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VIAJE A ESTADOS UNIDOS DE DE LA RUA COMO PRESIDENTE
Bajo la lupa de Wall Street

Los inversores quieren escuchar de boca del presidente argentino cuáles son sus planes más allá de apagar �los fueguitos� de urgencia. En Nueva York, sobrevolará el fantasma de las �relaciones carnales� del menemismo.

Por Mónica Flores Correa
Desde Nueva York


t.gif (862 bytes)  Wall Street espera que en su visita a Nueva York Fernando de la Rúa diga cuál es su visión de la Argentina a largo plazo. “Además de apagar fueguitos aquí y allá y tapar agujeros, como se ha visto obligado a hacer el gobierno de la Alianza, los inversionistas tienen necesidad de saber qué pasará con la Argentina en el futuro, que el Presidente explique qué país piensa dejar a su sucesor”, subrayó un analista a Página/12 en vísperas del primer viaje de De la Rúa a Estados Unidos como mandatario. Además de lo que los norteamericanos llaman “visión” y que es esta síntesis de metas a largo alcance con expresión de deseos, la otra palabra clave de las expectativas que manejan los representantes del mundo de las finanzas es “liderazgo”. “Es importante que los inversionistas sigan viendo en el Presidente lo que ha demostrado en las últimas semanas, una capacidad de liderazgo firme. Se espera que De la Rúa muestre que en su gobierno hay una mayor iniciativa”, sostuvo otro especialista de la city.
“Hasta ahora, la acción del Gobierno ha sido de reacción y no ha podido, en gran parte por la situación heredada, mostrar su capacidad de iniciativa –dijo el consultor Jaime Valdivia de Morgan Stanley–, pero sería imperioso que los financistas adviertan, por ejemplo, que hay un plan B, o estrategia alternativa, en caso de que no funcione lo que se ha llevado a cabo en el sector fiscal, por lo pronto. A De la Rúa le aguarda el momento no siempre agradable de las comparaciones. El lunes, cuando se reúna con banqueros e inversionistas, será juzgado minuciosamente en relación con su antecesor, Carlos Menem, quien había logrado ganarse la confianza de Wall Street no sólo con su política económica sino también con la explicitación, machacada ad nauseum, de su alineamiento con Estados Unidos y su doctrina capitalista de mercado.
“Los inversionistas quieren escuchar la visión del Presidente. En otras palabras, cómo terminará esta película”, dijo Arturo Porzecansky de ING Barings y agregó: “Menem tenía una ‘visión’, como se dice en Estados Unidos, de un país sin hiperinflación, abierto al mundo y alineado a la superpotencia. Al tenerla y enunciarla, las medidas que tomaba día a día eran más entendibles”.
Porzecansky consideró que, entre otras razones, la visita despejaría dudas. “Porque hay mucha gente que no lo conoce a De la Rúa. Conviene que explique su agenda ya que hay todavía muchas preguntas: ¿qué rol quiere para la Argentina, más regional o más universal?; ¿su agenda tiene un carácter más social, distributivo?; ¿cuál piensa que será en definitiva la reacción social a las medidas implementadas?; ¿cuál es su posición con respecto de la inversión extranjera?; ¿le da la bienvenida en forma indiscriminada o no? ¿Y qué es lo que dice con respecto de la relación con EE.UU. ya que se ha hablado de cierto enfriamiento con respecto de las llamadas ‘relaciones carnales’ del gobierno previo”.
Consultado acerca de si el parco presidente aliancista era todavía visto como una “caja negra” por Wall Street, pese a las designaciones de representantes del establishment en puestos claves del Gobierno, el jefe para las Américas de ING Barings se rió y comentó: “Bueno, todavía hay dudas porque su gobierno es una alianza y hay muchos gatos en esa bolsa”.
Para Valdivia, lo que se espera en Wall Street del Gobierno y del mandatario es que “una vez salvada esta emergencia económica –suponiendo que esté salvada, cosa que yo no estoy seguro– lo que se espera de este gobierno son decisiones que lleven al país hacia adelante.”
El analista de Morgan Stanley observó que “claramente Menem no enfrentó grandes reacciones del ala laboral, como las que se están viendo actualmente. En el control del Congreso también hubo un mayor cierre defilas. Pareciera haber hecho una labor política más sólida. No hay que descartar, claro, que como el gobierno de De la Rúa está fundado en una coalición política, quizá eso dificulte el control político del proyecto del Presidente”, reconoció Valdivia, pero subrayó: “Estos son los temas que aquí la gente se pregunta”.

 

¿De Santibañes sin valijas?

Fernando de Santibañes sigue siendo un problema para el Gobierno. Al menos eso surge de las explicaciones que se dieron en la Casa Rosada sobre la posibilidad de que el jefe de la SIDE acompañe al Presidente en su gira por los Estados Unidos. A principios de semana, el ex banquero formaba parte de la comitiva argentina, tal como informaron a Página/12 allegados muy cercanos a De Santibañes. Pero ayer a la noche, en gobierno se indicó a este diario que el virtual ombudsman económico de la administración aliancista “nunca integró la lista de la delegación”. Anoche, esa nómina seguía sin variaciones y el nombre de De Santibañes no estaba contenido en ella.
El contertulio más cercano del Presidente propinó al Gobierno una serie de inconvenientes no menores mediante una seguidilla de apariciones públicas: dijo que el Gobierno no había hecho todos los esfuerzos por achicar el déficit, con lo que consiguió poner en duda la continuidad del ministro José Luis Machinea; anunció que el inminente recorte sería mucho mayor de lo que el Gobierno tenía en ese momento en sus planes; y finalmente que en las provincias “sobra gente” y que debían recortar más a cambio de no cerrar Télam ni la imprenta del Congreso.
Sus decires –con los que se autoerigió en una especie de controlador ultraortodoxo de las políticas económicas del Gobierno– obligaron al Presidente a efectuar una serie de desmentidas, y abroqueló al ala política del gabinete y la Alianza en general contra sus acciones.
Ahora, en Casa Rosada parecen querer ocultarlo. Mientras su secretaria confió ayer a este diario que De Santibañes “está haciendo los preparativos para su viaje”, desde Gobierno juraban que “no integra la comitiva” a los Estados Unidos. Quizá, De Santibañes viaje por su cuenta. Quizá no viaje. Cada alternativa tendrá su lectura.

 

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