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ANUNCIO DE BATLLE SOBRE LA NIETA DE GELMAN
Primeros análisis positivos

La muchacha que reside en Uruguay sería la nieta del escritor, pero falta completar los análisis definitivos de ADN.

t.gif (862 bytes)  Análisis genéticos realizados en Uruguay confirmaron que la joven identificada como nieta de Juan Gelman es, con un 99,2 por ciento “de probabilidad”, la niña que María Claudia García Iruretagoyena de Gelman, nuera del poeta, dio a luz a fines de 1976, cuando se encontraba detenida ilegalmente en Montevideo. El presidente de Uruguay, Jorge Batlle, anunció el resultado del estudio de sangre en una conferencia de prensa e informó que hoy viajará a París un especialista uruguayo con los resultados de los análisis, a los que se agregarán contrastes de ADN de otros familiares para alcanzar el 99,7 por ciento, que es lo que se exige judicialmente para una prueba de identidad.
Batlle explicó que los estudios finales en los laboratorios de París, que se realizarán con “asesoramiento de expertos que son `números uno’ en genética y medicina forense en Francia”, llevarán 72 horas. Allí se agregarán los datos de la ex mujer de Gelman, Berta Schubaroff, y la familia de María Claudia García Iruretagoyena. El presidente uruguayo manifestó también que es “fundamental” alcanzar los niveles de certeza exigidos internacionalmente por “si llega a ser voluntad” de la nieta de Gelman cambiar su actual y falsa identidad, que se mantiene en reserva por pedido de la joven.
Los análisis confirmarían científicamente los datos recolectados por Gelman en años de investigación y ratificados por el presidente uruguayo a fines de marzo de este año. Y dejan en evidencia, una vez más, que el antecesor de Batlle, Julio María Sanguinetti, ocultó información –o al menos no se preocupó por buscarla– sobre el nacimiento de la nieta del poeta. “En Uruguay nunca hubo casos de niños secuestrados como en Argentina”, declaró Sanguinetti cuando Gelman le reclamó colaboración en la búsqueda de su nieta desaparecida. El ex presidente uruguayo llegó incluso a negar la existencia del Plan Cóndor, de coordinación entre las dictaduras del Cono Sur. La paciente y prolija investigación de Gelman desmiente todas estas afirmaciones de Sanguinetti.
En julio de 1976 Marcelo Gelman y María Claudia Iruretagoyena –que estaba embarazada de siete meses– fueron secuestrados en Buenos Aires por una patota de la SIDE que comandaba Aníbal Gordon. Ambos fueron llevados al centro clandestino de detención Automotores Orletti, donde operaba un grupo de militares uruguayos. En octubre de 1997 Juan Gelman y su mujer, Mara La Madrid, se enteraron de un dato revelador: había indicios certeros de que una prisionera argentina embarazada de ese centro había sido trasladada a Uruguay. Luego, las pesquisas de Gelman y La Madrid confirmaron que una muchacha, prisionera en un local del Servicio de Información de la Defensa (SID), en Montevideo, había sido llevada en noviembre de 1976 a dar a luz al Hospital Militar.
“Había una mujer embarazada. Se trataba de una mujer joven de aproximadamente unos 25 años, de pelo castaño oscuro, de tez blanca y lozana, de trato muy dulce. Pude comprobar que luego del mes de octubre dio a luz una criatura (no pude saber el sexo) y que fueron trasladados ambos una noche por el teniente coronel Rodríguez y el capitán Arab con destino que desconozco”, declaró el ex soldado uruguayo Julio César Barboza Pla ante el juez español Baltasar Garzón.
En mayo de 1999 Gelman y su esposa llegaron a la certeza de que María Claudia había dado a luz en cautiverio en Montevideo y sabían que había salido del centro clandestino custodiada por dos militares uruguayos. El poeta solicitó a Sanguinetti que se involucrara en la investigación pero no recibió respuesta. Sólo cuando la presión internacional –encarnada en miles de cartas de personalidades de todo el mundo– se hizo insoportable, se definió. Y se negó a colaborar. Poco después de asumir, Batlle se diferenció de su antecesor y ofreció su ayuda. En ese momento, la investigación de Gelman casi había llegado a su fin, pero los datos del gobierno uruguayo le sirvieron para confirmar los suyos. Ahora, la prueba genética es el resultado final e irrevocable que cierra los años de búsqueda.

 

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