Por Diego Fischerman
 El anciano salió a buscar al hijo de la mujer que amaba. Encontró al niño perdido en la nieve. El hombre murió poco después de una pulmonía. En esa escena puede leerse, condensada, la historia de uno de los compositores más geniales y desconocidos de la historia. Leos Janacek, el anciano que salvó al niño, encontró su redención, siempre, en los últimos gestos. Si el amor por Kamila Stösslová, casada y 38 años menor que él, lo llevó a salir en el medio de una tormenta para proteger a un niño, también hizo que en los últimos cinco años antes de su muerte compusiera más y mejor música que la que había creado en toda su vida anterior. La lista de obras que escribió entre los 69 y los 74 años es asombrosa: los 2 Cuartetos para Cuerdas, la Misa Glagolítica, la Sinfonietta (cuyo primer movimiento tuvo una versión rock en el primer álbum de Emerson, Lake & Palmer) y tres óperas notables, entre ellas La Zorrita Astuta, que el próximo martes 13 tendrá su estreno argentino en el Teatro Colón.
Situada a mitad de camino entre el costumbrismo y la alegoría, la particularidad de esta especie de fábula moral es que las conclusiones están lejos de ser obvias y las similitudes entre el mundo animal y el humano están más sugeridas que explicitadas. Uno de los recursos dramático-musicales puestos en juego es la asignación, a los mismos cantantes, de personajes pertenecientes a uno y otro campo. Así, la mujer del guardabosques debe ser representada por la misma intérprete que la lechuza, el cura por el mismo que el tejón y el maestro de escuela por el cantante que también caracteriza al mosquito. Estrenada en Brno en 1924, esta ópera en que la orquesta es una protagonista más comparte varios de los rasgos estilísticos de la asombrosa última época de Janacek: repeticiones de ostinatos con cambios rítmicos mínimos pero perceptibles, asimetría y una rítmica deudora de la prosodia del idioma checo. Si bien la música de Janacek no cita textualmente al folklore de su país, ronda un sentimiento popular que el autor resumió de la siguiente manera: �Toda la vida de un hombre está en la música folklórica�.
Con dirección musical de Rudolf Krecmer, escenografía, vestuario e iluminación de Daniel Dvorák, coreografía de Carlos Trunsky y régie de Jirí Nekvasil, la primera de las últimas óperas de Janacek tendrá cinco funciones. Además del estreno, La Zorrita Astuta subirá a escena el viernes 16, el domingo 18, el miércoles 21 y el viernes 23. El elenco estará conformado por Eva Jennis, Sir Thomas Allen, Antonie Denygrova, Jolana Fogasová, Dalibor Jenis, Héctor Guedes, Eduardo Ayas, Gustavo López, Mónica Ferracani, Marcela Pichot, Laura Rizzo, Luciano Garay e Irene Burt. Junto a ellos participarán el Coro de Niños (que dirige Valdo Sciammarella) y la Orquesta Estable del Teatro Colón.
DOS CONCIERTOS DE MUSICA ACTUAL
Fin de semana siglo XX
Mañana y pasado habrá dos conciertos dedicados a repertorio del siglo XX y estarán en manos de varios de los más importantes músicos jóvenes del momento. El sábado a las 19 comenzará, en el British Arts Center (Suipacha 1333), un ciclo con el Quinteto Ceamc, integrado por Patricia Da Dalt en flauta, Guillermo Sánchez en clarinete, Elías Gurevich en violín, Haydé Schvartz en piano y Jorge Pérez Tedesco en cello. El grupo, que acaba de editar un muy buen disco para el sello Testigo, interpretará Etwas ruhiger im Ausdruck (1967) de Franco Donatoni, Lamento (1984) de Mario Lavista y Lerchenmuisik Op. 53 (1984) de Henryk Gorecki. El domingo a las 17, en el Centro de Experimentación del Teatro Colón y con entrada libre, actuarán los percusionistas Angel Frette y William Moersch, en vibráfono y marimba. Las obras programadas son Ambient Resonances (1994) de Peter Klatzow, Un Camino de Tierra (1994) de Juan Pablo Simoniello, Sonatina, quasi una fantasia (1999) de Salvador Ranieri, Marimbology (1993) de Gunther Schuller, Memory of The Woods (2000) de Akemi Naito y Toccata (1990) de Anders Koppel.
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