The Guardian de Gran Bretaña
Por Helena Smith
Desde Atenas
Ninguna advertencia, ninguna señal de peligro perturbó al agregado militar británico Stephen Saunders mientras se abría paso con su auto a través del calor de Atenas en la hora pico. El diplomático, con anteojos de sol y traje, había frenado ante un semáforo en una calle muy transitada cuando sus atacantes, en una moto, pasaron al lado de su Rover blanco. Eran las ocho menos diez de la mañana.
Segundos después, Saunders yacía en un charco de sangre. Sus manos, su cabeza y su pecho habían sido el blanco de los disparos de los atacantes, que después huyeron. Se había convertido en la víctima número 23 de la guerrilla 17 de Noviembre. Incluso antes de que Saunders muriera en el hospital, funcionarios griegos anunciaron que había caído como víctima del notorio grupo marxista-leninista.
Después de una larga inactividad, la guerrilla volvió a surgir. Y dejó su firma: el calibre 45. El otro signo es que el crimen fue al descubierto, en público, y que los atacantes balearon a su blanco casi con indiferencia.
Se cree que 17 de Noviembre opera como unas serie de células independientes. Nació en 1975, después de ocho años del odiado régimen militar en Grecia. En los 25 años que siguieron, y a pesar de esfuerzos ejemplares por desentrañar sus secretos, poco se sabe de la organización. Nadie sabe quiénes o cuántos son, aunque se cree que el grupo es reducido. Y en 25 años, nunca se arrestó a ninguno de sus miembros. Lo que sí se sabe es que el grupo fue bautizado con el día de 1973 en el que la junta militar griega aplastó un levantamiento estudiantil en la universidad politécnica de Atenas.
Si se juzga al grupo en los términos de sus logros terroristas, éstos son impresionantes. La lista de sus víctimas incluye un jefe local de la CIA, Richard Welch, en 1975, un capitán de la marina y un sargento de la fuerza aérea norteamericana, dos diplomáticos turcos, dos torturadores de la junta militar y más de una docena de otros griegos prominentes, incluyendo a ricos industriales.
El lugar y método del ataque de ayer fue casi idéntico al de otras dos muertes de 17 de Noviembre, incluyendo una emboscada de 1983 que costó la vida al capitán de la marina norteamericana George Tsantes y a su chofer, y otra de 1988 donde murió el editor griego Alexandros Athanassiadis. En 1998, 17 de Noviembre se atribuyó una serie de ataques a blancos extranjeros en el área de Atenas, incluyendo una filial del Citibank. Y aunque 17 de Noviembre nunca se jactó de ellos, Washington cree que el grupo está detrás de otra serie de ataques contra intereses norteamericanos, griegos y de otros terceros países durante la operación Fuerza Aliada de la OTAN contra Yugoslavia en 1999. Sus objetivos incluyeron entonces dos oficinas de Pasok (el gobernante partido socialista griego), bancos norteamericanos, franceses y alemanes, y la embajada holandesa.
Saunders es el primer británico en morir por obra de 17 de Noviembre. Ayer circulaban varias teorías, pero la principal es la que acusa a la �relación especial� entre Gran Bretaña y Estados Unidos de inspirar las atenciones del grupo para con los británicos. Este fin de semana también marca el primer aniversario del fin del bombardeo de la OTAN contra Yugoslavia, en el cual Gran Bretaña jugó un papel central.
Atenas está considerado el destino más peligroso de Europa para los diplomáticos británicos, y al staff de la embajada ateniense se lo entrena en seguridad antes de llegar. Se les enseña a cambiar frecuentemente sus rutas y nunca bajar la guardia. Aunque admiten que existe en su país un�problema terrorista�, los funcionarios griegos dicen que el mayor problema es la lucha antiterrorista. El ministro de Orden Público, Michalis Chrysohoidis, censuró recientemente a la ineptitud policial por el fracaso en enfrentar a los terroristas. �Hasta el colapso de la junta militar en 1975, ser un policía significaba ser un informante y como resultado los estándares quedaron muy laxos. Grecia se ha quedado atrás de toda Europa en lucha antiterrorista. Los que estamos tratando de hacer, desesperadamente, es reorganizar la fuerza policial en términos de una nueva filosofía, cultura y mentalidad�. El año pasado, 17 de Noviembre salió a desafiar al gobierno para ver si descubría a alguna de sus células. No descubrieron a nadie, y Saunders pagó ayer el precio.
CURIOSA REFORMA AGRARIA (O REELECCIONISTA) EN ZIMBABWE
Cuando un gobierno insta a masacrar
Nadie ignoraba que Zimbabwe necesitaba desde hace mucho una reforma agraria, dada la altísima concentración de la propiedad de la tierra cultivable en manos de la minoría blanca. Nadie ignoraba tampoco que, de continuar ese estado de cosas, el problema iba a estallar de una manera u otra. Lo que nadie esperaba fue el modo en que ocurrió y sigue ocurriendo, en que un presidente desprestigiado y corrupto que está en el poder desde 1980 �es decir, desde la independencia del país de Gran Bretaña� ha lanzado a la mano de obra desocupada de la vieja guerrilla independentista a invadir ilegalmente la tierra de los blancos para quedársela ellos sin ninguna clase de indemnización ni pretensión de marco legal. Ayer Mugabe llegó más lejos que nunca en esta política con una declaración que hace mucho por aclarar las razones por las que el jefe militar de esa vieja guerrilla ha elegido el nombre de guerra de �Hitler�: �Si los granjeros blancos se resisten, morirán�, dijo el presidente.
La campaña de intimidación lanzada por Mugabe obedece al temor del presidente, que fue derrotado en febrero en un referendo constitucional en el que buscaba mayores poderes para el Ejecutivo, de perder el control absoluto que ejerce sobre la política de Zimbabwe, y la frase de ayer se inscribió en la ultrasucia campaña electoral para las legislativas de los próximos días 24 y 25, donde la continuación del dominio mugabista del país aparecía seriamente cuestionada por el avance de una alianza opositora multirracial. Ayer, durante un mitin de su partido, la Unión Nacional Africana de Zimbabwe (ZANU, en inglés), en una localidad rural del sudeste del país, Mugabe demostró que las consecuencias de su actitud en materia de desprestigio y pánico entre inversores extranjeros y entidades de préstamos le importa muy poco: el nuevo déspota sostuvo que está �muy contento de que los veteranos hayan tomado nuevamente las armas para ponerse a la cabeza de esta, la etapa final de nuestra revolución�, y anunció que su gobierno expropiará, sin compensación económica, todas las haciendas de los blancos para repartirlas entre la mayoría negra del país, que �continúa desposeída después de veinte años de la independencia� de Gran Bretaña, la antigua metrópoli colonial. Ya hay 23 muertos blancos.
opinion
Por Alfredo Grieco y Bavio |
Un misterio para la OTAN
El grupo 17 de Noviembre, que ayer volvió a dar otro de sus golpes hasta ahora infalibles, resume como en una miniatura todo lo que la OTAN y aun la Unión Europea no entienden de los Balcanes, o del mundo que comienza en los Balcanes. 17 de Noviembre es un grupo (dicen que son pocos) mejor definido por sus enemigos que por un credo orgánico. Es antiestablishment, anti Turquía, anti OTAN, antinorteamericano y, por extensión, antibritánico. Es ultranacionalista: quiere que no haya bases norteamericanas en Grecia y que no haya turcos en Chipre. Estos odios son coherentes, mucho más que la imputación de marxismo-leninismo o su creencia en cualquier doctrina de izquierda. Son consistentes con su apoyo indeclinable a Slobodan Milosevic y el régimen de Belgrado cuando la OTAN bombardeó Yugoslavia con el declarado propósito de frenar la limpieza étnica de albaneses en la (entonces) provincia serbia de Kosovo. De algún modo, 17 de Noviembre lleva a la acción directa un sistema de ideas y creencia no demasiado distante del del común de los griegos. El gobierno de Atenas, el menos entusiasta en atacar Belgrado, hubiera preferido auxiliar más eficazmente de lo que lo hizo a sus aliados tradicionales, los serbios y los rusos, todos ellos cristianos ortodoxos. 17 de Noviembre representa el término más violento de una reacción disgustada ante los efectos de una modernización, vehiculizada tanto por la globalización económica y cultural como por la patria europea, que borra las particularidades nacionales. Sus enemigos atávicos (pero todavía presentes) son los musulmanes (turcos, albaneses): representan la lucha eterna de la Cruz contra la Medialuna. El enemigo nuevo es el capitalismo, que es el verdadero disolvente de las formas de producción y los modos de percibir el mundo tradicionales, de la familia y de las relaciones sanguíneas. Es por ello que defienden una fe que se dice marxista y que suple o reemplaza a la fe religiosa; es el mismo motivo por el que el papa Juan Pablo II puede decir que en el comunismo hay �semillas de verdad� que no encuentra en el capitalismo, debidamente salvaje. En esto coinciden con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán, la guerrilla de la minoría étnica kurda que busca la independencia de Turquía. No en vano se acusó a Atenas de apoyar a los guerrilleros kurdos. También las autoridades griegas son nacionalistas. Según especialistas internacionales en antiterrorismo, son reacias a recibir ayuda del exterior, a la que consideran una injerencia en los asuntos interiores del país. |
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