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EL JUEZ SE DECLARO INOCENTE, PERO ELUDIO DEFENDER A SU ESPOSA
�Toda hipótesis es para investigar�

Fraticelli se decidió a hablar. Y lo hizo más como juez que como padre de una hija asesinada. �No los voy a defraudar�, dijo.

El juez dijo estar en estado de shock, pero no lo demostró.
�Es un hecho que hay que resolver�, dijo sobre el asesinato.


Por Horacio Cecchi

t.gif (862 bytes) Finalmente, Carlos Fraticelli, el juez penal de Rufino y padre de Natalia, asesinada en su casa el 20 de mayo pasado, habló. Lo hizo ayer, en conferencia de prensa, en la clínica donde estaba internado. La intención, según revelaron sus abogados, era la de exponer su propia versión de los hechos. Nervioso, gesticulando permanentemente con su cabeza, Fraticelli habló y, sin decir demasiado, dijo muchas cosas. No defendió a su mujer, la única detenida por el caso. Se refirió a la muerte de su hija como �un hecho que hay que resolver�, aclaró que la chica �tenía ciertas limitaciones intelectuales� y describió el shock que había sufrido con sorprendente frialdad. Agradeció seis veces a la ciudad de Rufino por el apoyo prestado. También, como era de esperarse, se declaró inocente. �No los voy a defraudar�, lanzó al pueblo de Rufino, como si estuviera en campaña y después de alrededor de quince minutos de responder preguntas, suspirar y luchar contra una mosca que revoloteaba sobre su cabeza, Fraticelli se retiró. La conferencia de prensa había concluido.
Flanqueado por su abogado Carlos Edwards, a su derecha, y Antonio Di Benedetto, a su izquierda, pasadas las 21.30 de ayer, el polémico Carlos Fraticelli tomó asiento en el centro de la escena, en una sala del primer piso de la Clínica Santa Fe. Allí se encontraba alojado desde el 21 de mayo, cuando anunció un intento de suicidio ingiriendo una mezcla de barbitúricos y alcohol.
La conferencia surgió como una pretensión de revertir la imagen que deja a Fraticelli directamente involucrado con el crimen de su hija. Pero la frialdad que denotó en sus respuestas no lo ayudaron a alcanzar el objetivo. �Estoy realmente consternado con lo que pasó �sostuvo�. Como padre, me siento sumamente preocupado. Recibí un shock tremendo.�
�¡¡No, por favor, soy totalmente inocente!! Totalmente ajeno al hecho�, afirmó, levantando un poco su tono de voz. �El hecho� al que hacía mención era nada menos que el asesinato de su hija y la pregunta estaba dirigida a averiguar si él había sido el responsable. Nadie esperaba que dijera otra cosa. Pero después, cuando se trató de la culpabilidad de su mujer, respondió con evasivas. �No dudo de mi mujer. Pero no soy quien para elaborar hipótesis. Eso corresponde que lo diga el juez que investiga.� Agregó que con ella había mantenido �una relación muy buena, pero en los últimos meses la relación no era tan fluida... pero era buena�. Pequeños detalles de la vida conyugal. María Graciela Dieser, su esposa, es hasta el momento la única detenida, y pocos días después del crimen, Fraticelli había cargado las tintas responsabilizándola a ella o al kinesiólogo Edgardo Martín, a quien había señalado como �su amante�. 
�Tenemos que sacarlo, que resolver el caso, no puede ser�, declaró, mientras una mosca revoloteaba sobre su cabeza. Después, relató el momento en que fue descubierto el cuerpo de su hija. �La primera llamada la hice yo. Mi mujer me dijo que mi hija estaba calentita. Yo creía que estaba viva. Actué como padre, no como juez �sostuvo, aunque no se notara en su rostro la menor expresión de horror�. Llamé al médico porque creí que estaba viva. Me atendió la mujer del médico (Hugo Costa).�
Fraticelli también brindó un párrafo al jury que decide sobre la suerte de sus fueros de magistrado. �No corresponde que renuncie a los fueros. Soy inocente.� En repetidas ocasiones se refirió a su comunidad como si se tratara de un acto de campaña. �Me debía a mi ciudad que me apoyó como juez. Cuando me nombraron en el cargo, yo le dije al pueblo de Rufino �no los voy a defraudar��. También aseguró que tenía �puesta la camiseta� y que pretendía permanecer como juez y seguir viviendo en la misma ciudad.
Pero quizás el detalle más patético de la extraña conferencia fue la forma en que recordó a su hija: �Era una chica buenísima, muy querida por las amigas. A pesar de que tenía ciertas limitaciones intelectuales�.


El turno del fotógrafo

Además del kinesiólogo, ayer también aportó su parte el fotógrafo policial Jorge Capelli, imputado en una causa anexa a la del homicidio, por la presunta venta de fotos de la escena del crimen a un medio periódistico que luego las publicó en su edición nacional.
Capelli fue el fotógrafo particular citado por la policía a la casa de San Juan 340, para documentar la escena del crimen. A la semana siguiente, la revista Gente publicó parte de las imágenes que correspondían a los negativos en poder de Capelli. La Justicia abrió una causa anexa y acusó al fotógrafo de violación de secreto de sumario. Según el artículo 157 del Código Penal, de ser encontrado culpable recibirá una condena de entre 1 mes y 2 años. La pena es excarcelable por lo que, independientemente de si continúa o no procesado, Capelli permanecerá en libertad.
El fotógrafo permaneció en el juzgado de Carlos Risso durante cuarenta minutos. Pero su primera respuesta fue negar la acusación. �Entregó todas las copias tomadas aquel día �señaló a este diario su abogado defensor, Hugo Barral�. Los negativos quedaron en su poder, pero la acusación tendrá que demostrar que fue él y no otro el que vendió esas imágenes. Las copias las puede escanear cualquiera, y pasaron por muchas manos.� El juez Risso cuenta ahora con diez días hábiles para decidir si ordena su procesamiento, si dicta su falta de mérito �Capelli quedaría ajeno a la causa, pero el proceso continúa�, o el sobreseimiento, cerrando la investigación.

 

 

DECLARO DURANTE CINCO HORAS Y SIGUEN LAS DUDAS
El kinesiólogo no fue imputado

Por H.C.

Ayer, durante cinco horas, el kinesiólogo Edgardo Martín declaró ante el juez Carlos Risso, como sospechoso no imputado por el homicidio de Natalia Fraticelli. Si el magistrado lo había citado para intentar despejar sus dudas sobre la vinculación de Martín con la familia Fraticelli y el rol que habría jugado en el crimen, después de esas cinco horas Martín salió del mismo modo con que había entrado: libre y bajo un cono de preguntas que aún no encuentran respuesta.
Martín ingresó a las 11.05 al juzgado, acompañado por su novia Ileana Juaneau, y sus abogados Carlos Varela y Alejandro Aguirre Nobell. Risso lo había citado para tomarle declaración informativa. El juez que investiga la causa no estaba convencido de su coartada. El kinesiólogo aseguró que el día del homicidio viajaba rumbo a Banderaló, en el límite entre Buenos Aires y La Pampa, para vender su Ford K, y que fue alcanzado en la ruta por un policía de la caminera de General Villegas, quien le entregó un mensaje de su madre, Ninfa María Suárez. Según fuentes judiciales, el papel decía: �Se empeora y agrava el estado de Natalia�. A esa hora, la joven ya estaba muerta. 
Risso sospecha que podría constituir una clave, un anuncio de cómo se desarrollaban los acontecimientos. Pero Martín negó tal mensaje escrito. �Como su familia es muy amiga de los Fraticelli �aseguró a este diario su abogado, Carlos Varela�, la madre de Martín pidió por intermedio de la policía que le llegara un radiomensaje. El radio llegó a General Villegas donde un policía de la caminera logró interceptarlo. El mensaje sólo decía que llamara a Rufino. Y así lo hizo.�
Según fuentes de la investigación, Martín estuvo en la casa de los Fraticelli el día del crimen, a las 14.30, y atendió una llamada telefónica. Nadie que no sea del vínculo más íntimo, levanta el teléfono en la casa de un juez, y menos el día en que fue asesinada su hija. �Martín niega haber atendido el teléfono�, señaló Varela.
A las 18, después de aguardar que concluyera la declaración de su novia, Martín salió del juzgado sin novedades, mientras que su abogado, Carlos Varela, anunciaba que �quedó totalmente desvinculado, no tiene nada que ver�.

 

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