Por Carlos Noriega
Desde Lima
 �Fujimori es un dictador desde que nació�, es la contundente afirmación del opositor Alejandro Toledo cuando se refiere al presidente peruano, con quien ahora libra una dura batalla, que califica como una lucha entre dictadura y democracia. En esta entrevista exclusiva con Página/12, Toledo habló sobre sus contactos con el gobierno argentino, la reciente reunión de la OEA, la posición que tuvieron Brasil y Uruguay, y lo que le espera al Perú en esta convulsionada etapa.
�¿Se siente satisfecho con el resultado de la reunión de la OEA, que delegó a la Asamblea de Cancilleres que se reunirá el domingo tratar la legitimidad de las elecciones peruanas?
�Ha sido un gran triunfo para nosotros. Ahora el caso del Perú va a ser un tema central en la Asamblea de Cancilleres que se realizará en Canadá. Yo estoy evaluando la posibilidad de viajar a esa cita.
�¿Cuáles son los países de América Latina que usted considera como sus principales aliados en esta lucha por recuperar la democracia en el Perú?
�Argentina ha tomado una posición muy franca, firme y consecuente. También Chile y Costa Rica. Es paradójico que los países europeos y Estados Unidos sean los que más fervorosamente defienden la democracia en el Perú.
�¿Ha tenido en estos días comunicación con el presidente Fernando de la Rúa o con miembros del gobierno argentino?
�He conversado con el presidente De la Rúa y con miembros de su gobierno. Hemos intercambiado opiniones en un seguimiento de nuestras conversaciones anteriores. Confío en el apoyo argentino.
�Usted se ha declarado un seguidor de la Tercera Vía. ¿Qué opina del hecho de que un presidente también identificado con la Tercera Vía, como el brasileño Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, esté apoyando a Fujimori?
�A Fernando Henrique Cardoso lo conozco desde las canteras académicas en los años setenta. El viene de Aníbal Pinto, viene de la teoría de la dependencia, es un hombre de avanzada. No logro entender, tal vez porque no tengo todos los elementos de juicio, por qué un presidente con esa trayectoria, de un país con un peso relativo importante en la región, pueda apoyar una dictadura.
�¿Le sorprendió la actitud de Uruguay en apoyo a Fujimori en la OEA?
�Me parece increíble que un país como Uruguay apoye una dictadura.
�Usted ha anunciado que impedirá la juramentación de Fujimori el próximo 28 de julio, ¿cómo piensa hacer eso?
�Haciendo uso del bloque parlamentario de la oposición y de los peruanos que se van a movilizar a Lima. El 26 de julio movilizaremos entre tres y cuatro millones de peruanos desde los cuatro suyos (puntos cardinales) para impedir que juramente un gobierno ilegítimo.
�Ha mencionado un gobierno de transición como una posible salida, ¿cómo llegar a un gobierno de este tipo?, ¿declarando la vacancia de la presidencia en el Congreso o vía un golpe militar?
�Ninguna de esas dos opciones está descartada. Hay otras opciones, como que al ser declarada inválida la elección de Fujimori, después del 28 de julio el gobierno transitorio puede surgir de una recomendación de la comunidad latinoamericana o mundial, para que en un plazo de seis meses convoque a elecciones.
�¿Este eventual gobierno transitorio debería llamar elecciones para la segunda vuelta con usted y Fujimori, elecciones presidenciales abiertas o elecciones generales incluidas las parlamentarias?
�El objetivo central es una nueva elección presidencial en la que Fujimori no participe. Podría llamarse a elecciones generales o, para no crearles problemas a los congresistas que han sido elegidos, sólo presidenciales. Ambas opciones son viables.
�¿Existe la posibilidad de una salida a la manera que fue alejado el presidente ecuatoriano Abdalá Bucaram, declarando la vacancia de la presidencia por incapacidad moral de Fujimori?
�Es una alternativa democrática no descartada. No habría problema alguno para descalificar moralmente a Fujimori. Ya que ha mencionado el caso de Ecuador, déjeme decir algo por primera vez: yo no descarto que crecientemente de aquí a julio pueda forjarse un escenario parecido al que vivió Ecuador recientemente.
�¿Qué opina del apoyo que la Confiep -.el gremio que reúne a los empresarios de todo el país� le ha dado hoy a Fujimori?
�Hay algunos empresarios a los que le ha dado el síndrome de Estocolmo y se enamoran de sus secuestradores. Hay que ver cuánto refleja la posición del segmento empresarial, cuán representativo es ese comunicado.
�En un eventual gobierno suyo ve a Fujimori como un ex presidente descansando en el extranjero, según ha propuesto usted más de una vez, o lo ve como un ex mandatario sometido al Poder Judicial para responder a las acusaciones de corrupción y violaciones a los derechos humanos que pesan sobre él?
�Mi responsabilidad será construir un Poder Judicial absolutamente independiente y todos tendrán que responder a la Justicia. Antes de irse, que responda a ese Poder Judicial.
�¿Cuánto tiempo cree que duraría el gobierno de Fujimori?
�Fujimori le hace mucho daño al país. Así se instale, el suyo será un gobierno que carezca de legitimidad y será una fuente permanente de inestabilidad política, y eso no le permitirá resistir ni un año.
�Usted ha dicho que desde ahora Fujimori es un dictador, ¿pero es un dictador desde este 28 de mayo o desde que dio el golpe de estado el cinco de abril de 1992?
�Fujimori es un dictador desde que nació. Fujimori tiene un entorno absolutamente peligroso, dictatorial, amoral.
|
