|
El documento, que lleva como título
Construyamos otro modelo, dice que "el ajuste anunciado por nuestro
Gobierno contradice el sentido común" y presagian que si se
"reducen salarios, lo cual profundizará la recesión, se obliga a
despedir personal, lo cual aumentará el desempleo, se facilita la
privatización y extranjerización de los servicios de salud, lo cual
perjudicará a organizaciones solidarias". Sostienen además los
legisladores que "todos los efectos previsibles contradicen los
objetivos buscados y muestran que los ajustes sobre un modelo pierden todo
sentido".
Por otra parte, propone que los
600 millones que el Gobierno necesita para favorecer inversiones o mejorar
los planes sociales, es dinero que podría "surgir fácilmente de
recuperar los aportes patronales graciosamente regalados por el menemismo
a las empresas privatizadas monopólicas y hacer cumplir sus obligaciones
a los concesionarios de servicios".
Los legisladores destacaron que
"la noción de ajuste como restricción presupuestaria implica una
nueva violencia económica contra la sociedad y es de una lógica
inapelable: ajuste, recesión, y crisis de gobernabilidad".
Para este grupo de diputados no
hay otra alternativa que la construcción de un nuevo modelo de Estado que
incluye lo económico y lo social "que cambie los protagonistas de la
política poniendo las acciones del Gobierno al servicio de cada
compatriota sin subordinarnos a la especulación financiera
internacional".
La redacción del documento
nació durante la mañana de ayer mientras en la Casa Rosada el gabinete
se aprestaba a realizar el anuncio del nuevo ajuste. Los primeros en
encontrarse fueron los mismos diputados que se opusieron a la reforma
laboral. Los frepasistas Alicia Castro, Enrique Martínez, la radical
Elisa Carrió y los socialistas democráticos, Alfredo Bravo, Héctor
Polino y Jorge Rivas lanzaron las primeras ideas. Con el texto prácticamente
terminado se sumaron los frepasistas Marcela Bordenave, Ramón Torres
Molina, Federico Soñez, Gustavo Cardesa y Humberto Volando. El grupo no
es homogéneo, muchos de ellos lo reconoce. De hecho, Cardesa y Volando
votaron a favor de la reforma laboral.
"El que hayamos coincidido
en un documento no significa para nada que este grupo pueda terminar
siendo un sub bloque o que se vaya de la Alianza. Esto es sólo la expresión
de un descontento porque no se está respetando ni siquiera la "Carta
a los Argentinos". Ahora, bien, si el modelo actual continúa y se
profundiza, podríamos estar entrando en un punto sin retorno",
confesó a este diario un estrecho colaborador de uno de los impulsores
del documento.
Uno de los más fervorosos a la
hora de comentar el documento fue el socialista Rivas, quien aseguró que
con estas políticas se está desperdiciando una oportunidad única:
"No es cuestión de ser setentista, pero si el Frepaso y después la
Alianza fueron capaces de canalizar la demanda social, por qué ahora la
abandona y se recuesta dócilmente en los grupos de presión económica".
Pero Rivas fue un poco más allá al sostener que "de esta manera
vamos muy mal. Es preciso rediscutir cuál es la dirección de la Alianza.
Es verdad que la herencia que nos dejó el menemismo es brutal y está
bien que asumamos la crisis, pero el tema es quién la paga. Hoy es el que
está en relación de dependencia. Es terrible".
|