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Obras sociales y prepagas competirán desde enero

El proyecto oficial define un exigente régimen de ingreso a las privadas. Recortan aportes a obras sociales para fortalecer el fondo de redistribución.


Por Claudio Zlotnik
t.gif (862 bytes) José Luis Machinea no sólo se encargó de anunciar una poda en los salarios de los agentes públicos. El paquete incluyó un avance en la apertura del mercado de las obras sociales a la competencia de la medicina prepaga, a partir del 1º de enero de 2001. La apuesta de Economía va todavía más allá. Para este año bajarán a menos de la mitad los subsidios que reciben algunas obras sociales �que sumaron 90 millones de pesos en el �99� y desaparecerán en el 2001. Los funcionarios, incluso, esperan un proceso de fusiones entre las propias entidades de salud sindicales.
�Lograremos un sistema más solidario y eficiente que brindará un mejor servicio de salud para todos�, se entusiasmó Machinea al presentar el proyecto. Como primer paso para llegar a la meta de libre competencia entre obras sociales y prepagas, el Gobierno lanzará en las próximas horas un decreto de necesidad y urgencia. A través de éste, se dispondrá un aumento de las partidas que abastecen el llamado Fondo de Redistribución Solidario, encargado de repartir dinero entre las distintas obras sociales, para que se atiendan tratamientos médicos especiales o prolongados (sida, oncología, alcoholismo, drogadicción).
El año pasado, el Fondo de Redistribución contó con 360 millones de pesos. Pero se espera que ese monto se eleve a 550 millones gracias a la mayor contribución que harán los afiliados. En vez del 10 por ciento sobre el aporte que regía hasta ahora (y del 15 para el personal de dirección de empresas), la retención aumentará a 15 por ciento para los empleados que ganan entre 700 y 1500 pesos y al 20 por ciento para los sueldos superiores a 1500 pesos. Por otra parte, al Fondo arribarán los 50 millones que genera el IVA a las prepagas.
Este mayor caudal de dinero que recibirá el Fondo no significará una caída en el salario de bolsillo de los empleados �que seguirán aportando 3 por ciento a la obra social respectiva, más 5 por ciento de aporte patronal�. En principio, perjudicará las arcas de las entidades, por lo menos hasta que comiencen a recibir más reintegros de parte del Fondo.
�Esta reforma es necesaria. Estos cambios favorecerán, sobre todo, a las obras sociales que se encuentran en peor situación�, comentó a este diario un alto funcionario del Palacio de Hacienda. En Economía sostienen que, con una recaudación más abultada, el Fondo permitirá que el sistema de salud sindical ofrezca condiciones solidarias que hoy no posee. Para lograrlo, Machinea prometió que la Superintendencia de Salud asegurará transparencia total en la distribución de las partidas. Precisamente, en la actualidad, el sistema está bajo sospecha y, según Economía, la tercera parte del dinero que maneja el Fondo se pierde en subsidios a entidades quebradas y en financiamiento de obras no siempre justificables.
En el esquema actual, el sistema le garantiza a cada obra social un aporte mínimo por afiliado de 40 pesos mensuales, sin importar la composición de su grupo familiar. En la reforma, se propone llevar la garantía a 20 pesos por beneficiario. Esto significa que un afiliado con familia tipo a cargo tendrá asegurado un aporte mínimo de 80 pesos. Un dato nada despreciable, de cara a la desregulación del sistema. Según Economía, este mecanismo garantiza una mayor equidad, al tomar en cuenta la cantidad de familiares a cargo en el aporte asegurado.
La libre competencia en el sistema de la salud figura en la carta de intención rubricada entre Economía y el FMI, como meta cualitativa a ser cumplida. Pero, más allá de la cláusula, en Economía creen que la iniciativa beneficiará a la población. �Me cuesta pensar que haya gente que se oponga�, señaló un funcionario a Página/12. En la Argentina funcionan 271 obras sociales, que atienden a 11,6 millones de personas y manejan 4600 millones de pesos. A partir del 2001, éstas empezarán a competir con las prepagas y un grupo de especialistas coincidió en que sobrevivirán no más de 50. �No va a entrar cualquiera prepaga. Van a tener que cumplir con varios indicadores, como solvencia, mostrar garantías y el cumplimiento del Programa Médico Obligatorio�, aseguran en el Palacio deHacienda. El proyecto de regulación de las prepagas ya tiene media sanción del Senado y espera su tratamiento en Diputados.

 

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