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Por Washington Uranga  Mientras en Buenos Aires el obispo Jorge Casaretto, presidente de Cáritas, calificó de �poco humilde� al secretario de Pastoral Social del Episcopado, Guillermo García Caliendo, y lo acusó de �haber asumido un papel en nombre de la Iglesia para el cual no tenía ninguna delegación�, anoche en Córdoba circulaban insistentes rumores en el sentido de que el cardenal Raúl Primatesta, presidente de Pastoral Social, no le habría aceptado la renuncia a su hombre de confianza. La versión, que no pudo ser confirmada, indicaba que Primatesta directamente habría desestimado considerar la dimisión.La intervención de García Caliendo como orador en el acto organizado por la CGT disidente estuvo seguida por una rápida reacción del Episcopado que, a través de un comunicado emitido el jueves, �deploró� el �abuso de confianza� del secretario ejecutivo de Pastoral Social, entendiendo que carecía de autorización para hablar en nombre de la Iglesia. Poco después de conocida públicamente la desautorización episcopal, el propio García Caliendo se comunicó con un medio periodístico para adelantar su renuncia, argumentar que �me castigan por decir lo que me enseñaron� y agregar que la Iglesia �parece más aferrada a las oportunidades y conveniencias que a la verdad misma�. Hablando ayer en conferencia de prensa convocada para anunciar la colecta anual de Cáritas, Casaretto quiso restarle importancia al episodio diciendo que García Caliendo �no era tan importante como para hablar de él� no obstante lo cual criticó la falta de humildad que a su juicio se expresa en los términos en los que inicialmente se conoció la renuncia �ya que él más bien reivindica lo que hizo�. Por otra parte, el obispo de San Isidro cuestionó el llamado a la �desobediencia fiscal� lanzado por Moyano. �No me gusta que se le pida a la gente que no pague impuestos porque los primeros perjudicados son los pobres�, dijo Casaretto, y agregó que �normalmente cuando una persona se viene a confesar y dice que no paga los impuestos, lo consideramos un pecado�. Casaretto anunció también que los obispos católicos dedicarán su segunda asamblea del año, a celebrarse en noviembre, a discutir sobre la acción de la Iglesia en el campo social. Según Casaretto, éste es un debate �pendiente� entre los obispos que debe darse a fin de determinar una estrategia común del cuerpo episcopal. Consideró también que desde el punto de vista interno ello resulta ahora posible porque la discusión �forma parte de un contexto de la Conferencia Episcopal Argentina donde, en estos últimos años, hemos ganado mucho en comunión y donde hay un lenguaje interno mucho más afín, mucho más común entre nosotros�. Casaretto admitió que �la respuesta social siempre es muy difícil� porque �en el tema social ha habido problemas ideológicos y distintas visiones que incluso dividieron, en otras épocas, a los cristianos, a los católicos y a la sociedad�. El episodio de García Caliendo no hizo sino poner en evidencia discrepancias internas entre los obispos respecto del modo de presencia de la Iglesia en el campo social y desnudar los cuestionamientos que existen desde hace mucho tiempo a la concepción que tiene el propio cardenal Primatesta de concebir el trabajo de Pastoral Social. De allí también la importancia del anuncio respecto de la decisión episcopal de abrir el debate sobre este tema. Haciendo una reflexión sobre la propia situación interna del Episcopado católico, Casaretto dijo que �creo que hoy (los obispos) estamos en una posibilidad mayor de encarar toda esa diversidad en orden a que se crezca en comunión y no se cree división en la Iglesia. Me parece que ése es el motivo por el cual están dadas las condiciones para que este debate (sobre la pastoral social de la Iglesia) se pueda hacer bien�.
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