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Por Andrés Glass Un medio es un lugar enloquecido en el que todo falla en forma continuada. Basta entrar en un baño o atravesar un pasillo para descubrir un romance furtivo. Hay odios y amores viscerales y existen adversarios más temibles que en cualquier guerra. Si algo tiene que salir mal, sucederá en el peor momento. Esa, al menos, es la visión de numerosas comedias estadounidenses que sitúan su trama en las redacciones de revistas, noticieros, diarios y programas de radio. Si en la Argentina �Primicias� hace lo suyo �desde este año, en Canal 13� con dosis abundantes de melodrama, las sitcoms de Fox y Sony creen que la clave para contar el making off del periodismo es el humor. En todos los casos, el fuerte de estas series es el tropiezo y el equívoco: una nota de tevé que sale en el lugar indebido, un redactor que se pelea con un entrevistado, un productor de radio que nunca entrega informes sin errores. �Just shoot me� (Sony, lunes y miércoles a las 12 y 2.30 horas) es la más eficaz: evita el trazo grueso y sobrevuela con cinismo la mediocridad de una revista femenina. Maya Gallo (Laura San Giacomo, de Sexo, mentiras y video) odia su trabajo. Lo ejerce porque su padre es dueño y señor del lugar más frívolo y banal de Manhattan, la revista Blush, y le lega un cargo como redactora. Resentida como pocas, Maya lidia con modelos de segunda sin disimular el desprecio que siente por ese mundo. En el camino todo sale mal, y el cierre apremia. Maya convive con Nina �una ex modelo devenida en productora�, Dennis (asistente de su padre) y Elliot, un famoso fotógrafo. A ninguno le gusta estar en Blush. Casi como predestinados, permanecen allí sin dejar de hacer chistes y reír del resto del mundo en forma compulsiva. Pero detrás de la carcajada delatan la mezcla entre frustración y tedio. En �Sports Night� (Sony, domingos a las 14 horas), los colores son más claros y el buen humor de sus personajes es más genuino. Estos periodistas están orgullosos de pertenecer al �mejor noticiero deportivo de los Estados Unidos�. Conductores y productores siempre están bien trajeados y no tienen nada de antihéores. Queda, entonces, atribuir al escenario todo el conflicto: máquinas que fallan, el rating que no satisface expectativas y las noticias que llenan el lugar de euforia o dramatismo. La propuesta de �Newsradio� (Sony, domingos a las 13 horas) es bastante afín a la de �Sports Night�. El producto .-un magazine de radio� es lo más importante: la prioridad es sacarlo al aire. Sólo que en cada capítulo se renuevan las adversidades. Casi siempre generadas por un empleado torpe que representa el levemente alelado Andy Dick, ya ingresado en la categoría de �estrella de sitcom� reservada para unos pocos. En esta serie, el destino natural de toda acción es el enredo, en un trazo bien grueso y corporal: se suceden todo el tiempo las caídas, los golpes, las roturas de objetos, los empujones. Otro enfoque, en cambio, es el que propone �Loco enloquecido� (Fox, viernes a la 1). Aquí hay otro tipo de periodistas, también escritores, colaboradores de suplementos culturales. Son más proclives al duelo verbal y las neurosis múltiples que a los tropiezos y las caídas. La escena transcurre en editoriales, fiestas �del ambiente� y algunas pocas redacciones especializadas. Y el tema se mantiene en todos los capítulos: la hipocresía y la falsa cortesía que afronta un escritor en el comienzo de su carrera. Por último, �Early edition� (Sony, sábados a las 20 horas) logra dar una vuelta a la dupla medios y ficción. Aquí un diario está en el centro del planteo, pero como producto terminado. Gary Hobson (el actor Kyle Chandler) recibe todas las mañanas el periódico del día después. Con la certeza de lo que sucederá, sale a ayudar y salvar vidas. También aquí, el medio provee conflicto: sus noticias lindan con lo fantástico, se transforman en un oráculo cotidiano. Alimentan la trama y abonan a unatendencia que funciona como éxito seguro: hacer ficción mediante el periodismo.
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