Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


ACUSAN A UN MEDICO DE MANDAR A MATAR A SU EX MUJER
Un sicario en vez de alimentos

Es un médico que fue subdirector del neuropsiquiátrico de Open Door y funcionario en Luján. Ahora está detenido como instigador de la muerte de su ex mujer, que le había ganado un juicio por alimentos. También está preso el acusado de ser el autor material.

Por Andrés Osojnik
t.gif (862 bytes)  La mujer lo había dejado y eso fue una afrenta para su orgullo. Además, le había iniciado una demanda para que se hiciera cargo de los alimentos de la hija que tenían en común. El juez fijó en 15.000 pesos la deuda, más 800 por mes. Y eso fue demasiado. El hombre contrató entonces a un sicario para que matara a su ex mujer, según la acusación que ahora pesa sobre él y por la que acaba de recibir la prisión preventiva. El killer cumplió sin titubeos: irrumpió en la casa de su víctima, la paralizó con una descarga eléctrica y luego la asfixió con una almohada. El ahora acusado de ser autor intelectual del asesinato de su ex esposa es un médico forense -ahora exonerado–, que fue subdirector de la colonia neuropsiquiátrica de Open Door y funcionario de la Municipalidad de Luján. El caso roza también al intendente de ese distrito.
Ana María Domínguez tenía 35 años y había llevado una relación tumultuosa con José Chain, de 42. Quienes conocieron a la pareja cuentan ahora –incluso ante la Justicia– que ella era golpeada por el hombre. Y que cuando nació la hija de ambos –ahora de ocho años– él la abandonó. Finalmente continuaron la convivencia hasta que a principios del ‘97 ella decidió dar por terminada la relación.
A raíz de una demanda iniciada por la mujer, el 5 de abril pasado, un juez dictaminó que Chain debía pagar 15.000 pesos como deuda por alimentos y fijó además la cuota mensual. Cinco días después, ella fue encontrada muerta en su casa del barrio Zapiola, en Luján. Había sido inmovilizada con una descarga eléctrica –efectuada con una picana portátil, del tipo de defensa personal– y luego asfixiada, posiblemente con una almohada.
“Yo volví a casa a eso de las cinco y me encontré con ella muerta en la cama. Al lado estaba nuestra beba, que entonces tenía siete meses”, cuenta ahora Roberto Almeida, que era pareja de Ana María desde hacía dos años y medio. En el departamento faltaba una cámara de video. “Pero habían quedado elementos de mayor valor, incluso dinero”, relata Almeida.
Algunos vecinos vieron poco antes a un hombre que salía de la casa. Había llegado en una vistosa moto en duro, que había dejado estacionada a una cuadra. Alguien lo reconoció: “Es Perita”, le contó a la Policía.
Dos días después, Carlos Martín Sayavedra, alias “Perita”, era detenido. Aunque al principio se negó a declarar, finalmente optó por hacerlo ante el fiscal que lleva la causa, Juan Mirés. Allí contó lo que para los investigadores es “la mitad de la verdad”. Reconoció que ese día estuvo en la casa de Ana María Domínguez y que lo había enviado José Chain. Ambos trabajan en la Colonia de Open Door. Pero negó haberla matado. Adujo, en cambio, que sólo había entrado al lugar para llevarse, precisamente a pedido de Chain, una documentación relacionada con el juicio por alimentos. Que efectivamente lo había hecho y que por ello Chain le pagó 1300 pesos, aunque inicialmente le había prometido 1000.
En la indagatoria, Sayavedra le contó además al fiscal que Chain le había confiado que tenía “problemas con su ex mujer”, al punto de que el hombre dijo de su ex esposa: “Me tiene cansado, en cualquier momento la voy a matar”. Perita Sayavedra contó también que ya antes había hecho “trabajos” para Chain: le había volcado removedor a la camioneta de Almeida y había forzado la puerta de la casa a nombre de Chain donde siguió viviendo por un tiempo Ana María Domínguez tras la separación.
A partir de esa declaración, el fiscal se lanzó a investigar a Chain. Descubrió que, horas después de la muerte de la mujer, el médico hizo una extracción de 1000 pesos en un cajero. Que mucha gente conocía la mala relación de la ex pareja, que Chain amenazaba a su ex mujer e incluso que hubo quienes mencionaron el temor de la mujer a que la matara. Y que la hija de ambos refirió que años atrás, en la casa familiar, el padre disparó contra la madre dos tiros que no dieron en el blanco.
Perita Sayavedra también declaró que días antes del crimen se reunió con Chain en su casa, donde también se encontraban Gabriel Miranda, ex secretario del intendente de Luján, y el propio jefe comunal, eljusticialista Miguel Angel Prince. Ahora el intendente deberá prestar declaración testimonial para aclarar de qué se conversó en ese encuentro.
Prince y Chain tienen una vinculación de vieja data. Años atrás, el médico fue director de Bromatología en la Municipalidad. Y en enero pasado, Prince batalló para convertir a Chain en el interventor de la delegación local del PAMI. La gestión fue abortada por la oposición de la Alianza, que logró colocar a un hombre del Frepaso. Chain, con respaldo de Prince, fue subdirector médico de la Colonia de Open Door entre el ‘91 y el ‘92.
Chain es médico, veterinario, anestesista y perteneció a la Policía bonaerense como médico forense. Por una vieja denuncia estaba en disponibilidad y su exoneración estaba demorada en el Ministerio de Seguridad de la provincia. Ahora, tras la muerte de Ana María Domínguez, el expediente llegó a su fin, como también la carrera policial de Chain.
Sin embargo, el hombre, ante el fiscal, negó todo. Que alguna vez le hubiera pegado a su mujer, que hubiera tenido algún trato especial con Sayavedra y que hubiera mandado a matar a su ex mujer. El fiscal no le creyó y lo acusó de homicidio calificado, como instigador del crimen de su ex mujer. El juez de Garantía le dictó la prisión preventiva el lunes pasado.

 

Una obligación que la mayoría elude

Según las estadísticas que se manejan en los juzgados civiles, el 70 por ciento de los padres separados no cumple con la cuota alimentaria estipulada por la Justicia. Actualmente existen alrededor de 20.000 juicios por alimentos iniciados en los juzgados de familia, mientras que en 1998 existían 17.000.
En marzo último, el gobierno porteño abrió el Registro de Deudores Alimentarios Morosos a fin de que puedan ser sancionados aquellos padres que no pasan alimentos a sus hijos. La ley que estipula estas sanciones establece que los padres que adeuden cuotas alimentarias por tres meses consecutivos o cinco alternados no podrán abrir cuentas corrientes, sacar el registro de conductor –salvo que lo precisen para trabajar–, acceder a tarjetas de crédito, obtener créditos en el Banco Ciudad, ocupar puestos públicos, ser proveedores de la comuna, abrir locales comerciales o transferir habilitaciones de negocios e industrias.
En el piso 11º de Lavalle 1429 funcionan las oficinas donde los jueces, de oficio o a pedido de la otra parte, giran el escrito correspondiente para solicitar la inclusión del padre o la madre deudora en la base de datos del Registro de Deudores Alimentarios Morosos. Esta información está a disposición de cualquier entidad pública o privada para consultarla.
En el Congreso también esperan ser tratados dos proyectos para crear un Centro Nacional de Anotaciones Personales.



Entre presiones y amenazas

“Ella siempre me decía que los años que pasamos juntos fueron los mejores de su vida. Ahora está muerta, pero a mí no me anima la venganza. Ella ya no puede volver, pero al menos que los responsables sean castigados.” Roberto Almeida era la pareja de Ana María Domínguez cuando fue asesinada y tuvo con ella una beba que ahora tiene nueve meses. La otra hija de Ana María –la que tuvo con Chain– también vivía con ellos. Ahora está con familiares paternos.
Almeida pidió ser particular damnificado en la causa. Pero en realidad tiene mucho para contar ante la justicia sobre cómo era la relación de Ana María con Chain. “Su vida antes había sido muy violenta –señala–, ella contaba, cuando estaba conmigo, incluso a algunas amigas y vecinas, sobre cómo Chain la amenazaba y que también le había dicho que la iba a matar. Un abogado que tenía antes, que lo conocía a Chain, le aconsejó que no le hiciera juicio, ‘porque era medio loco y la iba a matar’.”
El mismo fue también víctima, según cuenta, de las presiones de Chain. “Un día me apareció la camioneta con la pintura saltada. Me habían tirado removedor”, cuenta. Después se supo que fue obra de Sayavedra.

 

 

PRINCIPAL