus investigaciones teatrales más importantes se destacan En busca de una imagen. Ensayos críticos sobre Griselda Gambaro y José Triana y Theatre of Crisis. Drama and Politics in Latin America. Llegó a la Argentina como parte del jurado del primer concurso internacional para traducción de obras teatrales argentinas al inglés, organizado por Argentores. �El espectáculo de la memoria: trauma, performance y política�, es el nombre de la conferencia pública que dará hoy en el Centro Cultural Ricardo Rojas, con entrada libre y gratuita, dentro del ciclo �Las marcas de la cultura� (ver aparte).
�¿Qué temas desarrollará en esta conferencia?
�El cuerpo y los actos corporales como transmisores de memoria. Voy a hablar de lo que yo llamo el ADN de las performances. Pienso cómo el ADN es utilizado por las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, también por los hijos, para establecer una línea genética, que creó una historia muy fuerte en este país de generaciones de traumas y activismo alrededor de eso. Lo mismo pasa con las performances: transmiten una memoria colectiva, un sentido de identidad. Pueden ser usadas por otras personas. Hay gente que no pertenece a esos grupos, pero usa estrategias similares porque es parte de una línea simbólica, que existe en la Argentina. 
�A esta altura, una cuestión de identidad...
Si uno lleva esos símbolos a otros países, no significan nada. La performance hay que entenderla como un elemento vital en la transmisión de memoria, identidad y conocimiento. También voy a mostrar las fotografías de Julio Pantoja, como forma de intervención política. Son una serie de fotos de hijos de desaparecidos en Tucumán. El no pertenece a ninguna de las organizaciones y no es familiar. Sin embargo, hizo las fotos como protesta política, cuando Domingo Bussi asumió como gobernador. En las fotos, la forma de mirar o de sentarse de los hijos es parecida a la que tenían los padres a la edad de ellos. Se adoptó un modo de representación que se asocia con la desaparición. Las Madres insistieron mucho y atrajeron la atención mundial hacia lo que estaba pasando en la Argentina. Cuando los hijos se metieron en la sala donde estaba Alfredo Astiz, no necesitaron pedir permiso. Las Madres se metieron donde todo estaba prohibido y encontraron una forma de manifestar y de exigir justicia.
�En el contexto de las performances, ¿la memoria representa un reclamo por un espacio de amparo frente a un mundo cada vez más heterogéneo?
Sí. La performance art es también un reclamo contra todas las presiones económicas, las exclusiones. Hay gente que no tiene derecho a espacio, que no puede tener un teatro, no tiene dinero para que se publiquen las obras, entonces quedan excluidos. Las performances se pueden hacer individualmente porque su instrumento es el cuerpo. Trabajar sin recursos se convierte en un instrumento para crear otro tipo de espacio. 
�¿Cuál sería la responsabilidad del teatro en Latinoamérica?
No hay un modelo como en los �70, donde todos hacían teatro colectivo. Ahora hay muchos modelos diferentes, pero todos políticos y bien comprometidos. Existen grupos de teatro colectivos que son casi como la conciencia de un pueblo y también la memoria. En el caso de Perú, el grupo Yuyachkani lleva 30 años trabajando. Ellos sostienen que Perú es un país sin memoria, entonces están recopilando, recordando e integrando diferentes formas estéticas que han quedado fragmentadas. Los que viven en los centros urbanos no saben nada de lo que está pasando en las provincias, en las sierras andinas. El grupo utilizó el teatro y laperformance como forma de ir conociendo las comunidades e incorporando muchas tradiciones. Las sociedades latinoamericanas somos muy heterogéneas: no somos totalmente europeas, ni indígenas. Yuyachkani va entrenando a la población. Con la comunidad andina hacen un tipo de teatro que requiere la participación de la gente, que los sigue por la calle como si estuvieran en un pueblo. Recorren los cementerios, las prisiones, las escuelas. Pero también están los unipersonales, vistos como la conciencia pública, porque la gente ya no se fía de los políticos. En Brasil, Denise Stoclos hace unipersonales totalmente comprometidos y denuncia lo que está pasando en ese país. En México hay mujeres que hacen performances y cabaret, se critica al presidente, a la política, a la Iglesia, y son muy atrevidas. Van a verlas estudiantes, intelectuales, artistas y lesbianas.
�A pesar de la heterogeneidad, hay una tendencia muy fuerte a rechazar al inmigrante en Latinoamérica. ¿Esto también sucede con lo artístico?
Me parece que los intelectuales y los artistas incorporamos a un nivel inconsciente este rechazo del otro, de no saber cómo dialogar con gente diferente. Si uno lee el teatro latinoamericano que se ha publicado, no sabría que hay una población negra muy importante en las Américas, que hay poblaciones indígenas que tienen teatro. Tenemos un margen muy limitado de lo que es la creación artística. En parte porque se piensa el teatro como una cosa textual, casi como se hace en Europa y no se acepta todo lo que sucede en América con el carnaval y las fiestas. En México y los países andinos duran entre cuatro y cinco días, bailan con trajes muy elaborados y están contando historias que sucedieron hace más de 500 años. Hay un sistema simbólico muy importante que pensamos que no existe. Me interesa pensar las performances como algo más amplio, que permita ver lo textual, pero también tradiciones y dramáticas que no tienen textos o nunca los tuvieron.

 

La identidad en el teatro
Valentina Bassi y Daniel Fanego tenían ganas de hacer algo con esas mujeres que simbolizan el triunfo de la vida sobre la muerte: las Abuelas de Plaza de Mayo. Por eso, decidieron convocar a sus colegas al Centro Cultural Ricardo Rojas para concretar, los lunes de junio, las jornadas �Teatro por la identidad�, dentro del ciclo �Las Marcas de la Cultura�. Bajo la dirección de Fanego y la coordinación de Bassi, participarán, además, Márgara Alonso, Elsa Berenguer, Belén Blanco, Aldo Braga, Manuel Callau, Pepe Monje, Esteban Prol, Catalina Speroni y Alejo García Pintos, entre otros, que recitarán poesías escritas por las abuelas y los nietos que recuperaron su identidad. La dramaturgia es de Patricia Zangaro.

susana rivero y las JORNADAS EN EL CENTRO CULTURAL RICARDO ROJAS
Marcas que miran hacia el futuro

Por S. F.
�Las marcas que dejan la cultura nos permiten mirar hacia el futuro. Por eso mi propósito es generar un espacio de debate sobre dos escritores fundamentales para entender cómo somos los argentinos: Roberto Arlt y Jorge Luis Borges, que para mi hacían �literatura popular��, dice Susana Rivero, coordinadora de �Las marcas de la cultura�, una serie de jornadas de discusión, talleres, conferencias y representaciones-performances, que se realizan en el Centro Cultural Ricardo Rojas, con entrada libre y gratuita, entre mayo y noviembre. �Noé Jitrik publicó un artículo en los años 80 en el que cuenta cómo era visto Borges por los sectores intelectuales. Para la izquierda, el escritor era un fascista mientras que para la derecha era un idealista. El imaginario cultural, que en los 70 se conformaba con lo ideológico, hoy no está determinado únicamente por esa variable. Estamos empezando a mirar distinto. Con Internet, el discurso es absolutamente multicultural�, explica Rivero. 
La performance art �eje de estas jornadas� reúne áreas como la literatura, la antropología, artes escénicas y estudios culturales, festivales, teatro, danza, deportes, entre otros eventos en vivo en constante y mutua interacción. La primera conferencia pública, �El espectáculo de la memoria: trauma, performance y política�, estará a cargo de la mexicana Diana Taylor, junto con Halima Tahan, directora de la revista Teatro al Sur y la escritora Diana Razminovich (ver nota).
�Es la primera vez que se hace un evento de performance art de estas características, con invitados del exterior y de Buenos Aires. En la Argentina los estudios artísticos son muy caros, entonces el arte en la universidad pública es como una estrategia de supervivencia�, cuenta Rivero, una de las fundadoras en los años 70 del grupo teatral cordobés La Chispa. Paralelamente, en el Callejón de los Deseos, todos los viernes de junio se presentará Ciudad canalla, interpretada por el grupo teatral Quién es quién, bajo la dirección de Rivero. Esta performance es una investigación colectiva sobre dos novelas de Roberto Arlt: Los siete locos y Los lanzallamas. A la directora le atrajeron ciertos rasgos melodramáticos de esos textos. �La puesta en escena se convierte en una re-representación de esa ficción que Arlt descubrió en una modernidad que no existía del todo materialmente en esos años�, puntualiza Rivero.
En junio se dará una conferencia sobre la poética de Borges, a cargo de Jitrik, y la presentación del libro de Omar Borré, Roberto Arlt, su vida y su obra. En agosto llegará desde Francia la profesora y directora teatral Hebe Lorenzo, para dictar el taller �Espacio público, teatro y ciudad�, dirigido a promotores y educadores comunitarios vinculados con políticas culturales. El 15 de noviembre Richard Schechner, editor de la revista The Drama Review de la Universidad de Nueva York, presentará su libro, editado por el C. C. Ricardo Rojas: Una mirada a las cinco clases de avant garde, una historia del teatro experimental en el siglo XX, con una visión de lo que el teatro puede devenir en el XXI. �Los grupos de teatro hicieron los primeros intercambios interculturales descolonizados, que fueron de Oriente a Occidente y viceversa. El teatro es un lugar para la fantasía y la simulación. La gente va a ver teatro aunque esté en guerra. En Sarajevo se montaba Esperando a Godot (de Samuel Beckett) en plena guerra�, subraya la coordinadora de �Las marcas de la cultura�.

 

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