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  Esta generación de Pumas tiene todas las virtudes para enamorar a la gente. Ayer, en su partido inaugural del milenio en casa, cumplió con una de las prioridades: puso lo que debía en el momento clave �faltaban diez y estaban uno abajo� y ganó calentando el aire y el ambiente. Pichot �el talento, la figura� y los suyos se fueron ovacionados. Da para la esperanza. En una colmada cancha de Ferro Carril Oeste, Los Pumas vencieron a Irlanda por 34-23 en su primera presentación de la temporada. La revancha del Mundial no se produjo, pues la selección argentina de rugby volvió a vencer a los verdes irlandeses como en la memorable jornada del 20 de octubre pasado en Lens. Tal vez el equipo nacional no haya jugado en su mejor nivel, pero en los minutos finales del encuentro, cuando los europeos ganaban por una mínima diferencia, puso todo y logró dar vuelta el marcador de la mano de sus delanteros y de su figura excluyente, el medio scrum Agustín Pichot. Durante la primera media hora, el equipo argentino fue superado por los irlandeses en cuanto a la posesión de la pelota. No funcionó el scrum, los visitantes consiguieron pelotas más claras y de las formaciones móviles salían con mayor rapidez y nitidez. Sin embargo, los albicelestes se mantuvieron en la pelea porque supieron capitalizar las escasas ocasiones que se les presentaron, ya sea vía penales de Quesada o con un try anotado en el comienzo por Corleto y a un brillante rastrón de Pichot. Así, Los Pumas se retiraron al descanso con una mínima ventaja que no reflejaba lo que estaba pasando. Irlanda sacó después provecho de la desconcentración de los backs argentinos y con dos jugadas similares, una culminada por Bishop y otra por el potente centro Rob Henderson, pasaron al frente en el tanteador con diferencias que pudieron haber sido mayores, de no ser por la mala tarde de David Humphreys en su función de pateador. Parecía que el partido quedaba en manos de los visitantes, que por fin iban a cobrarse el desquite de aquella dolorosa derrota. Pero en una jugada aislada, en la que a Ignacio Corleto lo sacaron del campo cuando estaba a centímetros de apoyar, Los Pumas comenzaron a resurgir. Levantaron los forwards que parecían vencidos, sacaron fuerzas de adentro y comenzaron a llevarse por delante al pack adversario. Mejoró Quesada, que hasta ese entonces no había cumplido en la medida de las expectativas, y Pichot terminó de erigirse en figura. Un par de penales del apertura argentino y otro del irlandés dejaron el partido 18-17 en favor de los verdes cuando restaban menos de diez minutos para el final. Pero Los Pumas no decayeron, acentuaron su presión y, tras una buena maniobra, Pichot le sirvió a Méndez un try en bandeja que les permitió inclinar definitivamente el marcador. Un nuevo rastrón del medioscrum argentino le permitió a Bartolucci marcar un try similar al que había logrado Corleto en el comienzo y sellar la victoria definitiva, que desató el júbilo de los 25 mil espectadores enfervorizados que poblaron la cancha de Ferro. El descuento irlandés sobre la hora no modificó ni el resultado ni el balance general: Argentina había sido más.
PARTICIPO EN TODOS LOS TRIES
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