Carlos Ruckauf salió a criticar con dureza la gestión
económica de la Alianza. Dijo que era una torpeza económica
haber decretado una poda en los salarios de los empleados públicos.
Y que el Gobierno equivoca el diagnóstico cuando apunta
toda su artillería en búsqueda de una reducción del
déficit fiscal. El problema es la falta de empleo y la recesión.
Al equilibrio fiscal se debe llegar con crecimiento, remarcó
el gobernador. La crítica alusión de Ruckauf a las últimas
medidas de ajuste no fue ingenua. Lo hizo al término de una reunión
que mantuvo con la misión del Fondo Monetario, durante la cual
intentó diferenciarse del gobierno de Fernando de la Rúa.
Durante el encuentro de una hora que Ruckauf mantuvo con la delegación
del FMI, encabezada por Teresa Ter Minassian y Tomás Raichman,
el mandatario se mostró contrario a la aplicación de ajustes,
aunque éstos aseguren la disciplina fiscal. Justamente, ese es
el principal argumento de José Luis Machinea. Con las cuentas públicas
en equilibrio, la Argentina será atractiva para los inversores,
disminuirá la tasa de interés y ello abrirá las puertas
a la reactivación de la economía, suelen destacar desde
el Palacio de Hacienda.
Sin embargo, Ruckauf tiene otra percepción. El FMI quiere
que haya equilibrio fiscal y garantía para los inversores. Pero
la mejor garantía es una Argentina en crecimiento, destacó.
Para el gobernador, bajar salarios es malo porque supone caer
en un círculo vicioso: se lleva a cabo un ajuste, disminuye el
consumo, hay menos recaudación, ello hace que no cierren las cuentas
y, por lo tanto, sea necesario un nuevo apretón. La falta
de trabajo y la recesión son los principales enemigos, sostuvo
el gobernador, en contraposición a la lectura que hace Economía
al colocar al déficit fiscal como el gran obstáculo a liquidar.
Frente a los enviados del Fondo, no obstante, Ruckauf no expuso elementos
novedosos, lo que no quita que éstos se constituyan en verdaderos
logros si alguna vez se llevan a cabo con eficacia. Concretamente, el
gobernador le dijo a Ter Minassian y compañía que uno de
los grandes déficit del país tiene que ver con la evasión
fiscal. Se debe hacer el mayor esfuerzo en perseguir a los grandes
evasores, porque en la Argentina hay una especie de red de pesca al revés:
se escapan los grandes y agarran a los chicos, señaló.
Pese a las críticas contra el Gobierno, Ruckauf le pidió
a los delegados del Fondo Monetario cierta dosis de clemencia al momento
de evaluar a la Argentina. Le pedimos que al Presidente se le dé
la posibilidad, tiempo y espacio para lanzar un plan de reactivación,
señaló por último Ruckauf, quien se trasladó
desde La Plata al microcentro porteño para poder entrevistarse
con los técnicos.
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