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Argentina venció con lo justo a Bolivia en el Monumental
Gustavo nos salvó del disgusto

Con un gol de Gustavo López a siete del final, el equipo de Bielsa ganó 1-0, pero no gustó. Igual es líder con puntaje ideal.

Por Ariel Greco
t.gif (862 bytes)  La Selección Argentina dio un paso más en su camino al Mundial del 2002. Le ganó con absoluta justicia 1-0 a Bolivia, aunque la imagen que dejó el equipo de Marcelo Bielsa fue muy diferente de la que había mostrado en el partido debut ante Chile. Un zurdazo notable de Gustavo López a siete minutos del final le imprimió algo de lógica al resultado, ya que si bien Argentina dominó la gran parte del partido, recién en el final pudo romper el bloque defensivo que plantearon los bolivianos. Esta victoria le permite a la Argentina liderar las eliminatorias con el puntaje ideal: nueve unidades, tres jugados, tres ganados, 9 goles a favor, 1 en contra.
El equipo argentino salió con la misma disposición que había tenido ante Chile en Buenos Aires. Con tres delanteros bien definidos, con Verón como enlace en la mitad de la cancha, con dos volantes por afuera que intentaban abrir la cancha, con Simeone buscando relevar a sus compañeros, con dos marcadores sobre los delanteros rivales y con Ayala libre en el fondo. Pero de inmediato se notó que el partido iba a ser diferente. Primero, porque Argentina salió más relajada que ante los chilenos, tal vez con una excesiva confianza en que a la larga iba a imponer su poderío. Por eso imprimió un ritmo lento, de toques laterales intrascendentes que les dieron respiro a los visitantes. Y la otra diferencia la propusieron los bolivianos. Si bien los nombres no preocupaban como la dupla SalasZamorano, la actitud que mostró el equipo de Carlos Aragonés fue mucho más ambiciosa que lo que habían exhibido los de Nelson Acosta.
Antes del minuto quedó marcada esa postura. Baldivieso metió un pelotazo para Botero a espaldas de Samuel, Bonano salió apurado a cruzar y lo tuvo que voltear porque el delantero boliviano se iba al gol. A esa llegada le siguieron dos centros-remates de Etcheverry, que preocuparon al arquero argentino. Fue una muestra que después se repetiría a lo largo del partido. A pesar de las limitaciones, Bolivia no se conformó únicamente con defenderse sino que cada vez que pudo buscó inquietar de contraataque. Además, tuvo una virtud importante: los delanteros no se quedaron estacionados arriba sino que bajaron a colaborar al medio para luego aparecer por sorpresa, en especial Suárez. De esa manera, los marcadores argentinos no tenían a quién marcar, ya que perdían la referencia de su hombre. Y por eso Samuel, Ayala y Sensini sufrieron.
De a poco, Argentina fue imponiendo su superioridad. A fuerza de centros y pelotas paradas por las reiteradas faltas de los volantes y defensores visitantes, el equipo de Bielsa fue metiendo a Bolivia contra su área. Sin embargo, casi nunca pudo cristalizar ese dominio territorial en situaciones nítidas de gol. Es cierto que Argentina creó peligro, pero le faltó claridad para llegar. Casi todas las arremetidas fueron confusas, mediante centros o pelotas a dividir. Tanto que las dos más claras de la primera mitad fueron sendos tiros libres de Batistuta y Verón, que desvió muy bien el arquero Fernández.
La historia pareció cambiar en el arranque del segundo tiempo. En esos primeros diez minutos se vio lo mejor del equipo de Bielsa, y en ese tramo sí se asemejó a la producción ante los chilenos. González y Zanetti pudieron imponer el desborde por los costados, Verón se comprometió más con el juego, con lo que clarificó cada ataque, y Ortega apareció más enchufado que en el resto del partido. Claro que ese buen momento no se cristalizó en el marcador porque los delanteros argentinos no tuvieron precisión para definir ninguna de las cuatro ocasiones que se les presentaron durante ese pasaje.
A esa altura, Bolivia ya se había encantado con el 0-0, por lo que las réplicas eran cada vez más esporádicas, situación que se profundizó a partir de la expulsión de Carballo. Pero en la medida en que los del altiplano retrasaban sus líneas y se apoyaban en la seguridad de Fernández, a los de Bielsa los empezaban a ganar las nervios. Habían sido demasiadas las chances desperdiciadas y cada vez quedaba menos tiempo. Incluso el técnico demoró bastante el ingreso de Aimar, tal vez con laintención de no cargarle la presión de salvador que pretendía imponerle todo el Monumental. Hasta que cuando parecía que nadie podría con el Gato Fernández, surgió el zurdazo goleador de Gustavo López para poner tranquilidad y asegurar el triunfo. Un triunfo opaco, pero indiscutible.




Bielsa y un equilibrado análisis del triunfo
�Le faltó brillo, pero le sobró justicia�

Por A.D.B.
Cuando la victoria por 1-0 ante Bolivia ya era historia, el técnico argentino Marcelo Bielsa reconoció que los tres puntos carecieron de “brillo”, y rescató la “paciencia” mostrada por el equipo.
“Creo que el triunfo no fue lucido, pero fue merecido. Nosotros creamos diez o doce situaciones de gol. Merecimos el gol que conseguimos, y el resultado que mejor se hubiera ajustado al partido hubiera sido con una diferencia mayor. Si bien veo claramente que al triunfo le faltó brillo, le sobró justicia.”
“Jugamos un partido con dificultades, pero yo valoro que lo recorrido para elaborar las jugadas de gol no fueron desesperadas sino que fueron equilibradas. Buscamos por abajo y no nos desordenamos nunca.”
“El equipo demostró paciencia, que tenía un proyecto a desarrollar y no lo abandonó. Jugamos del modo que sabíamos que teníamos que jugar, pero no puedo ignorar que la proporción de jugadas resueltas fue menor que en los juegos anteriores. Hubo más intentos que concreciones.”
“Uno de los problemas que tuvimos fue no concretar la cantidad de jugadas que creamos; después nos faltó cambio de ritmo por los costados para haber logrado mayor cantidad de desbordes, que es un aspecto muy importante en este tipo de partidos. También nos faltó la jugada mágica que abre el partido, pero esas jugadas en ocasiones suceden y en otras no.”
“Seguramente tomé la decisión de que ingresen Gustavo López y Aimar más tarde de lo aconsejado. Pero a un jugador como Ortega yo siempre le ofrezco los minutos que sus antecedentes creativos merecen, y creí que el jugador a reemplazar en un primer momento era Ortega. Después reemplacé a Zanetti porque creí que necesitábamos un jugador más ofensivo por ese sector.”
“El tipo de partido que jugamos es uno donde las posibilidades de resolución personal del juego se reducen muchísimo, porque la creación necesita del espacio, y en estas situaciones se achica mucho el espacio. Me parece que la pelota llegó al último tercio del campo con claridad, y en el último tercio nos costó encontrar profundidad. Además, el trámite del partido fue muy cerrado y eso influye en las individualidades.”
“El gol llega sin espacios de tiempo para que el partido se abra; seguramente, si las situaciones que tuvimos antes las hubiéramos concretado, el partido se hubiera abierto y nos hubiera ofrecido mayores posibilidades de aumentar el desnivel.”
“Nos faltó contundencia para cristalizar las situaciones de gol que tuvimos. Jugamos contra un sistema de superpoblación defensiva. Haber recibido dos situaciones de gol en noventa minutos me parece que demuestra un rendimiento aceptable.”

BONANO Y SAMUEL, LOS MEJORES
Pobre producción individual

En el equipo conducido por Marcelo Bielsa, los mejores exponentes en el triunfo ante Bolivia fueron el arquero Bonano, el defensor Samuel y el goleador Batistuta, aunque sin deslumbrar demasiado. El resto no redondeó una tarde feliz en el Monumental.
Bonano (6): El arquero resolvió bien cada vez que tuvo que cortar un avance boliviano. Sus principales intervenciones se produjeron durante los primeros minutos del partido, y la única falla fue una salida innecesaria afuera del área. Demostró seguridad en el juego aéreo, donde Bolivia buscó con más insistencia.
Sensini (5): Durante la primera parte perdió en casi todos los mano a mano con Roger Suárez o con Luis Cristaldo. Se equivocó en la entrega de la pelota a un compañero y provocó varios contrataques visitantes. En el segundo tiempo se afirmó en la marca, y se proyectó por su sector. Estuvo cerca de convertir cuando al tirar un centro casi se le mete al arquero Fernández.
Ayala (5): Respondió bien cuando esperó en el fondo pero fue muy desordenado cuando decidió ir a marcar en la mitad de la cancha. Por arriba fue impasable y tuvo algunas chances de marcar un gol cuando fue a cabecear al área rival.
Samuel (6): Una vez más, lo mejor de la defensa argentina. El jugador de Boca demuestra mucha tranquilidad en cada cruce. No se complicó nunca con la pelota, y la devolvió rápido al compañero más cercano. Pese a su juventud, juega con la experiencia de un veterano.
Zanetti (5): No fue una de sus mejores tardes. Sus habituales escaladas por la franja derecha brillaron por su ausencia. Estuvo muy contenido y casi no se soltó en todo el partido. De esa manera, Argentina perdió uno de sus caminos clave hacia el arco rival.
Simeone (5): Se lo vio demasiado lento en comparación con los dos partidos anteriores. Cuando tuvo que cambiar de frente siempre eligió la zona más poblada de la cancha, y no veía que por el otro sector aparecía un compañero libre. A veces, por su generosidad, se tiraba hacia los costados y el equipo se desordenaba.
González (5): Insistió mucho en sus subidas por la izquierda, pero muy pocas veces llegó a generar peligro. En muchas ocasiones se superpuso con Claudio López. Aportó muy poco en defensa y dejó que los volantes bolivianos aprovecharan sus espaldas. Sólo se acercó al gol con un tiro de media distancia.
Verón (4): Volvió a confundir el camino: en lugar de buscar asociarse con toques cortos tanto con Ortega como con los delanteros, intentó con pases largos y exigidos para los hombres de punta. El volante de la Lazio retuvo demasiado tiempo la pelota, y así el equipo perdió dinámica. Se mostró particularmente egoísta con Batistuta cuando éste le marcaba el pase para que lo habilite. Su punto a favor fue que buscó el arco con disparos desde lejos.
Ortega (5): Se nota que hace más de tres meses que no juega en su club (Parma). Como él no logra adueñarse de los circuitos ofensivos del equipo, Argentina pierde sorpresa de tres cuartos de cancha hacia adelante. Ayer no pudo desequilibrar en el área de Bolivia, y Sandy no tuvo problemas en controlarlo.
Batistuta (6): Junto con Bonano, fue lo más alto que mostró el equipo. El delantero exigió siempre a la defensa boliviana y tuvo varias chances de llegar al gol: las más claras fueron a través de dos tiros libres, uno lo sacó el arquero Fernández y otro dio en el travesaño. Se desmarcó en varias oportunidades para la llegada libre, pero no recibió juego en la misma proporción.
López (4): No terminó bien la mayoría de sus apariciones en ataque. En el primer tiempo logró escapar de la marca de Carballo, pero no tuvo profundidad para inquietar a Fernández. Durante el complemento casi nodesequilibró por su sector, y cuando buscó por la derecha perdió con la marca de Ribera.

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