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El portavalores y el custodio
de Juncadella vieron a tres hombres que se les vinieron encima, desde las
sombras. Eran las 6.45 y el camión de la transportadora de caudales se
había detenido en la avenida Córdoba 1674, donde funciona la Sociedad
Militar de Seguro de Vida, una entidad que otorga créditos a personal de
las Fuerzas Armadas.
El portavalores bajó con dos
sacas, seguido por el custodio. En medio de la vereda, uno de los
agresores intentó arrebatarle las bolsas con el dinero y, como el hombre
forcejeó, recibió un culatazo en la cabeza que lo dejó fuera de
combate. El custodio, que no había desenfundado el arma, quiso
intervenir, pero otro de los ladrones lo sujetó desde atrás y lo
neutralizó. Con el botín en la mano, los tres subieron a un automóvil
Toyota Corolla que los estaba esperando a unos 20 metros del lugar y
lograron escapar.
Fue entonces cuando intervino
el chofer del blindado, quien disparó contra los ladrones y recibió a
cambio una lluvia de balas. Al volante del camión, el hombre intentó una
persecución que resultó infructuosa: el Toyota, mucho más liviano y
veloz, se perdió en las calles del centro. Algunos testigos sostienen que
en el atraco intervino otro vehículo, un Ford Falcon, que habría actuado
como apoyo. Pero la versión no pudo ser confirmada.
El blindado recibió una decena
de balazos en el parabrisas y en el capot. No hubo heridos de bala, tal
vez, porque a esa hora había muy poca gente en la calle. El único
lastimado fue el portavalores, que recibió un fuerte golpe en la cabeza.
Fue internado en el Hospital Ramos Mejía, pero estaba fuera de peligro.
En cuanto al Toyota, apareció
abandonado a cuatro cuadras del lugar, en Viamonte y Uruguay. El auto, se
supo después, había sido robado en Lomas de Zamora y tenía pedido de
secuestro.
Las actuaciones quedaron en manos de la comisaría 5ª. El titular
de esa seccional, comisario Jorge Oriolo, informó que, de acuerdo con los
testimonios, los asaltantes "tenían entre 35 y 40 años, estaban
bien vestidos y llevaban armas de puño".
Una versión proveniente de la
empresa Prosegur indicaba que la cifra robada era de 386.000 pesos. Pero a
última hora, el gerente de Seguridad de Juncadella, Osvaldo Wadle,
consultado por Página/12, estimó que el monto oscilaba los 200.000
pesos. "La suma se entregaba en el horario de apertura bancaria de
esa entidad", informó el directivo, cuando se le preguntó si era
habitual el movimiento de dinero a esa hora. La Sociedad Militar abre de 7
a 13.
En la empresa tampoco descartan
la participación de un entregador. "Fue un asalto muy bien
preparado. Los ladrones han estudiado el terreno previamente, sabían a qué
hora llegaba el blindado", opinó Wadle.
Según la consultora Sasetech,
se trata del octavo asalto que sufre este año un camión blindado, pero
el primero que ocurre en la Capital Federal. De los otros atracos, dos
ocurrieron en la provincia de Santa Fe, otros dos en Córdoba, uno en San
Juan, otro en La Rioja y el restante en la provincia de Buenos Aires. En
orden de importancia --por el monto robado-- el de ayer se ubica en el
tercer lugar. Primero en el ranking está el ocurrido en la localidad
bonaerense de Luján, con un botín de 370.000 pesos, seguido por el de La
Rioja, con 280.000.
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