Por Laura Termine
Desde Roma
 El Segundo Tribunal Criminal de Roma incluyó al ex general Guillermo Suárez Mason como imputado en ausencia en el proceso abierto en Italia por el asesinato y desaparición de ocho ciudadanos italianos en Argentina durante la dictadura. El ex militar es asistido sólo por dos abogados de oficio, después de que un conocido estudio jurídico declinara continuar su defensa. Llevando en la mano la negativa del ex comandante del Primer Cuerpo de Ejército de la dictadura argentina de presentarse ante la �Corte de Assise� �una copia del testimonio de Suárez Mason ante el juez Adolfo Bagnasco� el juez Mario D�Andria le devolvió al ex general la condición de �contumace� (rebelde) que había recibido en la primera audiencia de octubre del año pasado. Así, el tribunal sepultó el intento del ex general de congelar su enjuiciamiento mientras se prolongue su arresto domiciliario en Argentina.
El tribunal juzga los homicidios de los hermanos Miguel Angel y Adriana Boitano, Laura Carlotto, Pedro Mazzocchi, Norberto Morresi, Luis Fabri y Daniel Ciuffo, y la desaparición del bebé Guido Carlotto. El primer testimonio en el aula bunker de Rebibbia, un gran edificio de cemento bastante lejos del centro de Roma, fue el de Angela Boitano, de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, quien contó la desaparición de sus dos hijos, estudiantes universitarios y militantes de la Juventud Peronista. Los dos casos integraron la lista inicial de desaparecidos que se elevó a la Justicia italiana.
Boitano relató la creación de Familiares y de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo mientras el juez y los once miembros del jurado la seguían atentamente. Sólo estuvo a punto de estallar en llanto cuando recordó la respuesta que recibió del ex nuncio apostólico Pio Laghi en Puebla, México, en 1979: �Tres años son mucho tiempo y, si son muy torturados, los militares no los dejarán más�, fueron las palabras que escuchó del ex embajador del Papa cuando preguntó por sus hijos. �Laghi sabía que se torturaba, que se los asesinaba y que había campos de concentración y no creo que esas noticias le llegaran al Papa�, concluyó Boitano, católica practicante, que vio cómo se llevaban a su hija en abril de 1977 cuando ambas salían de una misa. Después, el tribunal abordó el asesinato de Mario Marras y la desaparición de Martino Mastinu, ambos sindicalistas y obreros del astillero Astarsa, en la zona de Tigre, delitos que se le imputan al ex jefe de la Prefectura Juan Carlos Gerardi y a sus subordinados Luis Porchetto, Alejandro Puertas, Oscar Héctor Maldonado y Roberto Rossin.
María Manca, de 79 años, recordó un poco en castellano y un poco en italiano el asesinato de su yerno Mario Marras en la isla de Paicarabí y lo que sabía del primer secuestro de su hijo, Martino Mastinu. �Estábamos preparando una comida y cuando me di vuelta, vi que por la orilla del río llegaba un montón militares disparando�, relató Manca. Ese día, los militares buscaban a Mastinu, apodado �el Tano�, que logró escapar, aunque más tarde sería secuestrado y asesinado. Un ex compañero de trabajo de Mastinu, Jorge Velarde, contó cómo fue secuestrado en 1975 junto a Mastinu y Aldo Ramírez y cómo ellos fueron torturados mientras los captores los incriminaban por su actividad gremial. Velarde �que en noviembre de 1976 se exilió en España� contó cómo fueron desapareciendo muchos de los delegados de la fábrica. En una foto del casamiento de Mastinu que tenía ayer María Rufina Gastori, la esposa de Ramírez �también desaparecido� se veía a una veintena de gremialistas del astillero, de los cuales más de la mitad fueron asesinados.
La semana próxima el tribunal escuchará, entre otros testigos, al sindicalista Víctor De Gennaro, a los periodistas Italo Moretti y Horacio Verbitsky, al ex cónsul italiano en Buenos Aires Enrico Calamai, y el testimonio en video del marino Adolfo Scilingo con sus confesiones sobre la existencia de los vuelos de la muerte.
HUELGA DE HAMBRE DE LOS PRESOS DE LA TABLADA
Una ley que espera la firma
Por Victoria Ginzberg
El Gobierno acordó impulsar el proyecto de ley que establece la doble instancia para los presos de La Tablada, que entraron hoy en su undécimo día de huelga de hambre. Sin embargo, la iniciativa aún espera ser firmada en la Comisión de Legislación Penal. Mientras tanto, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) organizó ayer una ceremonia religiosa frente a la cárcel de Villa Devoto y hoy se realizará una exposición de cuadros y un concurso de manchas en la puerta de la Subsecretaría de Derechos Humanos.
De convertirse en ley el proyecto del diputado frepasista Ramón Torres Molina los presos de La Tablada recuperarían la libertad porque, al poder apelar la sentencia, se transformarían en procesados y podrían ser excarcelados. Esta iniciativa no incluye al líder del MTP Enrique Gorrriarán Merlo ni a su mujer Ana María Sívori, cuyo fallo fue revisado por la Cámara de Casación. La subsecretaria de Derechos Humanos, Diana Conti y el Ministro de Justicia, Ricardo Gil Lavedra, apoyan la sanción de este proyecto pero aún no hay acuerdo con los diputados justicialistas e incluso no estarían vencidas todas las resistencias entre los radicales. Una vez que el proyecto salga de Legislación Penal pasará a la Comisión de Justicia antes de estar en condiciones de ser tratado en la Cámara.
Ayer, familiares de los presos y miembros de organismos de derechos humanos realizaron una celebración religiosa frente a la cárcel de Devoto. �Su vida está en juego. Existe un reclamo nacional e internacional por su libertad. Solicitamos a la iglesias de Argentina un compromiso de oración y solidaridad por su salud y la libertad�, manifestó el pastor José De Lucca, del MEDH. Además, el Congreso mexicano reclamó una solución para los detenidos por el asalto al cuartel de La Tablada e instó a que se respete la resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Gil Lavedra instruyó ayer a las autoridades del Servicio Penitenciario para que se establezcan guardias médicas permanentes a disposición de los detenidos del MTP y dispuso la realización de informes periódicos a la Secretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios y a la subsecretaría de Derechos Humanos. Los huelguistas suscribieron un documento mediante el cual se niegan a ser alimentados ni recibir suero por la fuerza, aunque lleguen al estado de inconsciencia.
Hoy a las 17 en la puerta de la Subsecretaría de Derechos Humanos �Alem 150� los familiares de los presos organizarán una exposición de cuadros y un concurso de manchas. Se trata de una respuesta irónica a Conti quien afirmó que los presos deberían llamar la atención con �mecanismos no deteriorantes� como la exposición de los cuadros de uno de los detenidos.
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