Por Washington Uranga
Durante todo el día de ayer siguieron circulando en medios eclesiásticos rumores acerca de que el cardenal Raúl Primatesta rechazaría la renuncia presentada por el laico Guillermo García Caliendo al cargo de secretario ejecutivo de Pastoral Social. Lo cierto es que el arzobispo emérito de Córdoba y titular de Pastoral Social todavía no ha tomado una definición al respecto. A Primatesta lo une una relación muy cercana y personal con García Caliendo, a quien considera un hombre de su extrema confianza, y por este motivo se ha mostrado muy dolido con el comunicado de la Conferencia Episcopal .�expresamente avalado por la Comisión Ejecutiva encabezada por el presidente Estanislao Karlic�., en el cual se desautorizó y �deploró� la actitud adoptada por el secretario de Pastoral Social al hablar esta semana en el acto de la CGT disidente de Hugo Moyano. Primatesta tomó la decisión de enviar a García Caliendo bajo �su responsabilidad� al acto de protesta y ahora siente que la desautorización que la cúpula del Episcopado hace de su delegado lo roza directamente, aunque en términos formales el comunicado de la Conferencia Episcopal lo haya liberado de toda responsabilidad.
Como ha sido su costumbre en situaciones similares, Primatesta decidió no hablar con nadie. Ninguno de los obispos de la Comisión de Pastoral Social, integrada por Jorge Casaretto, Rafael Rey, Marcelo Melani, José María Arancedo, Néstor Navarro y Ramón Staffolani, fue consultado directamente sobre todo este episodio. Se enteraron por los diarios que García Caliendo iría como �observador� al acto de Moyano, con la misma sorpresa vieron por televisión al secretario de Pastoral Social arengando desde el palco de la Plaza de Mayo y ahora conocen los rumores, que emergen del propio entorno de García Caliendo, en el sentido de que la renuncia no sería aceptada. Durante el jueves y el viernes tampoco los miembros de la Comisión Ejecutiva del Episcopado lograron un diálogo directo con el cardenal cordobés.
Ayer, mientras se conocía en Buenos Aires una declaración de apoyo a García Caliendo por parte de la CGT disidente, en Córdoba trascendió que el texto de la renuncia presentada por el secretario de Pastoral Social está lejos de ser categórico. �Yo le pido sinceramente que acepte mi renuncia�, dice García Caliendo en carta dirigida a Primatesta. En la nota sigue sosteniendo su convicción de no haber incurrido en error alguno pero admite que �otros obispos� puedan considerarlo así. �Estos no son los términos de una renuncia�, rezongó un obispo en diálogo con Página/12.
Los esfuerzos de muchos obispos están centrados ahora en reunir a la Comisión de Pastoral Social en pleno para que todos los temas se discutan en ese espacio y se tomen decisiones. Sobre todo teniendo en cuenta que las Jornadas de Pastoral Social, de las que deben participar obispos, dirigentes políticos, sociales, sindicales y empresarios, están convocadas para realizarse en Mar del Plata entre el 16 y el 18 de junio próximo y que el problema interno debería estar definitivamente resuelto para entonces. La dificultad está en convencer a Primatesta para que cite a la reunión de la Comisión, dado que no existe un mecanismo formal que lo obligue. No pocos coinciden en que, a corto o mediano plazo, este episodio culminará con el alejamiento del anciano cardenal Primatesta (81 años) de la presidencia de Pastoral Social.
En el más alto nivel del Episcopado existe gran preocupación por las consecuencias que pueda provocar esta situación en relación con la estrategia planteada por los obispos para dialogar con todos los sectores y aportar a la construcción de consensos sociales por encima de las diferencias políticas. �Esto nos perjudica y mucho�, dijo una alta fuente episcopal consultada por Página/12, �porque desvía la atención del punto central que es la enorme inequidad que la Iglesia está denunciando y puedeinducir a una lectura que reduce todo a una disputa interna entre obispos por diferencias políticas�.
En verdad, pocas veces en la historia reciente la Iglesia argentina estuvo tan vinculada a la actualidad periodística y política como en las últimas semanas. La decisión episcopal de involucrarse en álgidas cuestiones sociales tiene mucho que ver con ello. Algunos obispos utilizan la expresión �genocidio social� para describir lo que ocurre con un gran sector de excluidos. La Iglesia Católica, la institución con mayor presencia nacional, ausculta esta realidad y los obispos no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados. �Alguien puede decir que los obispos estamos lejos de la realidad, pero Caritas tiene 25 mil voluntarios que comparten con la gente y nos cuentan a diario lo que sucede�, dijo hace pocos días Jorge Casaretto. Allí reside una de las claves. A través de su propia red de parroquias, capillas y voluntarios, la Iglesia tiene una encuesta permanente de la situación social y el diagnóstico que se hace es preocupante.
Para algunos, entonces, las razones vienen desde afuera: la crisis social, por sí sola, empuja a la Iglesia y a sus obispos a este compromiso. Para que esto ocurra tiene que haber sensibilidad frente a los problemas. En tiempos no muy lejanos la misma estructura eclesiástica que hoy se hace eco de las demandas permaneció inmóvil ante violaciones por lo menos tan graves como las que hoy se verifican. Ahora es distinto y esto habla de un cambio de actitud del cuerpo episcopal a favor de un mayor compromiso con relación a los problemas que aquejan a la sociedad.
Hay que decir también que ha cambiado la conformación de la jerarquía católica. La mayoría del cuerpo episcopal exhibe hoy posturas teológicas, políticas y sociales acordes con la democracia y con la búsqueda de la justicia social. Karlic y el equipo que lo secunda pretenden que el �servicio de la Iglesia�, como prefieren llamarlo, esté destinado a encontrar alternativas para los excluidos y con la participación de ellos mismos y buscando el compromiso de todos los sectores. Por eso, dicen, podemos denunciar la �enorme inequidad� del sistema y dialogar con el Gobierno, la oposición y los gremialistas críticos al mismo tiempo, buscando no embanderarnos con nadie. La mayoría de los políticos diría que esta pretensión es imposible. La conducción del Episcopado sigue apostando a ello y sostiene que esa es la mejor contribución que los obispos pueden hacer hoy a la sociedad argentina.
La solidaridad de los rebeldes
La CGT rebelde que encabeza Hugo Moyano se solidarizó ayer con el secretario de la Pastoral Social, Guillermo García Caliendo, quien presentó su renuncia tras las críticas que recibió de la Iglesia por haber sido uno de los oradores de la marcha del viernes pasado, en contra del ajuste y de las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI). En un comunicado difundido ayer, que lleva las firmas de los dirigentes Hugo Moyano y Julio Piumato, la CGT disidente también agradeció al titular de la Pastoral Social monseñor Raúl Primatesta por el apoyo recibido para una jornada como la del 31 de mayo, �donde pretendimos dar testimonio para recuperar la identidad nacional y nuestra dignidad como Nación y como pueblo�. El apoyo de la CGT disidente a García Caliendo llega a pocas horas de la renuncia que el secretario de la Pastoral Social presentó ante el cardenal Primatesta, quien a pesar de las críticas provenientes de la cúpula de la Iglesia, no habría aceptado hasta el momento la decisión de su colaborador. |
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