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MURIO EL MITICO COMPOSITOR Y PERCUSIONISTA TITO PUENTE
Era el auténtico rey del mambo

Tenía 77 años y su legado artístico incluye 120 discos, la participación en el film �Mambo kings�, y un himno, �Oye como va�, conocido mundialmente por la versión de Santana.

Tito Puente fue el primer músico latino de fama internacional.
En sus cincuenta años de trayectoria, obtuvo cinco Grammys.


Por Fernando D�Addario

t.gif (862 bytes) En un país como la Argentina, con una cultura rock que recién en estos últimos tiempos empezó a congeniar con los calores y colores caribeños, no sorprende que el hit �Oye como va�, popularizado hace treinta años por Carlos Santana, haya pasado de generación en generación sin que la mayoría de la gente supiese quién lo había compuesto. El autor era Tito Puente, un hombre de sonrisa generosa y talento indiscutido, que murió anteanoche en Nueva York, a los 77 años, en medio de una operación cardiovascular que no pudo resistir. 
Su legado artístico, amasado a través de 50 años de trayectoria, podría �sintetizarse� con un dato: grabó 120 discos (la muerte lo privó de ver en las bateas su último trabajo, registrado junto al pianista Eddie Palmieri), una cantidad que excede cualquier intento de análisis global, pero que resulta garante de un mote que fue revalidando año tras año, disco tras disco: �El rey del timbal�. Mucho antes de que se canonizara mediáticamente la irrupción latina en el mercado musical estadounidense, Tito Puente ya era una estrella. Percusionista, compositor, director de orquesta, canalizó el sueño de millones de portorriqueños que llegaron a Nueva York en las primeras décadas del siglo pasado.
En rigor, él nació en el mitológico Harlem, en los durísimos años 20, pero sus padres habían emigrado de Puerto Rico, hecho que lo convirtió para siempre, más allá de los documentos, en un boricua que �llegó�. Su histrionismo para tocar los timbales y moverse al compás del mambo y el cha cha cha, combinado con sus refinados coqueteos jazzeros, cimentó un milagro artístico al que pocos acceden: la idolatría popular y la legitimación entre los �entendidos�. Su estrecha relación con artistas de la talla de Dizzy Gillespie y Lionel Hampton, entre otros, fue causa y consecuencia de un hibridaje musical que se dio en llamar �latin jazz�. 
Tito tenía las herramientas conceptuales y genéticas para abordar con éxito una mixtura que sólo podía explotar allí, en New York. Había crecido durante la denominada �Jazz Age� escuchando a las Big Jazz Band, pero atento también a los boleros y pendiente de los musicales que recorrían la televisión de entonces. A los siete años comenzó a tocar el piano y a los 17 ya era considerado un prodigio dentro del barrio, ya que dominaba con naturalidad el timbal, el saxo, el clarinete y la marimba. A los 19, cuando comenzaba a alternar en orquestas dirigidas por portorriqueños, percibió hasta qué punto, el boricua de barrio bajo se convertía burocráticamente en americano si las circunstancias lo exigían: fue reclutado por la marina de guerra de EE.UU. y aparentemente se mostró idóneo en materia castrense, ya que al licenciarse recibió un reconocimiento oficial por su participación en nueve batallas. De regreso a casa, estuvo atento a otra clase de reconocimientos. Estudió en la prestigiosa escuela de música neoyorquina, Julliard, aprendizaje que le permitió armar con dignidad su primer conjunto: �The Picadilly boys�. 
En los años 50, álbunes como Cuban Carnival, Puente goes jazz, Night beat y Dancemania acompañaron una invasión musical de Cuba en los Estados Unidos, que en la década siguiente se intentaría �retribuir� con invasiones de otro tipo. Consolidada esta tendencia, los 60 fueron testigos de varios �matrimonios� por conveniencia, como los que lo unieron artísticamente con exiliadas del castrismo: Celia Cruz y la Lupe, dos de las artistas con las que recorrió el mundo gracias a �Fania�, primero y a �Fania All Stars�, después. En los últimos años solía vérselo en su restaurante de City Island, en el Bronx, donde actuaba los fines de semana que no tenía otros compromisos profesionales. Para el segundo semestre del 2000 tenía previsto un tour alrededor de todo el mundo, pero con base en Europa, territorio que conquistó con sus escarceos jazzísticos y, últimamente, con el nuevo boom latino que él miraba de soslayo. 
La estatura musical de Puente también podría explicarse a partir de los cinco Grammys que obtuvo en distintas categorías, un honor que no ha sidoigualado por ningún otro latino. El año pasado, la Universidad de Columbia le otorgó un doctorado honoris causa, un reconocimiento del mundo intelectual y académico norteamericano, que se sumó a un doctorado en Artes y Ciencias y una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
El cine también reclamó su carisma. En 1987 interpretó un pequeño papel en Días de radio, de Woody Allen, donde dio vida a su amigo Xavier Cugat. También se lo vio en Armed and extremely dangerous, donde intervino junto a John Candy. Pero su reivindicación definitiva en el celuloide llegó gracias a Mambo Kings, la película-homenaje en la que hizo de sí mismo, el �rey del mambo�. En 1997, con motivo de su 50 aniversario como músico profesional, la casa discográfica RMM (capitaneado por su amigo y también exitoso Ralph Mercado, uno de los inventores de la �salsa�, otro de los términos que Tito aborrecía) editó una caja de tres discos compactos llamada 50 años de swing, donde se incluyen todos los géneros que el artista supo cultivar: jazz latino, salsa, swing, mambo. Ninguno de ellos, no obstante, alcanzó para seducir el paladar del público argentino, al que Puente intentó conquistar en numerosas ocasiones (una de ellas hace cinco años, en una suerte de embajada salsera que compartió con Celia Cruz, Marc Anthony y José Alberto �El Canario�, entre otros), sin éxito, más allá de esa suerte de legado anónimo materializado en �Oye cóoo va�. 


La música está de luto

Celia Cruz resolvió suspender el show que tenía previsto ofrecer hoy en el Luna Park, en señal de luto por el fallecimiento de Tito Puente. Cruz envió una carta a la familia de Puente, en la que expresó: �Hemos perdido lo más grande que ha dado la música latina. Siento mucho no estar allá, por el compromiso que tengo en esta ciudad (por Buenos Aires), pero me uno al dolor de su esposa e hijos y junto a mi Pedro (el esposo de la cantante)�. Las localidades para hoy podrán ser canjeadas para la función de mañana en otras ubicaciones o se podrá solicitar la devolución correspondiente. El duelo popular ante la muerte de Puente fue institucionalizado por el gobernador de Puerto Rico, Pedro Rosselló, que decretó tres días de luto nacional. También el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, manifestó su pesar por el fallecimiento del �rey del mambo�, a quien caracterizó como �más que un músico, un pionero�.

 

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