El subsecretario del Consejo del Menor Miguel Saredi, quien había constatado el maltrato a menores en la Comunidad de Mercedes del arzobispo Ogñénovich, fue separado de su cargo por el gobierno de Rückauf. El funcionario también había denunciado el tráfico de drogas en dependencias del Consejo, por lo que se abrió una causa penal en la justicia federal de La Plata. La investigación, que inició a raíz de la nota �Amados Niños� publicada en este diario, confirmó además la aplicación de torturas a chicos en comisarías de la provincia de Buenos Aires.
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Por Horacio Verbitsky El gobierno de Carlos Rückauf solicitó la renuncia del Subsecretario del Consejo Provincial del Menor Roberto Miguel Saredi, quien había enviado una inspección al hogar terapéutico Jesús de Nazareth y, al conocer sus escalofriantes resultados, resuelto que cesaran de derivarse chicos a ese �sitio de reclusión y de castigo�, con alambradas perimetrales de púas, celdas de penitencia y guardias de seguridad. La suspensión de internaciones allí fue dispuesta el 9 de mayo por Saredi, quien era Subsecretario de Asistencia y Tutela del Menor. El 15 de mayo, el presidente del Consejo, Daniel Bolinaga, le solicitó la renuncia. El texto firmado por Saredi menciona diferencias ideológicas sobre si en el contacto con las instituciones asistenciales �deben privilegiarse o no relaciones con determinados sectores de la sociedad�. Saredi también había formulado una denuncia penal por tráfico de drogas contra el sector Enfermería del Departamento de Ubicación de Causas Penales de la Dirección de Registro, Evaluación y Ubicación del Consejo Provincial. Al día siguiente de su alejamiento, el obispo Emilio Ogñénovich visitó a Bolinaga, en compañía del director de Jesús de Nazareth, Edgardo Abrey, y del secretario del juzgado de menores de Mercedes, Horacio Chiminelli, para solicitar que se levantara la veda a su Comunidad. Por cada chico internado en condiciones infrahumanas, la Comunidad Terapéutica percibe hasta 1500 pesos mensuales, aparte de los subsidios extraordinarios que también le paga el gobierno bonaerense. El 3 de febrero de este año, Abrey y Chiminelli, habían interrumpido en forma arbitraria la visita de inspección del Consejo del Menor, que constató las condiciones inaceptables de alojamiento de los chicos. El gobernador Carlos Rückauf, quien desde que asumió no responde a las intimaciones de la Suprema Corte de Justicia sobre el escándalo de las torturas a niños en comisarías e institutos asistenciales de la provincia, ya había protestado por la inspección a Jesús de Nazareth, donde un niño fue violado ante las burlas de sus autoridades. Ogñénovich fue protagonista de un corto publicitario en favor de Rückauf durante la campaña proselitista de 1999, por su presunta �defensa de la vida�. Ogñénovich también pretende el apartamiento de la Secretaria de Patronato de la Suprema Corte provincial, Estela Testoni, y del Asesor de Menores de San Isidro, Carlos Bigalli, y la promoción de Chiminelli, de secretario a juez de menores. Bigalli es el funcionario que recogió las denuncias de los chicos maltratados, Testoni quien refrendó el pedido de la Suprema Corte al Poder Ejecutivo provincial de que tomara medidas para hacer cesar esa situación y Chiminelli quien trató de impedir la inspección. Tortura y violación La suspensión de la internación de niños y adolescentes con causa asistencial en la Comunidad regida por Ogñénovich, fue dispuesta por el Subsecretario de Asistencia y Tutela Saredi el 9 de mayo, en el expediente 2146-2.888/00, caratulado �E/Información del diario Página/12 por presuntas torturas, apremios ilegales y otros delitos a menores alojados en comisarías y en la Comunidad Terapéutica Jesús de Nazareth�. Causa asistencial es el eufemismo que se utiliza para referirse a los chicos cuya internación es ordenada por un juez con el presunto propósito de protegerlos de una situación de �peligro material o moral�, pero que no han sido autores de ningún delito. Las anacrónicas leyes de menores, de 1919 y de 1980, permiten a los jueces disponer la privación de la libertad de los chicos con la más absoluta discrecionalidad. Por ejemplo, no es ilegal recluir en un instituto durante diez años a un chico que ha sido víctima de una violación, ni devolver a sus padres a otro que la ha cometido. El obispado de Luján-Mercedes depende de modo directo del Papa, por gestión del ex embajador argentino ante el Vaticano, Esteban Caselli, a quien Rückauf designó secretario general de la gobernación. Antes del despido, Caselli citó en la gobernación a Saredi, le recordó que la Iglesia tenía 2000 años de antigüedad y lo instó a colaborar con Bolinaga. Ninguna de las disposiciones del funcionario cesante hacía referencia alguna a la Iglesia, y se limitaba a constatar las atrocidades ocurridas en la Comunidad Terapéutica Jesús de Nazareth, de las que ni siquiera responsabilizaba al Arzobispo. Saredi presidió el Partido Justicialista de Trenque Lauquen de 1995 a 1999. En 1997 Duhalde lo designó Director Provincial del Consejo del Menor. Luego de ganar las elecciones internas de su partido en Trenque Lauquen, ocupó el vigésimo puesto en la lista de candidatos a diputados nacionales. No resultó electo y el 14 de enero asumió como Subsecretario del Consejo del Menor. Apenas cuatro meses después fue separado del cargo. La confirmación Saredi también pidió informes a otras dependencias del Consejo Provincial del Menor sobre los demás puntos de la nota de este diario citada, que refería maltratos y torturas a niños en los institutos Almafuerte, Santa María Pelletier, Leopoldo Lugones, Aráoz Alfaro, Manuel Roca y Agote, en la Dirección de Registro, Movimiento y Ubicación de Menores, y en las comisarías 1ª, 2ª, 3ª, 4ª y 5ª de Tigre; 1ª, 2ª y 3ª de San Fernando; 1ª, 2ª, 3ª y 4ª de Pilar; 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª, 8ª y 9ª de San Isidro; 1ª, 2ª, 3ª, 4ª y 5ª de Vicente López; Ciclistas de San Isidro; Morón 1º; Comando de San Isidro; Oficina de Coordinación de San Isidro; Destacamento Villa Rosa; Comando de San Fernando; Oficina de Coordinación Tigre y Brigada de Tigre. Una campaña política En una declaración al diario El Nuevo Cronista, de Luján, el director de la Comunidad Terapéutica, Edgardo Abrey, sostuvo que las investigaciones judiciales y periodísticas formaban parte de �una campaña política contra la figura de Emilio Ogñénovich. Esta campaña se debe a que monseñor Emilio hizo denuncias sobre gente de minoridad y contra gente que hoy ocupa la Secretaría de Adicciones de la provincia de Buenos Aires, que no podían ocupar cargos porque tenían antecedentes penales�. Según el periodista Mariano Pérez, Abrey se refería al Secretario de Adicciones Alberto Yaría, designado por el ex gobernador Eduardo Duhalde y confirmado por Rückauf, �quien también posee una clínica de recuperación de adictos que estaría siendo investigada por la Justicia ante la denuncia de detección de malos tratos contra los internos�. La nota de El Nuevo Cronista también revela la injerencia de Ogñénovich en la Justicia provincial: ��En esas denuncias que se hicieron fue tocado alguien que iba a venir como juez de menores a Mercedes. Estaba primero en la lista de candidatos, lugar que había conseguido por contactos políticos, pero Emilio dijo que no a ese nombramiento�, continuó diciendo Abrey. Con una simple postura el arzobispo Ogñénovich pido revocar el nombramiento de un juez�. El diario informa que Chiminelli es el candidato de Ogñénovich, quien lo invitó a participar en la fiesta de asunción de su sucesor en el arzobispado, Rubén Di Monte. Suministro de drogas De las denuncias de los chicos recogidas por el Asesor Bigalli se desprende que la práctica habitual en los institutos de menores es drogar a los chicos para que no molesten. Por ejemplo, uno de los testimonios dice: �Como no me sentía bien pedí atención médica gritando y golpeando la puerta. Entonces me sacaron el colchón. Cuando lo pedí de nuevo porque no me sentía bien me inyectaron y a los pocos minutos me quedé dormido. Todas las mañanas, tardes y noches nos dan un polvo blanco para dormir y si nos negamos nos ponen pichicatas�. Otro testimonio sostiene que los guardias �nos vendían drogas a cambio del dinero que nos dejaban nuestros familiares o de ropa�. El 30 de marzo el Subsecretario Saredi solicitó una auditoría integral de la Dirección de Registro, Evaluación y Ubicación de menores. Al auditar el sector de Enfermería, las funcionarias María Cecilia López, Marta Solsona, María Laura Olgado y Marcela Agusti comprobaron que en los primeros cien días del gobierno de Rückauf, había notables diferencias entre la cantidad de drogas estupefacientes o psicotrópicas adquiridas a los proveedores registrados y el stock inventariado. Tampoco existía un libro de control de existencias y en el libro médico no se anotaban los medicamentos suministrados a los chicos los fines de semana. También verificaron la existencia de partidas vencidas de medicamentos psicoactivos como Valium, Akineton y Gardenal. El 14 de abril el Director de Asuntos Legales, Carlos Zorraindo, dictaminó que correspondía instruir un sumario administrativo y, por tratarse de drogas que pueden �producir dependencia física o psíquica en los términos del artículo 77 del Código Penal� [sobre estupefacientes], formular denuncia penal por los delitos tipificados en los artículos 5 inciso e) y 11, inciso d) de la ley 23.737, en concurso material con el artículo 248 del Código Penal. El 19 de abril, Saredi presentó la denuncia en el juzgado federal Nº 1 de La Plata, por los delitos mencionados en el dictamen, es decir suministro de drogas, reprimido con prisión de 4 a 15 años, que se incrementa de 4 a 20 si el autor fuera un funcionario público encargado de la guarda de presos, lo cual además constituiría un abuso de autoridad. Es decir, delitos no excarcelables. Un mes después el denunciante fue eyectado de su cargo.
�Un sitio de reclusión y de castigo� Por H.V. �El sector supervisado no responde al perfil de un establecimiento destinado al diagnóstico, deshabituación, rehabilitación y reinserción de pacientes drogadependientes, impresionando como un sitio de reclusión y castigo.� La categórica frase encabeza el capítulo de Conclusiones del Informe de Supervisión sobre la Comunidad Terapéutica Jesús de Nazareth, firmado el 4 de febrero de este año por la médica psiquiatra Pilar Ciglia y la psicóloga María Del Pedro. Ambas, junto con el asistente social Angel Pineda, visitaron el instituto de la calle 144, entre 6 bis y 77 de Mercedes, el 3 de febrero. Fue en base a sus conclusiones que el 9 de mayo el Subsecretario de Asistencia y Tutela del Menor, Roberto Miguel Saredi decidió �suspender en forma preventiva la internación de niños y adolescentes con causa asistencial� en el tétrico instituto dependiente de la Asociación Civil Arzobispo Monseñor Ogñénovich. Esa decisión a todas luces prudente, le costó el cargo. Menos de una semana después había dejado de formar parte del gobierno de Carlos Rückauf y Esteban Caselli.
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