Por Fernando Almirón
 Los gobernadores y legisladores del justicialismo elaboraron durante una reunión que mantuvieron ayer en el Concejo Federal de Inversiones (CFI) una serie de propuestas �para salir de la crisis� dirigidas al Ejecutivo nacional y rechazaron un nuevo Pacto Fiscal Federal tal como lo propuso el ministro José Luis Machinea. Entre las medidas sugirieron: una rebaja gradual del IVA; la creación de un seguro de desempleo para contener las consecuencias de los ajustes; la articulación de políticas sociales concertadas entre la Nación y las provincias; una fuerte inversión pública en obras de infraestructura y vivienda en el interior del país; un Plan Brady provincial; y un aumento del 5 por ciento en los aranceles de importación extra Mercosur. Los mandatarios provinciales, diputados y senadores evitaron sumar a la conducción partidaria del peronismo en su pronunciamiento. �Teníamos que llenar un vacío de poder�, le aseguró un diputado presente a Página/12.
Carlos Ruckauf condujo y se mostró como el vocero del encuentro que fue la culminación de una serie de reuniones que se sucedieron a lo largo de una intensa jornada que movilizó a los representantes del justicialismo que ostentan poder político real. La mesa de conducción de la Cámara de Diputados puso a un grupo de legisladores del bloque a trabajar en el diseño de una serie de propuestas económicas y sociales alternativas a las anunciadas por el Gobierno. Eduardo Camaño, Rodolfo Frigeri, Marcelo López Arias, Rafael Romá y Graciela Camaño fueron los encargados de los proyectos �para la reactivación y la ayuda social� que sirvieron de base para el documento final que aprobaron por la noche el conjunto de los gobernadores y legisladores del PJ. �Hay que putear con propuestas�, fue la orden del jefe de la bancada, Humberto Roggero.
Mientras los legisladores pasaban en limpio sus ideas, los nueve gobernadores peronistas de provincias chicas que integran el Frente Federal Solidario rechazaron hoy la propuesta del Gobierno de acordar un nuevo Pacto Fiscal Federal, que reemplace al acordado con la Nación en diciembre del año pasado. Los gobernadores, reunidos en la Casa de Salta y antes de asistir a la reunión ampliada en el CFI, reclamaron además que el plan de obras públicas anunciado por el Gobierno se modifique para que tenga un sentido �federal� y pidieron que se implemente un seguro de desempleo. Asistieron al encuentro los gobernadores de Santa Cruz, Néstor Kirchner; de Santiago del Estero, Carlos Juárez; de Salta, Juan Carlos Romero; de Jujuy, Eduardo Fellner; de Misiones, Carlos Rovira; de Tucumán, Julio Miranda; de Formosa, Gildo Insfrán; y el vicegobernador de Tierra del Fuego, Daniel Gallo, y el diputado Ramón Puerta.
Cerca de las 18, legisladores y mandatarios provinciales comenzaron a confluir en la sede del CFI, donde se encerraron durante más de dos horas para trabajar en el documento final que esta semana le entregarán al presidente Fernando de la Rúa, �aunque no por Correo Argentino, porque no pagaron el canon� ironizó uno de los diputados presentes en referencia a la empresa que le adeuda 150 millones de canon al Estado nacional.
�La concertación tiene que ser parte de una tregua política y obviamente de un diálogo con el Presidente. Toda cosa que haga la Argentina de cara al mundo lo tiene que hacer con el Presidente y buscando acuerdos históricos entre el PJ y la Alianza para que De la Rúa tenga éxito; no hay que jugar al fracaso del Presidente�, declaró Ruckauf al abandonar la reunión de la que participaron 10 de los 14 gobernadores del PJ quienes coincidieron en rechazar las medidas de ajuste anunciadas por el Gobierno. El gobernador bonaerense también pidió que la Justicia �meta presos a los evasores�.
LOS TRABAJADORES TOMARON LA IMPRENTA DEL CONGRESO
Esperan que Chacho les tire una soga
Dicen que no son ñoquis. Que las 812 personas que están empleadas en la imprenta del Congreso trabajan. �Fue un golpe artero. Lo que no intentaron las dictaduras más duras lo intentó el gobierno de la Alianza�, dijo a este diario Ricardo Sablich, secretario general de la Asociación de Personal Legislativo, en referencia al anuncio oficial de cierre de esa dependencia. Sin embargo, el hombre no pierde las esperanzas. �Ayer estuvimos reunidos con Chacho Alvarez y nos dijo que no iba a haber ningún despedido en el Congreso�, aseguró a Página/12. Al cierre de esta edición, la imprenta seguía tomada.
La imprenta del Congreso funciona en el subsuelo de la Cámara de Diputados. El lugar está tomado por sus empleados desde el lunes a la tardecita, cuando De la Rúa anunció su cierre. Ayer, el clima era tenso. Los empleados estaban de asamblea en asamblea y no querían saber nada con el periodismo. Después de una larga negociación, este diario consiguió hablar con algunos empleados. José tiene 29 años y trabaja en la parte de mantenimiento. �Gano 580 pesos por mes. Soy técnico electrónico y con mi sueldo vivo y me pago mis estudios de Ciencias Económicas�, explicó. Adolfo Alvarez tiene 44 años, pelo entrecano y se enorgullece por haber entrado a trabajar a la imprenta en el año 1973. �Los militares me echaron en el �77. Después, en el �84, volví a entrar por concurso�, explicó. Ahora, Alvarez es secretario de Finanzas de la Asociación de Empleados Legislativos, pero sigue defendiendo la imprenta. �Cumple funciones de gran responsabilidad. Si en una ley cambiás una coma, cambiás el sentido. Y en la imprenta no hay un solo papel que salga mal�, dijo, y aseguró, además, que el gobierno nacional arrastra desde hace años una deuda con esa dependencia: �Todavía no nos pagaron las tarjetitas de �Sí� y �No� que imprimimos cuando fue el plebiscito por el conflicto del Beagle�, contó Alvarez. Hoy, en una asamblea, los empleados decidirán si siguen con la toma. El vicepresidente de la Nación les pidió �unos días� para presentar una alternativa al cierre. El gremio propuso que se abran retiros voluntarios.
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opinion
Por Eduardo Macaluse * |
| Por qué ir a la marcha
Los argentinos comenzamos la semana con un nuevo y durísimo ajuste. El Gobierno, creo que sinceramente quiere que sea el último. También lo quiso cuando se aprobó la última reforma impositiva. La realidad, sin embargo, es obstinada. Más obstinados aún son los grupos económicos que tienen hoy como un vocero a un miembro del Gobierno: Fernando de Santibañes.
Esos grupos, siempre insaciables, con o sin los servicios del vocero, desde la semana próxima emprenderán una cruzada para demostrar que el ajuste ha sido insuficiente. Propondrán todo tipo de nuevas medidas, que, por supuesto, excluirán cualquier forma de redistribución de los ingresos. Es decir, que el ajuste no les toque a ellos.
Si, por añadidura, la Reserva Federal decide aumentar las tasas de interés, el sacrificio (de los más pobres) y el costo político (del Gobierno) habrán sido, además de injustos, inútiles.
Nadie votó a este gobierno pensando en un violento cambio de políticas. Nadie votó a este gobierno esperando milagros o imposibles. Aunque es indudable que lo que sí se demandó claramente a través de las urnas es un moderado pero firme cambio de rumbo.
Ese cambio, aun el más moderado, es imposible si no se modifica la estructura impositiva regresiva heredada del menemismo, si no se aumenta el consumo interno a través de políticas activas, y si se continúa pagando por intereses de la deuda externa mucho más de lo que el presupuesto destina al desarrollo social.
En política no se avanza por artificio de la magia, ni solamente por obra de la voluntad. Hoy no hay condiciones para aplicar esas medidas de inmediato. Sí pueden ir generándose.
Esta alianza política alcanzó para ganar las elecciones, pero es insuficiente para gobernar bien.
Es necesario trabajar por una alianza muchísimo más amplia e inclusive que pueda servir como sustento y dependa de medidas que respondan a la necesidad de la gente. Muchos de esos potenciales aliados van a estar en la marcha del 31.
Interpelar la lógica de los organismos financieros internacionales (cuestionada hoy en todo el mundo desde lo ideológico y lo técnico hasta por los economistas más conservadores) es esencial para cambiar el país que nos dejó Menem y es imprescindible para la supervivencia de las democracias nuevas, que si en los 80 podían estallar, hoy tienden a evaporarse lentamente.
Si desde el Gobierno se lee esta marcha como un signo de hostilidad y desde la oposición se aprovecha para reclamar lo que no se hizo en diez años, se equivocan, el Gobierno y la oposición. Y habremos perdido otra oportunidad.
* Diputado nacional Alianza-Frepaso |
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