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Un caso que ahora también suma amenazas telefónicas

La madre de Natalia Fraticelli había amenazado un mes atrás al hijo de un juez. Ahora, las intimidaciones volvieron a la casa del magistrado. También hubo amenazas en un remisería. Ayer, la chica hubiera cumplido 16 años.


Por Carlos Rodríguez
Desde Rufino
t.gif (862 bytes) Para sorpresa de muchos, en las últimas horas volvieron a producirse amenazas telefónicas contra Carlos Chasco, miembro de la Cámara de Apelaciones en lo Civil de Venado Tuerto. Los llamados intimidatorios fueron similares a los que recibió la familia a principios de mayo y que, en ese momento, fueron investigados por el hoy imputado juez Carlos Fraticelli, quien llegó a una insólita conclusión: habían sido realizados desde el teléfono de su propio domicilio. En aquella oportunidad, luego de idas y venidas propias de la muy curiosa derivación, la que terminó confesando ser autora de las intimidaciones fue María Graciela Dieser, esposa del juez interviniente y detenida ahora por el crimen de su hija Natalia Fraticelli. Un laberinto que sirvió también para llegar a una referencia extra: la relación de la pareja que está sospechada de filicidio era �tumultuosa� y por esa razón dormían en camas separadas, como dos extraños.
Como la tristeza no tiene fin, las nuevas amenazas �se cree que podrían tener relación directa con el avance en la investigación del crimen� se conocieron el mismo día en que Natalia cumpliría sus 16 años. Desde temprano, el panteón del cementerio local donde está el féretro con el cuerpo de la chica fue visitado por personas de todas las edades. Por la tarde, en la Escuela Técnica nº 286, donde la víctima hacía un curso de peluquería, sus 25 compañeras la recordaron plantando un rosal blanco, �símbolo de pureza�. 
En nombre de todas habló Rosa Díaz, quien dijo que las flores, que crecerán junto a la ventana más cercana al banco donde se sentaba Natalia, servirán para recordarla �tal como era, clara, tranquila y sobre todas las cosas, inocente�. Por la noche, Natalia fue recordada durante una misa que se realizó en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes. La homilía estuvo a cargo del presbítero Carlos Gonzalo, que esta vez se limitó a orar por Natalia �para que descanse en paz en su vida eterna, que nadie le podrá quitar�. Todas las miradas y las lágrimas estuvieron dirigidas hacia Franco Fraticelli, quien acompañó a Gonzalo como monaguillo.
Anoche, sin que se encontrara una explicación lógica, volvieron las amenazas contra la familia del camarista Carlos Chasco. �Esto puede ser muy grave o una broma siniestra�, estimó una fuente vinculada a la investigación. En forma paralela, aunque sin ninguna justificación aparente, también se recibieron llamados intimidatorios en la remisería América, de Rufino. Un coche de esa empresa fue el que llevó a Natalia, junto con su amiga Jessica Bustamante, a una fiesta de cumpleaños donde finalmente le negaron el acceso a la joven Fraticelli, porque no tenía invitación. El móvil las llevó de regreso a la casa del parapsicólogo Jorge Bustamante y a las 21, Natalia volvió a su domicilio, acompañada por Jessica. Fue la última vez que la vieron con vida.
Las primeras amenazas a los Chasco fueron investigadas por el fiscal Tomás Orso, que muy rápidamente le elevó un informe al juez de la causa, Carlos Fraticelli, que a su vez virtualmente �cajoneó� la evidencia por muchos días, al comprobar que la información lo colocaba en offside. Igual llegó la hora de la verdad y su propia esposa, Graciela Dieser, admitió ser la autora de las intimidaciones, dirigidas al hijo adolescente de los Chasco. Amigas de Natalia reconocen que la chica era afecta a realizar bromas telefónicas, pero todo indicaría que las amenazas fueron realizadas por la madre. La investigación tensó la relación entre las dos familias y desnudó la inestabilidad del matrimonio Fraticelli. Ayer, en la causa por el crimen, hubo algunas novedades. Prestaron declaración testimonial dos mujeres: Ninfa Martín, la mamá del kinesiólogo Edgardo Martín, sospechado de ser el �tercer hombre� en el homicidio, y la profesora de gimnasia Mirta Helguera, presunta amante del juez Fraticelli. El propio magistrado, en la Clínica Santa Fe, sostiene ante quien lo quiera oír que la noche del crimen cometió �la locura de ir a un hotel con una mujer�, que sería Helguera. Además, se confirmó lo adelantado por Página/12: el juez Carlos Risso fue recusado por la defensa de Dieser, lo que plantea otra posible demora en el proceso judicial. 

 

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