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Joan Manuel Serrat, un invitado de lujo en el ciclo televisivo �Troesma� 
�El deseo es parte del misterio de la vida�

En el programa que se verá hoy desde las 21 por Canal 7, el artista catalán recuerda que �la neutralidad es una careta peligrosa�.

Idea: �Estar comprometido no está de moda. Pero la neutralidad es una ilusión. Detrás de quien defiende la neutralidad se esconde un profundo reaccionario�.

Joan Manuel Serrat estuvo una semana en Buenos Aires, grabando.
�Es imposible no estar comprometido con algo�, dice en el programa.


Por Verónica Abdala

t.gif (862 bytes) Joan Manuel Serrat conserva en la mirada ese gesto tan característico de niño pícaro que no envejece. Aunque las arrugas que bordean sus ojos, la incipiente calvicie y algunas de sus expresiones se empeñen en acompañar sus 56 años. De su boca, una abertura fina que deja ver unos dientes más bien pequeños, surgen palabras sabias, aunque no siempre mansas, que su público celebra con entusiasmo. La ceremonia le encanta: cualquiera se da cuenta enseguida que le fascina el proceso de fascinar. �Los sueños no están para ser realizados, sino para caminar por ellos�, dirá en el marco de la entrevista que se emitirá hoy a las 21 en el programa �Troesma�, que conduce por Canal 7 el periodista Carlos Ares. �La realidad siempre se encarga de cortarles las alas a los sueños", agregará. "Por eso hay que cumplirlos, pero tener claro que para no morir siempre hay que seguir soñando�. 
El conductor del ciclo cree importante profundizar en torno a algunos aspectos claves de la vida del catalán. Frente a ellos, un grupo de jóvenes presencia la conversación que se extenderá por término de cincuenta minutos, y al final se suma al diálogo. La dinámica es la misma que la de un prestigioso programa producido por el Actor's Studio, fundadopor el mítico Lee Strasberg.
Los primeros recuerdos de Serrat con relación a la música se remontan a la casa de su niñez: un lugar poblado de �personas que cantaban�, rodeado por calles �en que la gente también cantaba�, acaso influida por el clima optimista de la posguerra. �Era común que en casa las mujeres cantaran coplas, y que los hombres, mi padre, sobre todo, deambularan cantando tangos. Afuera se oía a las amas de casa cantando mientras hacían las camas, a los albañiles cantando sobre los andamios, a los cocineros cantando mientras freían la comida... Hoy vivimos en otro mundo, todo eso parece haberse acabado�, se lamenta el músico. �Hasta estamos perdiendo la costumbre de silbar al caminar. Es raro que las personas no tengan la costumbre de cantar: yo pertenezco a una época en que la música era un elemento maravilloso de compañía�.
La adolescencia en Barcelona llegó casi simultáneamente con la urgencia por componer. �Escribí mi primer canción a los 20 años�, recuerda. �Aquella letra me produce ternura, porque es bastante ingenua. Hablaba de un pobre chico al que una mujer había abandonado sin que supuestamente mediara ninguna razón. Hoy yo mismo sería el primero en desconfiar de eso.� ¿El método que usaba entonces, para componer, es el mismo que utiliza hoy día?, interroga el conductor. El músico responde que esencialmente no ha cambiado. �En general, prefiero grabar mis canciones directamente para trabajarlas con el oído, y no escribirlas. Lo hubiera hecho siempre de ese modo, pero al principio, cuando esto de llevar un equipo portátil de grabación era mucho más complicado, escribía mis letras a mano� relata. �Ocurre que tengo una letra fatal, y a menudo, ni yo mismo la entendía. Por eso, pasé luego a la máquina de escribir. ¡Se veían las letras tan prolijitas entonces! El problema con aquello fue que como las máquinas no permitían la corrección, por una letra que erraba debía escribir todo de nuevo. Hasta que me harté y abandoné también la máquina de escribir. Hoy, siento que no podría vivir sin mi computadora. En este momento es la primer testigo del nacimiento de mis canciones�.
Serrat no cree en la inspiración: está convencido de que las buenas canciones, al menos en su caso, son fruto del trabajo y del esfuerzo, antes que de un arrebato espontáneo de la imaginación. �La verdad, en tres décadas a mí nunca me ha pasado que la inspiración me parta como un rayo en medio de la calle, me deje de culo en la vereda y allí mismo me obligue a escribir cosas maravillosas, como dictadas por los ángeles. Me cuesta bastante. Me paso horas por día sentado en una silla, calentando las neuronas como se van calentando los engranajes de un tren a vapor, hasta que la maquinaria arranca. Siempre queda algo que sirve, más allá de queuno esté en un día negro o glorioso. Pero hay que estar dispuesto a sudar. Hace falta también una cuota de confianza en uno mismo, para no abandonar la tarea frente al primer traspié. Otro tema muy distinto es si después esas letras se convertirán en éxito o no. Yo no puedo estar pensando en eso mientras creo: el éxito es siempre una consecuencia y no puede ser la causa o la motivación. Nunca alcanzará el éxito quien conscientemente lo busca. Mi única guía es lo que particularmente me agrada, a la hora de componer. Si después eso gusta a los otros, mucho mejor. Siempre creí que si yo acompañaba a la gente en lo que ocurría a su alrededor, ellos después iban a interesarse en saber lo que con esas cosas me ocurre a mí.�
En el tercer bloque, el músico con más de treinta años de carrera responde las preguntas del público. Una chica que no había nacido cuando él compuso "Tu nombre me sabe a yerba" le pregunta si aprueba que un músico no se comprometa con la realidad que lo rodea. �La palabra compromiso está hoy muy desprestigiada�, responde. �Se la asocia a una idea de justicia social que a menudo las generaciones nuevas suponen caduca, como si sus ideas no fueran a caducar algún día. Estar comprometido, al parecer, no está de moda. Y sin embargo, es imposible: todos sabemos que la neutralidad es una ilusión. Y en la mayoría de los casos es una careta peligrosa. Detrás de quien defiende la neutralidad se esconde un profundo reaccionario. Todos nos comprometemos de un modo u otro, y el artista no es ajeno. Algunos se comprometen con el bolsillo, otros con una idea o un sueño. Pero en todos los casos hay un sistema de ideas que acompaña al arte. Una de mis ideas es defender lo que otros atropellan, aunque nunca me propuse directamente hacer música para defender los derechos humanos�.
�En estos años, ¿has cumplido tu objetivo de tocarle el culo a muchas señoritas? �pregunta Ares en el final.
�Vaya, me esperaba una pregunta más vulgar para el final �ironiza Serrat, encantando, de todas maneras, con el tema�. Pues debo admitir que no, que de eso uno nunca tiene bastante. El deseo es parte del misterio de la vida.

 


 

EL AJUSTE EN LOS CANALES DE AIRE
�El precio justo� dice chau

Los canales de televisión comenzaron ayer su ajuste dentro del ajuste: el 7 anunció, como empresa estatal, una reducción salarial, y Azul levantó su programa vespertino �El precio justo�, en el principio de una escalada que los responsables llaman de �racionalización financiera�. La intención de los nuevos dueños de Azul es profundizar en una política que equilibre las cuentas, por lo que programas como �Memoria� y �Hora clave� difícilmente sigan al aire en las condiciones actuales. �El precio justo�, que ayer se grabó por última vez, no estaba mal de rating �midió 7 puntos el lunes� sino que resultaba caro, y no por el cachet del conductor Fernando Bravo. Lo mismo pasa con �Memoria�, que va todos los días a las 21, y �Hora clave�, martes y jueves a las 22. Fuentes seguras del canal afirman que a Chiche Gelblung, que compite bien en su horario, le ofrecerían quedarse un sólo día, acaso el domingo, a las 21, y que su programa sería reemplazado por �Café fashion�, que es al aire a la medianoche como una coproducción. �Memoria� podría ir el domingo a las 21, pasando �Punto.doc� a los martes por la noche. En el caso de Grondona, la idea es que concrete los jueves, de 23 a 0.30, su única emisión semanal de �Hora clave�. En el canal estatal, en tanto, las reducciones fueron las contempladas en las medidas estructurales del Gobierno para achicar el déficit, lo que, de todas maneras, no consolaba ayer a centenares de los trabajadores de planta.

 

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