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Después de haber anunciado un impopular ajuste dirigido a seducir a los mercados, el Gobierno sugiere que estaría dispuesto a embestir contra la renta financiera. El ministro de Economía, José Luis Machinea, admitió ayer que apenas se supere el cimbronazo del paquete de medidas anunciado el lunes, analizará el proyecto de gravar los plazos fijos empresarios y desgravar los intereses al endeudamiento. La medida había sido anunciada por el subsecretario de Política Tributaria, Juan Carlos Gómez Sabaini, hace dos semanas. Pero ante la adversa reacción de la Bolsa, Economía tuvo que dar marcha atrás. �Una vez que se calme el panorama hay que insistir con el proyecto de eliminar las exenciones impositivas a los plazos fijos y bajar los impuestos a los tomadores de créditos�, aseguró ayer el ministro en su discurso ante la Cámara de Industria y Comercio Argentino�Alemana. A renglón seguido argumentó a favor de esta propuesta, urticante para los oídos empresarios. �El conjunto de impuestos que se implementaron luego de que asumiera este gobierno no fue dirigido a las empresas sino a las personas�, justificó. Hace dos semanas, Gómez Sabaini había anunciado la decisión de gravar la renta financiera y, como contrapartida, liberar a los intereses que pagan las empresas por sus préstamos del gravamen que creó la reforma tributaria promovida por el gobierno anterior, y en vigencia desde hace un año. Extender ganancias sobre los plazos fijos es una medida sugerida por los economistas más progresistas, próximos al gobierno. Eximir a las empresas del impuesto sobre sus deudas es una exigencia firme del sector empresario, amén de que tanto los legisladores oficialistas como los opositores la vienen proponiendo como un recurso para no desalentar las inversiones y darle más competitividad a la economía. Pero cuando el secretario de Política Tributaria comentó la iniciativa oficial durante un almuerzo organizado por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, la Bolsa se desplomó y los economistas del establishment salieron a cuestionarlo duramente. Machinea optó entonces por desmentir a su secretario, aunque sin descartar definitivamente la alternativa. �Es un tema en estudio�, sostuvo entonces el ministro con el afán de calmar al mercado. Ayer reconoció que es una decisión tomada a la que sólo resta ponerle fecha de ejecución. De concretar esta promesa, el gobierno tomaría su primera medida contra la renta de las empresas, después de haber castigado a los sectores de ingresos fijos con el impuestazo que inauguró su gestión y el reciente recorte salarial sobre los empleados estatales. En cambio, atajándose por el riesgo de acentuar los problemas de competitividad, el ministro descartó de cuajo la posibilidad de aumentar la carga a las empresas privatizadas, bien sea creando un gravamen especial o subiendo los aportes patronales, tal como sugiere el senador radical Leopoldo Moreau. �Sería a costa de más tarifas�, aseguró, dando por seguro que cualquier decisión que implique más costos para las empresas será inmediatamente compensada con un ajuste tarifario. El titular del Palacio de Hacienda cargó duro contra el camionero Hugo Moyano, quien durante la movilización del miércoles llamó al no pago de impuestos. Si bien la convocatoria del sindicalista apuntaba a cuestionar la regresividad del sistema tributario, Machinea contraatacó acusándolo de �golpista� por incitar a no cumplir con una obligación impuesta por el sistema democrático�. �Hay que dar una discusión seria sobre la estructura tributaria. Es necesario ayudar a los que menos tienen. Pero las protestas en este sentido tienen poco contenido�, remató.
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