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El imperio del niño mimado americano se dividirá

En un fallo histórico, la Justicia ordenó que Microsoft, hasta hace poco la empresa más grande del mundo, tenga que partirse en dos por ejercer una posición monopólica. Bill Gates dice que apelará.

Bill Gates, el modelo del empresario exitoso de los �90.
Fue vencido por un juez conservador, que ordenó dividir Microsoft.


t.gif (862 bytes) A los 31 años alcanzó la cima del ranking de hombres más ricos del mundo. Catorce años después, un oscuro juez conservador lo desafió y le ganó. William Henry Gates III, fundador y figura emblemática del gigante del software Microsoft, recibió la sentencia que lo obliga a dividir su imperio con la soberbia acumulada de años de gloria: �El fallo es inconsistente�, afirmó, para luego provocar que �vamos a apelar la decisión�. El juez Thomas Jackson se enfrentó al Goliat informático y niño mimado americano escribiendo a mano los fundamentos de su veredicto: �Microsoft perjudicó a los consumidores explotando su posición monopólica en el mercado de los sistemas operativos para arruinar a sus competidores�. El Departamento de Justicia, por su parte, pedirá al Tribunal Supremo de Estados Unidos que intervenga �de forma rápida y efectiva�.
Quien abandonó la dirección del grupo de informática en enero a manos de su segundo, Steve Ballmer, continúa al frente de su empresa luego de que ésta fuera declarada culpable de haber violado la ley antimonopolio estadounidense. Pero poco pudo hacer. La Justicia ordenó la división de Microsoft en dos entidades independientes, en un plazo máximo de poco más de año y medio, aunque esto no tiene en cuenta el procedimiento de apelación anunciado por Gates, que podría aplazar los tiempos de uno a tres años.
La medida esencial decidida por el juez Thomas Jackson consiste en la creación de dos sociedades distintas:
1. Una reagruparía a la actividad de los sistemas operativos de computadoras, sobre todo la gama Windows (95, 98, 2000 y NT). 
2. La otra reagruparía al sector de aplicaciones, que incluye a los programas de tratamiento de textos como Word, la tabla de cálculo como Excel, el correo electrónico como Outlook, y el navegador por Internet, Explorer.
Las dos entidades tienen prohibición de aliarse, concluir acuerdos de distribución recíprocos, o incluso compartir informaciones exclusivas durante al menos 10 años. Este plazo se aplica también a los grandes accionistas respectivos de cada entidad, que sólo podrán poseer partes en una sola de las dos empresas.
Microsoft tiene cuatro meses para presentar su plan de implementación de la división del grupo. Las autoridades estadounidenses tendrán entonces 60 días para responder a esta oferta, y el grupo tendrá luego un mes para aportar eventuales retoques. Una vez que el plan final sea adoptado por el juez, Microsoft dispondrá de un año para implementarlo. Pero Microsoft tiene desde ahora 60 días para apelar el veredicto del juez, e iniciar una serie de procedimientos que podrían aplazar de uno a tres años los plazos mencionados en el veredicto.
Estos plazos no se aplican a las medidas que imponen un código de buena conducta a Microsoft en sus relaciones con terceras sociedades, que entrarán en aplicación tres meses después de la fecha de emitido el veredicto. Esas medidas prohíben a Microsoft, como a las entidades que surjan de su división, utilizar su posición dominante en un sector. La empresa de sistemas operativos no podrá prohibir, por ejemplo, a un fabricante de computadoras modificar la apariencia de la pantalla. O prohibirle el lanzamiento automático de una aplicación que sea diferente de las de Microsoft. En los mismos términos, Microsoft deberá divulgar el acceso al código fuente de los sistemas operativos �hasta ahora mantenido en secreto� a los fabricantes de computadoras y creadores de programas que lo necesitarían para garantizar la compatibilidad de sus productos con los de la compañía.
Además del veredicto del juez, ayer también hubo otro: el de los mercados. Y éste no fue desfavorable para Gates. Las acciones de Microsoft fueron las que más se negociaron en la rueda, terminando con un alza de 1,5 dólar por papel, lo que equivale a una suba del 2,2 por ciento. Para Bill no todo está perdido.


Microsoft, el multimedio

Microsoft es una empresa con una rentabilidad increíble, dueña del imperio de su área de actividad: los sistemas operativos para computadoras personales, con sus versiones del programa Windows. En 25 años, Windows se convirtió en ineludible para los fabricantes de computadoras. En los primeros seis meses de su último ejercicio fiscal, obtuvo una rentabilidad del 40 por ciento. En comparación, la rentabilidad de General Motors, primer fabricante mundial de vehículos, es del 3 por ciento. El programa Windows equipa en sus diferentes versiones a nueve de cada diez computadoras personales en el mundo. El programa es el eje de la fortuna de Bill Gates. Gracias a enormes beneficios (más de 8000 millones de dólares por año), Microsoft tiene ahora los medios para invertir en varias áreas, como por ejemplo Internet y las comunicaciones de alta velocidad, y también la televisión. Microsoft quiere ser un actor importante en la televisión interactiva (Web TV), anunciada como la revolución del mañana, y se lanzó también al mercado de los juegos de video, dominado por Sony, Nintendo y Sega. En un año, la consola de juego completamente conectada a Internet será lanzada por Microsoft.

 

 
Bill Gates, el Goliat

William H. Gates III, el dueño de Microsoft, no suele sufrir derrotas y mucho menos de las dimensiones de la sentencia judicial de ayer. El juez Thomas Penfield Jackson ordenó desarmar el consorcio mediante el cual Gates se convirtió en el hombre más rico del mundo a partir de una carrera de selfmade-manager ofrecida como modelo a las nuevas generaciones empresarias. Nacido en 1955 en una familia de buen pasar que residía en Seattle (estado de Washington), Gates se perfiló desde muy joven como un fanático de la tecnología. En 1975 intentó, junto a su amigo Paul Allen, utilizar el lenguaje de programación Basic en una microcomputadora Altair. Al tener éxito, crearon una empresa casera. Antes de que terminara sus estudios se encontró con la oportunidad de su vida: IBM le encargó en 1980 el desarrollo de un sistema operativo para una nueva computadora. Gates y Allen compraron los derechos de un sistema QDOS y lo rebautizaron MS DOS. Desde 1981 es presidente del directorio de Microsoft, la empresa que condujo durante 25 años como CEO, con la que domina el mundo del software para PC con productos masivos. No existe hoy prácticamente ninguna empresa que pueda funcionar sin el sistema operativo Windows, de Microsoft. Bill Gates vive con su mujer Melinda y su hija Jennifer Katherine, de 3 años, en una casa valuada en 60 millones de dólares a orillas del lago Washington, junto a Seattle.

Juez Jackson, el David

De cara redonda y cabellera plateada, el juez Thomas Penfield Jackson, de 63 años, tiene todo el aspecto de un bondadoso pensionista. Su predilección por las biografías históricas y su costumbre de redactar todo lo que considera importante de forma manuscrita acentúan esos rasgos. En el proceso antimonopólico contra Microsoft se mostró como un magistrado extremadamente duro, que manejaba con soltura las explicaciones técnicas más complejas, dejando asombrados a los abogados de ambas partes por sus conocimientos sobre la industria informática de última generación. Sus amigos describen al juez, designado en 1982 por el entonces presidente Ronald Reagan, como un conservador de buen talante. Durante los 18 meses que condujo el proceso se ganó el respeto de amplios círculos. Sólo el hecho de que el juicio propiamente dicho durara apenas un año es considerado una obra maestra de la historia judicial estadounidense, en la que causas por monopolio de mucho menor relevancia se han estirado por hasta una década. Consideró a Microsoft una empresa �de rapiña� que aprovecha su monopolio en perjuicio de los usuarios. Penfield Jackson tiene dos hijas adultas y es, según testimonian sus amigos, un buen abuelo. Vive en Washington en un lujoso departamento con su tercera esposa. Ama el fútbol americano y la navegación a vela, pero no le gusta navegar en Internet.

 

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