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Ganador en boca de urna, falta el recuento de votos

Ayer el voto de la city fue favorable para el paquete de medidas. De todos modos, los financistas manifiestan cautela y dicen que hay que esperar para dar el veredicto final. Subieron las acciones y bonos.

Las acciones líderes subieron 3,7 por ciento. Alza de bonos.


Por C.Z.

t.gif (862 bytes) Los financistas le pusieron el moñito a las medidas de ajuste anunciadas por el Gobierno. Las acciones líderes aumentaron 3,7 por ciento en promedio y los títulos públicos también tuvieron su rally alcista, con subas de hasta el 4 por ciento. El voto favorable de los inversores al recorte de gastos se potenció por el fuerte empuje de Wall Street, donde el índice Nasdaq (panel de papeles tecnológicos) registró un avance del 7,9 por ciento, el mayor de su historia. Ni José Luis Machinea imaginó que el día después a los anuncios iba a salir tan redondito. 
En la city, la palabra ajuste �más cuando éste se aplica a través de una poda en el gasto público� suena a música en los oídos de los financistas. Para los operadores, el orden fiscal es sinónimo de que se consolida la solvencia fiscal lo que permite hacer frente a sus obligaciones como deudor. Esa es, precisamente, la apuesta de Machinea. Dar una fuerte señal de que el país es confiable para invertir en él y hacer buenos negocios. En este marco, los títulos de deuda ganaron entre 1,5 y 4 por ciento. El que más subió fue el Global 2019, seguido por el bono Brady Par (2,5 por ciento), el Global 2017 (2,2), el FRB (1,6) y el Global 2027 (1,5). Esta mejora posibilitó ayer una baja en el riesgo-país, la misma dirección ocurrida en toda la región. Pero mientras la caída fue más amplia respecto de México, fue algo inferior a la que tuvo Brasil. Esta performance da una idea de que la mejora también obedeció a un mejor clima internacional ante la percepción de que la Reserva Federal podría haber finalizado el proceso de ajustar la tasa de interés.
En ese contexto, el índice Dow Jones subió 2,2 por ciento, mientras que el Nasdaq repuntó el 7,9. La racha alcista se extendió a los principales recintos latinoamericanos: San Pablo aumentó 3,2 por ciento y México, 4,7.
Pese al fuerte alza de los bonos y acciones, en la city local son cautelosos. �Es cierto que la poda de gastos da certezas sobre su solvencia. Pero no resuelven un problema de fondo: el crecimiento. Los inversores quieren ver datos de que la economía reacciona, porque si continúa la recesión recrudecerán las dudas y ya no hay espacio para aplicar un nuevo ajuste�, señaló a Página/12 Margarita Molteni, economista del banco de inversión Merchant Bankers Asociados. Ricardo Cobanera, gerente de inversiones de la AFJP Generar, también mantuvo la prudencia. �Las medidas son positivas pero el panorama fiscal sigue siendo difícil. Las metas con el Fondo se alcanzarán con lo justo, y la Argentina podría complicarse si continúa la tendencia alcista de la tasa de interés internacional�, apuntó en diálogo con este diario. La consultora Argentine Research también se inclinó por la precaución. �Superado el veranito que generaron las expectativas sobre el anuncio de recorte, el mercado se vería sujeto nuevamente a los acontecimientos externos�, sostuvo en su último informe. 
De algún modo, la cautela de los inversores se evidenció en la operatoria de acciones. Si bien las líderes subieron 3,7 por ciento, el volumen de negocios llegó apenas a los 35 millones de pesos, un monto no muy diferente a los de jornadas anteriores. �La Bolsa se ha vuelto poco atractiva ya que los principales papeles están dejando la oferta pública. Y creo que no habrá una solución de corto plazo para este asunto�, señaló a Página/12 Fernando Losada, economista del ING Barings (ver nota aparte). Precisamente, la acción de Telefónica reunió ayer la mitad de los negocios. Pero hoy se inicia el canje de esos papeles por los de Telefónica Internacional, lo que dejará más pobre al recinto.

 

 

Cara y ceca del ajustazo

Guillermo Calvo. 
economista
�Una promesa�

�Creo que este paquete permitirá cumplir con el programa comprometido con el Fondo. El problema reside en que el Gobierno tenga la habilidad para efectivamente bajar los sueldos del sector público. Pero, en principio, las medidas tomadas tendrán el efecto de tranquilizar al mercado. Deberían traer mayor confianza en el corto plazo. En términos de reactivación no soy tan optimista, porque se trata de medidas en principio recesivas. Acá el juego es esperar que la confianza se recupere y que bajen las tasas de interés. Por eso, es vital cómo el Gobierno manejará el proceso. No hay que olvidarse de que Wall Street tiene a la Argentina en la mira y podría preguntarse por la dimensión de la recesión o por la posibilidad de tensiones sociales. Este paquete es todavía una promesa.

Leonardo Blejer.
economistas del Banco Credicoop
�Es regresivo�

�Se trata de un ajuste de características regresivas. El dato esencial es la reducción de salarios, tanto por disminución porcentual como por cierre de puestos de trabajo. Pese a que algunas medidas, como la reducción de las jubilaciones de privilegio, puedan resultar bien vistas por la sociedad, al igual que en el impuestazo, el telón de fondo es que los sectores de mayor poder económico quedan intactos. Lo que se anuncia como aumento del gasto social es, en el contexto de las graves necesidades existentes, totalmente insuficiente. La reformas estructurales, en particular las que afectan a las obras sociales, está en línea con los planteos del Banco Mundial: el objetivo último es generar un mayor espacio para las empresas privadas en el área de salud�. 

 

ENTREVISTA A FERNANDO LOSADA, ECONOMISTA DEL ING BARINGS
�El dolor de la convertibilidad�

Por Claudio Zlotnik

�El ajuste es el dolor de sostener la convertibilidad�, afirma Fernando Losada, desde sus oficinas en Wall Street. El economista del ING Barings comentó a Página/12 que, tras el anuncio del paquete de medidas, las perspectivas de los inversores internacionales es de un �optimismo cauto�, y admite que, a pesar del ajuste, José Luis Machinea podría verse en la obligación de tener que renegociar las metas fiscales pactadas con el FMI. �Los financistas creen que la Argentina va por el buen camino�, concluye.
�¿Cómo reaccionó Wall Street con el paquete de ajuste?
�Las medidas estuvieron en línea con lo que esperaban los inversores. El Gobierno envió una fuerte señal de que su diagnóstico sigue siendo el mismo que a comienzos de año, cuando asumió: encarrilar la situación fiscal es el objetivo número uno. 
�¿Cree que ahora cambiarán las expectativas de los inversores? ¿Este ajuste atraerá capitales?
�Es temprano para asegurar si el Gobierno ha logrado modificar las expectativas. Pasó poco tiempo desde que anunció el paquete, y todavía se está analizando. Pero no hay que olvidarse que desde que asumió la Alianza, Economía pudo colocar unos 5000 millones de dólares en los mercados internacionales. Y es razonable suponer que, tras el ajuste, podrá seguir refinanciando y tomando nueva deuda. 
�Sin embargo, en las últimas semanas el riesgo-país aumentó y volvió el debate acerca de si la Argentina sería capaz de mantener la convertibilidad.
�Ningún analista serio de Wall Street se puso a pensar en una posible alteración de la política económica argentina. Lo que sí creían era que Fernando de la Rúa debía tomar medidas adicionales para cumplir con las metas de déficit fiscal. Y eso es lo que finalmente hizo. Es más, el anterior ajuste generó algunos disgustos debido a que se aumentaron impuestos. De alguna manera, el último anuncio respondió a quienes reclamaban un recorte del gasto público.
�¿El ajuste podría profundizar el ciclo recesivo?
�No es lo más probable. La economía va a repuntar durante la segunda parte del año. La recuperación será gradual, y a fines de año podremos decir que el Producto Bruto creció 3 por ciento.
�Uno de los elementos que van a observar los financistas es si la Argentina cumplirá con las metas fijadas con el FMI. ¿José Luis Machinea deberá sentarse a renegociarlas?
�Es muy probable que no se pueda cumplir con las pautas del segundo trimestre. Pero, en todo caso, el desvío será muy pequeño y no provocará nerviosismo entre los inversores. Si el incumplimiento es por 200 ó 300 millones de dólares, no será el fin del mundo. 
�¿Cuál es la visión que Wall Street tiene sobre el Gobierno? Antes del ajuste se escuchaban críticas sobre la supuesta lentitud. 
�No se puede decir que se haya modificado. Lo que se cuestionaba era que al Gobierno le faltaba una visión económica de largo plazo, aunque se coincidía en que el diagnóstico de corto alcance era el correcto. Posiblemente, esa percepción cambie después de los anuncios sobre reformas estructurales, como la desregulación de las obras sociales y el plan de infraestructura.
�En varias oportunidades se hizo referencia al posible test que los mercados le harían al gobierno de la Alianza. ¿Esa posibilidad quedó diluida tras el ajuste?
�Afirmarlo sería hacer futurología. Es cierto que los bonos argentinos han caído en el último mes y medio y que los inversores estuvieron nerviosos. Pero de ahí a pensar que esa sensación se traduzca en una presión sobre el tipo de cambio hay un trecho muy grande.
�¿Los inversores desconfían de la convertibilidad?
�No. Ese modelo es la mejor alternativa para la Argentina. En el futuro se sabrá si existe otra opción. Pero ese momento no está cercano. El Gobierno ha demostrado un compromiso alto con la convertibilidad, y los financistas están seguros de que ese compromiso no va a cambiar. Lamentablemente, ese plan lleva implícito un modelo de ajuste como el que vimos ahora. Ese dolor es la consecuencia de tener la convertibilidad.

 

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