Un perito a medida

El Banco Central designó al contador Maggio como perito de parte en la causa que involucra a Monetta. Curiosamente, Maggio tiene como cliente a Citibank, un socio de Monetta.

Por Susana Viau
 El presidente del Banco Central designó al contador Federico Maggio como perito de parte en la causa que instruye el juez federal Gustavo Literas e involucra a Raúl Juan Pedro Monetta. Lo llamativo es que Maggio no pertenece al importante cuerpo de técnicos de planta del BCRA sino al bufete de abogados que defiende los intereses del Citibank, socio de Monetta en el CEI. El ex banquero, entre tanto, se reunió con el ministro de Economía de Mendoza para proponerle a la provincia la creación de un banco mixto --estatal y privado-- destinado a financiar inversiones, un banco "virtual" que, de concretarse, operaría por Internet.

  Maggio fijó domicilio legal en la avenida Alicia Moreau de Justo 1080, piso 3 oficina 9, en Puerto Madero. Según la guía telefónica, la dirección corresponde al estudio de Daniel Saint Jean, cuyo staff funciona como asesor externo del Citibank y lo ha representado, por ejemplo, en el litigio que el banco americano mantiene con el desaparecido Extrader de Marcos Gastaldi. Monetta, asimismo, ha sido una pieza clave en los últimos diez años de los voluminosos negocios argentinos del Citi. Otro hombre del estudio Saint Jean, Pablo Maggio, hermano de Federico, fue nombrado asesor por el director Saúl Domper, responsable del área de control de lavado de dinero del BCRA, pese a que los inspectores de la institución vienen aconsejando desde 1996 que se investigara al Citibank y al Federal Bank por operaciones sospechosas de lavado con el Banco República.

  Es que, para el BCRA, la colusión de intereses no tiene relevancia. El fideicomiso del Banco República --organismo encargado de velar por el cobro de las cartera de deudores transferida al estado como garantía de los voluminosos redescuentos recibidos por Monetta-- quedó a cargo del Comafi, que por cierto es también socio del CEI. En Mendoza, el fideicomiso del banco homónimo acabó delegado en el cuñado de Raúl Monetta, el abogado José María Sayavedra.

  Mientras se aguarda que la Cámara Federal porteña resuelva la apelación del fiscal Guillermo Montenegro a la eximición de prisión que a principios de año benefició al ex banquero, éste persiste en la tarea de recomponer su imagen y cuidar su hacienda. En ese sentido ha ejecutado dos audaces maniobras: la primera, solicitar el concurso preventivo del caído Banco Mendoza, una medida que busca anticiparse a la decisión del juez Guillermo Mosso de decretar la quiebra de la entidad con las consecuencias imaginables para el otrora exitoso financista. La segunda, una audaz propuesta formulada al ministro de Economía de Mendoza, Aldo Olstropolsky, en el transcurso de una reunión celebrada en la sede del diario Uno, propiedad de Daniel Vila y del ex ministro del Interior José Luis Manzano, ambos del círculo de amigos de Monetta.

  Según sus propias declaraciones, el encuentro tuvo como objetivo ofrecer a la provincia una nueva aventura en común, una original joint-venture: la creación de un banco mixto y virtual que operaría a través de Internet. La filtración de la reunión y, tanto o más que eso, el escenario en el que se celebró, desencadenaron un escándalo en la provincia que Monetta busca reconquistar y el gobernador Roberto Iglesias debió salir al cruce de las críticas. Iglesias explicó que Ostropolsky había concurrido al periódico para evitar la presencia de un personaje controvertido en la sede de la gobernación, aunque terminó admitiendo que había resultado peor el remedio que la enfermedad.

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