Por Felipe Yapur
 Durante algo más de dos horas, el bloque de diputados de la Alianza analizó el ajuste aplicado por el gobierno nacional. El secretario de Hacienda, Mario Vicens, y el jefe de asesores del Ministerio de Economía, Pablo Gerchunoff, fueron los encargados de suavizar el mal humor de una amplia mayoría de legisladores, rebeldes y disciplinados, que hicieron conocer su descontento por la últimas medidas económicas. Los funcionarios repitieron una y otra vez los argumentos del Gobierno y advirtieron que sin ajuste la disyuntiva era devaluar o dolarizar. El debate iniciado anoche no concluyó; hoy a las 14 continuarán con la discusión a pocas cuadras de donde se realizará la manifestación en contra del FMI. Los diputados rebeldes participaron, aunque con la ausencia de los socialistas.
El encuentro fue coordinado por el frepasista Darío Alessandro y el radical Horacio Pernasetti. Los funcionarios de Economía fueron contundentes a la hora de justificar las medidas económicas. �El orden fiscal es imprescindible para poder crecer�, fue una de las frases más repetidas de Vicens, quien llevó el peso de la exposición. Destacó que uno de los agravantes que influyó en las medidas tomadas fue la suba de la tasa de interés en los Estados Unidos y la revaluación del euro. Pero también reconoció, según dijeron algunos de los legisladores de la Alianza, algunas dificultades a la hora de cobrar el canon de las empresas privatizadas, como Correo Argentino y Aeropuertos 2000, y que no cuentan con cifras ciertas de la evasión fiscal y aduanera.
La referencia realizada a las falencias que tiene la AFIP sirvió para que muchos de los diputados la emprendieran contra Carlos Silvani, el titular de ese organismo. Hubo expresiones duras y otras con un fuerte tono irónico, como la del radical Raúl Baglini. El diputado dijo que el jefe de los recaudadores de impuestos parece �estar escalando el Everest en bolas y sin brújula�. Vicens intentó responder a esa crítica diciendo que �no es bueno cambiar el caballo en medio del río�, pero no pudo terminar. El frepasista Eduardo Macaluse lo interrumpió afirmando que �una cosa es cruzar con un caballo de verdad, pero otra es hacerlo con el caballo de Troya que, obviamente, no flota�. El secretario de Hacienda una vez más intentó bajar los decibeles de la crítica al comprometerse con acercar la inquietud al Ejecutivo nacional, lo que generó varias sonrisas.
Pero más allá de las explicaciones y justificativos de los funcionarios, el mal humor de varios legisladores no cambió. Algunas discusiones continuaron aún después de finalizado el encuentro. La diputada María América González mantuvo un corto pero efusivo diálogo con Vicens, a quien le cuestionó la decisión de rebajar en los haberes de los futuros jubilados la prestación básica que paga el Estado. El funcionario zafó con otra promesa, le dijo que cuando la reunión de bloque se reinicie hoy le brindará todas las explicaciones del caso. Por la expresión, la diputada no quedó muy conforme con los argumentos recibidos.
Los diputados rebeldes, que comenzaron siendo once y ahora sumaron a tres más, participaron aunque con algunas ausencias. Los tres socialistas, Alfredo Bravo, Jorge Rivas y Héctor Polino, más los frepasistas Ramón Torres Molina y Jorge Giles. Bravo fue uno de los que impulsó la idea de no concurrir al encuentro. �Por respeto a mi persona no voy a ir. Ellos (por el Ejecutivo) tomaron una decisión y ahora, con los hechos consumados, nos quieren explicar lo que hicieron. Así no se actúa en política�, dicen los colaboradores de Bravo que le escucharon decir.
LA MAGISTRATURA CONTRA EL AJUSTE
No se metan con los sueldos
Por A.M.
El Consejo de la Magistratura se pronunció en duros términos contra el recorte de los salarios de los empleados judiciales. La comisión de Administración aprobó ayer la propuesta del juez Bindo Caviglione Fraga para declarar que no corresponde efectuar reducciones salariales en el ámbito del Poder Judicial de la Nación. Durante el encendido debate, el académico Humberto Quiroga Lavié sostuvo que �lo que hay que cuestionar es la constitucionalidad de estos decretos de necesidad y urgencia�. En el mismo sentido, el juez Claudio Kiper señaló que �el decreto que va a emitir el Poder Ejecutivo es desacertado e inaplicable en el ámbito del Poder Judicial porque está vigente la ley de autarquía que le confiere a la Corte Suprema la fijación de los sueldos en la Justicia�. Los consejeros le pidieron al presidente del cuerpo, Julio Nazareno, una reunión urgente y extraordinaria del plenario.
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opinion
Por Alfredo Bravo* |
| No era lo acordado
Tanto la formación de la Alianza para el Trabajo, la Justicia y la Educación, como sus triunfos electorales de 1997 y 1999 se sostuvieron en el repudio generalizado a la corrupción menemista y a un modelo de país en el que la riqueza se concentraba, mientras se generalizaba la pobreza y se generaba una nueva categoría de individuos: los excluidos, los numerosos hombres y mujeres de los que el mercado podía prescindir.
Para muchos �también para nosotros� la Alianza era una herramienta (desde ya compleja) que debía servir para desmontar el andamiaje de injusticia social construido por el menemismo.
Cuando en octubre pasado ganamos las elecciones presidenciales, conocíamos el estado deficitario en el que recibiríamos al país; por eso, nunca prometimos un lecho de rosas. Sí, en cambio, nos comprometimos a dar pasos positivos que permitieran revertir las desastrosas condiciones de vida da buena parte de los argentinos.
La ciudadanía nos tomó la palabra. Muchos nos votaron; otros �los que no lo hicieron� nos dieron seis meses de crédito y aguardaron que nos echáramos a andar en el sentido comprometido.
Ayer, el gobierno de la Alianza anunció, entre otras medidas de ajuste presupuestario, una reducción en el salario de 140 mil empleados públicos nacionales y el despido de 10.000 agentes contratados.
La medida, que para sus responsables tiende a generar un ahorro, es �en rigor� una ruptura del pacto político social que la Alianza hizo con sus votantes y está por fuera de los acuerdos y consensos que en su momento establecieron los partidos políticos que concurrieron a formarla.
A esta altura sería bueno recordar que la propiedad intelectual sobre la Alianza no pertenece a ningún individuo ni sector. Los políticos que la diseñamos fuimos apenas intérpretes del reclamo popular que exigía aunar fuerzas en una coalición electoral capaz de derrotar al menemismo. Esto significa que la Alianza es, en realidad, la gente que la inspiró, su base social.
Pero el proyecto aliancista pretendía ir más allá de una disputa comicial; intentaba echar las bases de un país donde la justicia social fuese posible.
Con seguridad, hay radicales, frentegrandistas, socialistas, intransigentes y democristianos, así como también ciudadanos independientes que confiaron en la Alianza y que hoy se sentirán desconcertados ante esta decisión del Ejecutivo que retoma la práctica menemista de descargar el peso de la crisis en los trabajadores. Y ese desconcierto puede derivar en la sensación de que los gobernantes que elegimos se alejan del espacio y de la lógica política que entre todos creamos.
Hace casi tres décadas, un hombre que por tercera vez ejercía la presidencia de la República amenazó con expulsar del movimiento político que había fundado a quienes sacasen los pies del plato. Debe tenerse presente que el plato de la Alianza lo fabricó la gente.
* Diputado de la Nación. PSD. Frepaso-Alianza. |
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