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OPINION

Ajuste: ¿Gasto o ingresos?

Por Ernesto López *

El menemismo en retirada dejó dos amenazantes y activas cargas de profundidad; un fenomenal aumento de la deuda externa estatal y un también fenomenal aumento del gasto público federal. Como consecuencia de ello, el déficit fiscal estimado para el año en curso es del orden de los 10 mil millones de dólares (cifra verdaderamente escalofriante). Así las cosas, el gobierno actual se ha visto inevitablemente obligado a buscar algún equilibrio de las cuentas públicas. De aquí el último paquete de ajuste que pivota sobre el componente �gasto� de aquel equilibrio. El debate en curso y las líneas de acción tendidas parecen haber aceptado el convite implícito en los últimos lineamientos oficiales. Con la ayuda de los siempre listos voceros de la city el gasto público ha quedado convertido en el demonio. Desde la trinchera de enfrente, por el contrario, se condena las agencias internacionales nada más (con lo cual el debate tiende a no abandonar el plano del gasto).
Como consecuencia de esto se está construyendo un equívoco. Es verdad que se gasta mucho y mal. Pero estructuralmente, de fondo, el problema de equilibrio fiscal argentino depende hoy mucho más de la crónica insuficiencia de los ingresos públicos que de las exageraciones del gasto. Hace pocos meses el hoy renunciado Silvani reconoció que la evasión impositiva representa, anualmente, alrededor de 25 mil millones de dólares (sí, leyó bien, 25 mil millones). La Aduana, por su parte, deja de percibir alrededor de 8 mil millones anuales por contrabando o maniobras de sobre y/o subfacturación, según han hecho público legisladores que integran la comisión que investiga la llamada �aduana paralela�.
Con estas cifras a la vista �y teniendo en cuenta que el presupuesto nacional no supera a los 55 mil millones de dólares� se puede entender fácilmente por qué sostengo que el problema es más de los ingresos que del gasto. Esta incapacidad recaudadora del Estado nacional es actora central del drama del desbalance fiscal. Para decirlo groseramente: con esta reiterada y bajísima performance en materia de ingresos no hay Estado que aguante.
Quizá no esté de más recordar que en 1880, con el triunfo de Avellaneda/Roca contra Tejedor, se nacionalizó la renta aduanera del puerto de Buenos Aires y se resolvió la primera organización estatalnacional argentina. En cualquier caso, conviene no confundir los términos actuales del problema. De lo contrario, perderemos peligrosamente el rumbo.
* Vicerrector de la Universidad Nacional de Quilmes.

 

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