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Oculto en una cabaña, a la orilla del río Quenquentreu, en la localidad turística de El Bolsón, a más de 1500 kilómetros de Buenos Aires, fue detenido por la policía de Río Negro el promotor de una agencia de turismo acusado de asesinar de una puñalada, hace una semana, a un colega de otra compañía, en Buenos Aires, en el marco de la feroz competencia por la venta de viajes para egresados de escuelas secundarias. Desde hace cinco días, cuando llegó a esa localidad, el joven estaba buscando un baquiano que lo ayudara a cruzar la frontera hacia Chile, donde pensaba conseguir dinero y documentos para embarcarse en un vuelo hacia Italia. Su búsqueda llegó a los oídos de un informante de la policía, que aportó el dato y permitió la detención. La intensa nevada del fin de semana, se supone, impidió que el joven lograra salir del país antes de ser descubierto. El detenido fue identificado como Mariano Damián Calla Rivera, tiene 21 años y está acusado de haber apuñalado a Julio Cancino, de 22, en una pelea ocurrida en una esquina de Villa Devoto. El hecho ocurrió el 1º de junio a las 13. Poco después, Cancino murió cuando era operado en el hospital Zubizarreta. Según informó la policía, Calla Rivera no tenía documentos y había llegado hasta El Bolsón sólo con lo puesto y con poco dinero. �Lo suficiente como para esperar una ayuda que le pensaba enviar la familia�, confió a Página/12 una fuente policial. El joven llegó a esa ciudad -ubicada a 120 kilómetros de Bariloche� el viernes a las 22. Viajó durante un día entero en micro: había partido desde Retiro pocas horas después del crimen. Calla Rivera conocía bien la zona pues, además de promotor, fue coordinador de numerosos viajes a Bariloche. Ese dato fue tenido en cuenta por los investigadores, que coordinaron el trabajo con la policía de Río Negro. El acusado se refugió en la cabaña que alquila un amigo a unas cuadras del centro de El Bolsón. Allí estuvo oculto y sólo se movilizó en busca de algún baquiano que lo cruzara del otro lado de la frontera. �Quería pasar por un paso cordillerano, a lomo de mula o a caballo, porque las carreteras están controladas�, relató una fuente policial. El juez Alberto Baños, que investiga el caso, había cursado orden de captura a Interpol, Gendarmería, Migraciones y a todas las policías provinciales. Las cosas se le complicaron a Calla Rivera porque llegó en medio de una tormenta de nieve que hacía imposible cualquier intento de cruzar a Chile por caminos de montaña. Tuvo la mala fortuna, además, de confiar su propósito a un hombre que resultó ser informante de la policía. Tampoco lo ayudaba el aspecto: tenía en la cara vestigios del duro castigo recibido en la pelea con sus rivales, antes del homicidio. �Cuando tuvimos la novedad, se dispuso la vigilancia durante 24 horas, hasta que desde Buenos Aires, la Policía Federal nos completó la descripción. Cuando lo tuvimos chequeado, lo detuvimos�, relató a este diario una fuente policial de El Bolsón. Finalmente, el joven fue detenido ayer al mediodía, en la cabaña que ocupaba. No tenía documentos de identidad pero reconoció de inmediato que era la persona buscada. Tenía un hematoma en un ojo y algunos cortes en la cara. No ofreció resistencia alguna y fue trasladado a una comisaría de Bariloche. El acusado se aprestaba a viajar anoche a Buenos Aires en un jet de seis plazas de la Policía Federal. Calla Rivera era promotor de la agencia Río de la Plata, que ofrecía viajes estudiantiles a Bariloche, en micro. Cansino trabajaba para la firma Snow Time, que opera con LAPA Estudiantil para vender el mismo tour, pero en avión. Los jóvenes competían en una zona donde hay varias escuelas. Cerca de una de ellas, el Nacional Luis Pasteur, en Sanabria y Cantilo, se produjo la batalla campal, que finalizó con una puñalada en la espalda de Cansino. Ese jueves, después del mediodía, la familia Cansino recibió la noticia de la muerte de Julio. Una semana después, casi a la misma hora, se enteraron de que el acusado no había podido escapar.
INAUGURARON LA AUTOPISTA AU7, EN EL SUR PORTEÑO Después de 18 años de abandono, la Autopista AU7, iniciada durante la dictadura militar, fue finalmente inaugurada ayer y recorre la avenida Lacarra, desde el Bajo Flores hasta la ribera del Riachuelo en Villa Soldati. Empezada a construir en 1980 a instancias del intendente porteño de la dictadura brigadier Osvaldo Cacciatore, quedó abandonada en el �82, con el 20 por ciento apenas concluido. El cuadro en ruinas, en el escenario de la zona más pobre de la ciudad, se convirtió ayer en un flamante camino gratuito de 3,6 kilómetros de extensión que permitirá descongestionar el pesado tránsito diario del centro al sur.
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