Por Carlos Rodríguez
Desde Rufino
Los 18.000 habitantes de esta ciudad se niegan a terminar de aceptarlo, pero el matrimonio compuesto por el juez Carlos Fraticelli y María Graciela Dieser está acusado de haber cometido filicidio contra su hija Natalia, de 15 años. El padre, que se declara inocente ante sus amigos y admite que su mujer puede haberla asesinado �en un brote de locura�, aparece en el centro de la escena, aunque podría haber encubridores o partícipes necesarios. Una de las contradicciones de Fraticelli es haberle dicho al médico Hugo Costa que la víctima tenía las manos atadas. ¿Cómo es posible, entonces, que apareciera sobre la cama con su brazo izquierdo levantado, atravesándole el pecho, y la mano apoyada en la almohada, al lado de su cabeza, y con el brazo derecho extendido, en forma paralela al cuerpo? Si las tenía atadas �el juez Carlos Risso no cree la versión� ¿por qué estaban tan separadas una de otra? Podrían haber movido el cuerpo para hacer un intento de reanimación, pero luego lo dejaron bien acomodado, para la foto, simulando una muerte súbita, sin sobresaltos y sin crimen de por medio.
Las fotos publicadas por la prensa, con un pañuelo de cuello sobre el cuerpo de la víctima, una bufanda en el suelo y dos bolsas de plástico de color verde con las que se habría tapado el rostro de la niña, según el relato de Fraticelli a Costa, parecen armadas. El o los autores cometieron el crimen y después armaron la escena para simular una �muerte natural�, pero faltó quien le pusiera la firma al certificado de defunción y entonces se buscó la variante del robo seguido de muerte o una supuesta venganza, que tampoco terminó de cerrar y que dejó al matrimonio al desnudo. Y por eso se secuestraron los negativos al fotógrafo contratado por la policía, para saber si hay tomas que muestren elementos que ahora no aparecen.
Ayer, durante más de dos horas, el juez Risso estuvo recorriendo la planta alta de la casa de San Juan 340, buscando datos que puedan cerrar su teoría sobre cómo ocurrieron los hechos y que él mismo se encargó de relatar a la prensa al punto de quedar al borde de la recusación por adelantar opinión sobre un hecho que está en plena etapa de instrucción. �La mataron porque estorbaba los planes futuros de la familia�, fue la argumentación de Risso, quien parece dudar sólo en lo que respecta a la participación de una tercera persona. El juez tuvo que llamar a un cerrajero para abrir una puerta de difícil acceso. Busca un frasco con medicamentos que explicarían la escasa resistencia que ofreció Natalia antes de morir. Y otros elementos que hayan podido contribuir a sofocarla, tapándole la boca y la nariz al mismo tiempo, mientras le apretaban la garganta. La bufanda y el pañuelo hallados parecen no tener rastros de haber sido usados para matar.
También sigue buscando en celulares y teléfonos los rastros de una noche agitada. ¿Quién encontró muerta a Natalia? La mamá dice que fue ella, pero el juez Víctor Pautasso declaró a una radio que Fraticelli dice lo mismo. La muerte se habría producido entre las tres y las cuatro de la mañana. Costa dijo que llegó después de las 8.15 y que el cuerpo tenía �cierta rigidez�. La madre aseguró que lo encontró �a las 8.30�. Hay una diferencia que podría surgir del error de alguno de ellos, pero ¿cómo hicieron, al intentar reanimarla, para separar tanto las dos manos con brazos que, según Costa, ya tenían cierta rigidez?
La madre le preguntó a Costa si podía haberse suicidado, mientras el padre demostraba saber que sospechaba de un homicidio, porque faltaba el dinero, por las manos supuestamente atadas y por la bolsa de plástico cubriendo la cabeza. ¿Por qué esa contradicción? ¿El padre fue el que llegó primero y sabía más que la madre? En esos primeros momentos, Fraticelli tiró varias hipótesis: el robo seguido de muerte, la venganza(�me la pusieron, me la pusieron�, le escuchó decir Costa) y también el filicidio. �La mató Graciela junto con el kinesiólogo� �Edgardo Martín� fue lo que dijo haber escuchado el comisario Jorge Villalba, según le contaron a este diario dos abogados del fuero local.
Es cierto que Villalba deja algunas dudas (ver nota aparte), al igual que el comisario Ricardo Milisic, quien en la tarde del domingo 21, a poco más de 24 horas del crimen, desechó la posibilidad de una venganza por la actividad de Fraticelli. Si la policía estaba tan segura de que el crimen fue cometido por los que estaban dentro de la casa (nunca hubo cierre de rutas ni búsqueda de asesinos externos), por qué el juez Pautasso recién ordenó la detención de la mujer el miércoles 24. �Llevo una carga muy pesada�, confesó Pautasso a los periodistas locales cuando decidió alejarse de la causa por su amistad con los Fraticelli. ¿Por qué no renunció antes?
El otro médico que estuvo en la casa, Juan Carlos Maggi, afirmó que lo apuraron para que hiciera la autopsia, aunque él ni siquiera estaba habilitado porque es obstetra y todavía no terminó sus estudios para actuar como forense. Sólo asistió como ayudante a 15 autopsias realizadas por otros. Según Maggi, el que apuraba el trámite era Pautasso, aunque hay versiones que indican que el que pedía celeridad era Fraticelli. El juez acusado era un maniático de la limpieza y del orden. �Su mujer era su Chirolita�, dicen algunos vecinos. Por eso Fraticelli está en el centro de la escena y por eso no se anima a salir de la Clínica Santa Fe.
Crímenes, chismes y crueldades
A las 11 del miércoles 24, en su casa de San Juan 340, fue detenida María Graciela Dieser. El periodismo, a pesar de una maniobra de distracción, pudo registrar la última imagen que se tiene de la mujer. Eso fue posible por la seña que le hizo un policía a un destacado periodista local. El uniformado, para no ser descubierto, apeló al oficio mudo. Primero juntó sus manos, como si tuviera puestas las esposas. Luego, recordando una frase de Alberto Olmedo ��la mano es más rápida que la vista�� juntó el pulgar con el índice para formar un triángulo que representaba el sexo femenino. El cronista atento fue el primero en dar la noticia. Y después, buen compañero, avisó al resto.
En los primeros días, la policía disparaba las versiones más estrafalarias sobre los presuntos culpables del homicidio. La más cruel fue cuando decían, sin afirmar nada, que había que pensar en Franco, el hijo mayor de los Fraticelli, porque es �adoptivo y morochito�. El famoso olfato policial.
En Rufino ya hubo otros hechos delictivos similares al que ahora se investiga, pero ninguno tuvo tanta repercusión. El más terrible ocurrió hace unos seis años y destrozó a una familia humilde de apellido Carranza. La madre mató de un hachazo a su marido, un hijo asesinó a la madre y otro hijo ejecutó a su hermano. Por el tercer crimen hay un hombre que todavía está preso. |
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