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Los financistas y José Luis Machinea coincidieron ayer en sentir alivio y excitación. Desahogo porque todo hace prever que la Reserva Federal (banca central de Estados Unidos) no subirá la tasa de interés de corto plazo en su próxima reunión, a fin de mes. Entusiasmo porque, precisamente, con esa perspectiva las jornadas por venir no serán tan angustiantes para ellos como las vividas en las últimas semanas. En estos días se fue creando el consenso en la city de que la economía americana se estaba frenando. Y ayer se conocieron dos datos que terminaron por convencer a los analistas de esa posibilidad: el índice de desempleo subió dos décimas en mayo y se situó en el 4,1 por ciento; y los pedidos industriales experimentaron una fuerte caída durante abril, la mayor de la última década. Esas dos estadísticas provocaron que se desate ayer una fiesta bursátil en las principales plazas mundiales. En lo que importa a Buenos Aires, las acciones líderes subieron 6,1 por ciento, en tanto los bonos cotizaron con firmeza, con alzas de hasta casi el 3 por ciento. Hacía muchas ruedas que los corredores no sentían tanta satisfacción. Precios en alza y volumen creciente. Los negocios pactados en la rueda alcanzaron los 51,2 millones de pesos, culminando con un balance de 68 alzas, 8 bajas y otras 10 empresas sin cambios. Tanta adrenalina que corrió ayer por el edificio de 25 de Mayo y Sarmiento tuvo su origen en la idea que se instaló en el mercado de que la FED no tocará la tasa o, si lo hace, será la última y apenas un cuarto de punto. Ante ese horizonte, la estrategia de inversión pierde incertidumbre puesto que en un escenario de tasas planchadas los capitales saldrán a la búsqueda de rentas atractivas en los mercados bursátiles. El camino empieza por Wall Street �ayer el Dow Jones trepó 1,3 por ciento y el Nasdaq creció 6,4 por ciento� y continúa hacia los mercados emergentes de la región, con México y Brasil como preferidos. Al respecto, la primera de esas plazas avanzó 7,3 por ciento, mientras que San Pablo culminó con un saldo positivo del 5,0 por ciento. Después, en el ranking de recintos favoritos, aparece Buenos Aires. Con pocos papeles importantes cotizando, el mercado local se ha vuelto poco atractivo para los financistas. Más firme se desarrolla la plaza de bonos, ya que al disponer el Gobierno de un fortísimo ajuste fiscal desapareció el miedo a la posibilidad de incumplimiento de los compromisos de deuda. Así los títulos públicos marcaron el buen clima que prevaleció en la city, destacándose los Globales 2027, que repuntaron 2,7 por ciento. Por su parte, en el panel líder sobresalieron los repuntes de Telecom, con una suba del 14,9 por ciento y Siderar, al crecer 10,9, La alegría no fue sólo para los operadores. Machinea también tuvo licencia para sonreír. La alternativa de que se frene la tendencia al alza de la tasa internacional le ofrece un escenario menos complicado en el frente externo y fiscal. Después de varios meses de recibir pálidas, esa posibilidad es la primera a favor que tiene. Entusiasmado, ordenó instrumentar una operación de canje de títulos de deuda a través de Internet, que comenzará el miércoles próximo. El Gobierno ofrecerá un nuevo bono global a 15 años de plazo a cambio de bonos Brady. El objetivo de Economía con el canje es hacer caja, generar una ganancia fiscal y extender los plazos de vencimiento de los títulos. La ganancia financiera que esperan obtener con esa operación permitirá que las cuentas públicas de este mes terminen en superávit. Así, los �Machi�s boys� dormirán contentos. Y no tendrán pesadillas con los auditores del FMI.
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