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Por Diego Schurman Todas las expresiones del sindicalismo resolvieron convocar a un paro general contra el plan de ajuste del Gobierno. La fecha de la medida de fuerza se conocerá mañana, durante la marcha contra el Fondo Monetario Internacional organizada por la CGT rebelde de Hugo Moyano. Se trata de una movilización a la que ya había adherido la CTA de Víctor De Gennaro, pero a la que ayer se sumó, producto de los anuncios oficiales, la CGT de Rodolfo Daer. Representantes de las dos CGT se comunicaron telefónicamente ayer y buscarán encontrarse durante esta jornada para acordar la fecha de la huelga. Se habla de mediados de junio, al término de la asamblea anual de la Organización Internacional del Trabajo que se desarrolla en Ginebra. De uno y otro sector quieren aprovechar ese foro internacional para cuestionar al Gobierno. Daer ya anticipó que denunciará ante el comité de normas de la OIT la �violación del convenio estatal�, el sector donde se anunció una reducción salarial. Moyano, por su parte, anunció que concurrirá a la Justicia para frenar el recorte estatal, argumentando la �intangibilidad� de los salarios. El tema fue materia de una disputa leguleya durante la gestión de Carlos Menem, quien en su momento también propició por decreto la reducción salarial en el sector público. El Gobierno ahora aguarda expectante que la Corte Suprema convalide rápidamente ese decreto que produjo una retahíla de fallos adversos en primera instancia y en la Cámara de apelaciones. De esa manera tendrá asegurado el triunfo, al menos en el plano judicial. Habrá que ver, sin embargo, la reacción de la gente y la manera en que canalizará la protesta. Valiéndose de los recientes cortes de ruta, tanto Daer como Moyano advirtieron sobre la posibilidad de �estallidos� y �caos� en todo el país. Daer habló poco después de retornar de urgencia de Ginebra para encabezar la reunión de consejo directivo, donde se resolvió impulsar el paro. Antes del fin de semana estará tomando un avión que lo llevará de regreso a Suiza. Pero en el medio dejó abierta la posibilidad de participar en la marcha contra el FMI. La decisión dependerá exclusivamente del resultado de las conversaciones con Moyano. Igualmente ya dio señales de acercamiento con su enemigo interno al dejar en �libertad de acción� a los que quieran concurrir al Obelisco. �Todos estamos de acuerdo en pelear contra el Fondo. Pero yo quiero hacer un gran frente nacional contra estas políticas de ajuste, donde la pelea contra el FMI sea un aspecto más de la lucha y no el único�, señaló el sindicalista a Página/12 para justificar el rechazo a la marcha que ahora podría rever. En ese sentido intentará reunirse con gobernadores y representantes del Frepaso, la UCR y el PJ para buscar una alternativa al plan de ajuste. Por su parte, Moyano participó junto a De Gennaro de un acto conmemorativo del Cordobazo, en donde coincidieron en que no había otra salida que la convocatoria a un paro general. Inmediatamente ordenaron contactarse con Juan Manuel Palacios, que está en Ginebra en representación de la CGT rebelde, para que sugiera fechas para el paro. La palabra de Palacios es trascendental, ya que maneja el poderoso gremio de los colectiveros, estratégico para garantizar el éxito de una medida de fuerza. El consejo directivo de la CGT rebelde avanzará este mediodía en la confección de un plan de lucha, durante un encuentro que se desarrollará en Castelar, en el centro recreativo de la Asociación de Personal Legislativo, un sector que anunció su propio paro por tiempo indeterminado a raíz del cierre de la imprenta del Congreso. A esa reunión llegarán también algunos intendentes del justicialismo que prometen aportar micros para nutrir la marcha al Obelisco. Con el plan de ajuste, el Gobierno logró la unidad del sindicalismo, impensado hace tan sólo una semana. Además terminó haciendo realidad un vaticinio que la dirigencia gremial utilizaba contra la Alianza, aun cuando no era gobierno: que Fernando de la Rúa terminaría aceptando la propuesta de reducción salarial del economista y actual ministro de Defensa, Ricardo López Murphy. Esta medida, que afectará al sector público, ayudará a engrosar la movilización de mañana, ya que los estatales que responden a la CTA de De Gennaro concurrirán masivamente al Obelisco. La desregulación de las obras sociales por decreto también fue clave en la decisión de los sindicalistas. Existía un acuerdo de palabra entre la CGT y el Gobierno para consensuar los cambios al sistema de salud. El trámite debía concluir con una ley dictaminada por el Congreso. El dinero de las obras sociales es un bien preciado por los dirigentes gremiales, ya que constituyen el principal ingreso de las �cajas sindicales�. La decisión del Gobierno de hacerlas competir con las empresas de medicina prepaga incorporaría en el negocio de la salud a nuevos y poderosos actores. Para Daer eso significará �una claudicación ante el establishment�.
El plan de ajuste anunciado por el Gobierno logró que la movilización contra el Fondo Monetario Internacional convocada para mañana por la CGT rebelde sume mayores adhesiones, entre ellas la de la CGT oficial de Rodolfo Daer, que hasta ayer mantenía un duro enfrentamiento interno con Hugo Moyano.
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