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LOS GREMIOS, CONFORMES, IMAGINAN EL DIA DESPUES
Cómo seguir de ahora en más

Moyano, Daer y De Gennaro consideraron que el paro fue un éxito. Ya han comenzado a estudiar el escenario del día después y, si bien aceptarían un posible convite del Gobierno al diálogo, ponen sus reparos. Sin unificación.

Víctor De Gennaro calificó el día de �verdadero parazo�.

Rodolfo Daer dijo que el Gobierno tiene legitimidad.


Por Felipe Yapur
t.gif (862 bytes)  La primera coincidencia fue la convocatoria al paro general. La segunda se produjo ayer cuando la tres centrales de trabajadores calificaron a la medida de fuerza como “masiva y exitosa” y calcularon en un 85 por ciento la adhesión. Tanto Hugo Moyano (CGT disidente), Rodolfo Daer (CGT dialoguista) y Víctor De Gennaro (CTA) sostuvieron, por cuerda separada, que el paro general constituyó un verdadero llamado de atención al presidente Fernando de la Rúa. La tercera coincidencia se produjo poco después de que el Gobierno sugiriera que “habrá un llamado al diálogo”. Los tres dirigentes aceptaron el convite, sostuvieron que es preciso que se realice en un pie de igualdad para que se puedan concertar políticas de reactivación y empleo y no simplemente para “escuchar imposiciones del Gobierno”. Donde no hubo coincidencias fue en la posibilidad de que esta medida de fuerza conjunta sirva como un disparador para reunificar el movimiento obrero.
Moyano fue el primero en hablar y se mostró dispuesto “a contribuir humildemente para salir de la crisis” y calificó al paro como “un grito de las entrañas del pueblo que le dice al Gobierno que no podemos seguir con un modelo económico que cada día hambrea y mata más a nuestros hermanos”. Daer, en tanto, prefirió un análisis más político y dijo que “el Gobierno tiene la legalidad de la democracia, producto del voto de la gente, pero no tiene la legalidad de la política económica”. Es por esto que se permitió advertir que “es necesario modificar” la política económica nacional. A su turno, De Gennaro calificó de “verdadero parazo” el realizado ayer y pidió al Gobierno que tenga “humildad para escuchar a la gente y que abandone la soberbia, porque la gente no da más con esta política económica y los ajustes”.
Pero transcurrido el momento de las valoraciones que hicieron uno y otro sector gremial, la discusión que se está dando hacia el interior de las centrales obreras es qué hacer el día después. Todos los consultados coincidieron, una vez más, como primer paso, en mantener los reclamos y las medidas de protestas previstas, pero también aceptar la invitación a conversar que anunció el Gobierno. La convocatoria oficial estuvo a cargo del ministro del Interior, Federico Storani, quien pergeña las características de esas posibles conversaciones, tal como lo informó Página/12, junto con el bloque de diputados de la Alianza y con Raúl Alfonsín. De todas formas, y a pesar de entender como imprescindible este espacio, ninguna de las centrales obreras se mostró optimista y, en todo caso, prefirieron ser cautos a la hora de hacer pronóstico sobre el resultado de la oferta del gobierno de la Alianza y sobre todo después de que De la Rúa sostuviera durante su mensaje por cadena nacional que “durante estos diez años las cúpulas sindicales fueron cómplices silenciosos del abandono y desprotección de los trabajadores”.
“Podemos sentarnos a conversar, pero con seriedad –dijo a este diario el secretario de relaciones institucionales de la CTA, Juan Camaño–. Debe ser un espacio desde donde se puedan establecer políticas como la obtención de recursos de aquellos sectores que evaden y eluden impuestos, de la quita de las subvenciones a las empresas privatizadas y, en vez de generar un shock de confianza para los mercados, sería mejor producir un shock distributivo de la riqueza”.
En líneas generales Moyano también se mostró abierto a la posibilidad de conversar con el Gobierno, aunque advirtió que siempre y cuando sea para elaborar las políticas que saquen al país de la crisis y no sean convocados sólo para escuchar imposiciones del Gobierno.
Daer, más proclive a los grandes títulos, cree que es preciso que sea un espacio serio donde se genere “un gran acuerdo nacional” que se dedique a realizar un diagnóstico de las políticas que se están implementando y “buscar las alternativas necesarias para mejorar la competitividad. Pero por sobre todas las cosas, en ese espacio deberíamos definir qué tipo depaís queremos: cerelareo, agroganadero o industrial con un fuerte valor agregado. Recién después podríamos definir las políticas”.
Pero el dirigente dialoguista va un poco más allá y se permite decir cómo debería estar integrado este espacio de diálogo: “Debe ser tripartito, como indica la OIT. Con la participación de los empresarios, el Gobierno y, obviamente, nosotros”. Cuando se refiere a “nosotros”, Daer dice que deberían estar representadas las tres centrales de trabajadores aunque reconoce que le gustaría que el movimiento obrero llegue a ese espacio unido y con una representación única. Y aquí aparecen las primeras divergencias de la jornada.
Tanto la CGT que lidera Moyano como la CTA piensan que se debe concurrir a la convocatoria del Gobierno respetando las particularidades y la representación de cada sector. En cambio, la central obrera que dirige Daer sostiene que es preciso, además de participar en las reuniones que convoque el Gobierno, generar un debate interno que tienda a la unidad del movimiento de los trabajadores, y que incluya además de los disidentes de Moyano a los gremios que conduce De Gennaro. Esta propuesta no encontrará el eco necesario, tal como confiaron varios dirigentes de las otras centrales, y que quedó demostrado ante la nula comunicación que existió entre la CTG dialoguista y los representantes de la CGT disidente y la CTA durante toda la jornada de protesta. Daer le dijo a Página/12 que “no era necesario”. Sin embargo, no ocurrió lo mismo entre Moyano y De Gennaro. Ambos conversaron telefónicamente por la tarde y se felicitaron mutuamente por “el éxito” del paro.

 

Palabras textuales
Fue una jornada intensa, donde los principales protagonistas fueron los líderes de la centrales obreras que convocaron al paro nacional. Estas fueron sus principales declaraciones:

Hugo Moyano
(CGT disidente)

“Estamos dispuestos a contribuir humildemente para salir de la crisis. Y este paro tiene que ser un grito de las entrañas del pueblo que le dice al Gobierno que no podemos seguir con un modelo económico que cada día hambrea y mata más a nuestros hermanos.”
“El paro era necesario para que el Gobierno entienda que debe cambiar este modelo económico que sigue matando niños y enferma a nuestros hermanos porque no tienen con qué alimentarse.”
“Que los hombres que se creen dueños de la verdad dejen de lado la soberbia y escuchen este clamor del pueblo de rechazo a este modelo económico de hambre.”

Víctor De Gennaro
(CTA)

“El parazo nacional no lo puede negar nadie. La huelga no fue sólo contra el ajuste sino que sirvió también para decir basta de shock de confianza a los mercados y sí shock redistributivo de la riqueza, que en nuestro país sobra.”
“Es lamentable que (Fernando) de la Rúa diga que el paro era inútil. La protesta es un acto de democracia profunda del pueblo. Además, creerse el dueño de la democracia es subestimar a quien es el protagonista de la democracia, que el pueblo.”
“Los senadores deben reglamentar la consulta popular, ya que hasta ahora no se sancionó porque le tienen terror a preguntarle al pueblo lo que piensa.”
“El Presidente no se tiene que confundir: para que lo aplauda la gente, hay que resolver sus problemas y no marearse con los aplausos en Washington, en Wall Street; porque si lo aplauden allá, no lo van a aplaudir acá, como le pasó a (Carlos) Menem.”

Rodolfo Daer
(CGT dialoguista)

“El Gobierno tiene la legalidad de la democracia, producto del voto de la gente, pero lo que no tiene es la legalidad de la política económica. Por eso es necesario modificar la línea trazada en la economía nacional.”
“Este paro es un ámbito de reflexión y la CGT convoca al diálogo social, a la concertación, en defensa de la producción y del empleo, donde debe participar el Gobierno, el empresariado y las pymes.”
“La adhesión masiva al paro marca la justeza del reclamo hacia el Gobierno y señala que es necesario construir una alternativa económica y social diferente a la de hoy.”

 

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