La ilusión de Franco Squillari de llegar a la final de un torneo
de Grand Slam terminó hecha trizas al caer en las semifinales del
Abierto de Francia, que se juega en Roland Garros, ante el tercer preclasificado
del campeonato, el sueco Magnus Norman, quien lo venció en tres
sets corridos, 6-1, 6-4, 6-3, en una hora y 58 minutos de juego. El sueco
jugará mañana la final frente al brasileño Gustavo
Kuerten, quien superó al español Juan Carlos Ferrero 7-5,
4-6, 2-6, 6-4, 6-3, en tres horas y 38 minutos. Norman viene de vencer
a Kuerten en la final del Abierto de Roma.
No fue un buen partido, Norman ganó pero fue el que jugó
menos aceptó Squillari. No logré concentrarme,
viví una pelea conmigo mismo y contra el viento más que
contra Norman. Las pelotas se desviaban. Pero él jugó mejor
en los momentos difíciles y es un serio candidato al título.
Por primera vez en 18 años, Argentina tuvo a uno de sus tenistas
entre los cuatro mejores de Roland Garros, algo que sólo habían
alcanzado antes Guillermo Vilas, campeón del torneo en 1977 y finalista
en las ediciones de 1975, 1978 y 1982, y José Luis Clerc, semifinalista
del Abierto parisino en 1982. Precisamente, el último tenista argentino
en acceder a las semifinales de un Grand Slam había sido Vilas,
quien en septiembre de 1982 se clasificó a esa instancia en el
US Open.
La táctica de abrirlo no me salió como había
pensado, y él me jugó mucho a la derecha, mi mejor golpe
dijo el argentino tras el partido. Me sentía sinceramente
con chances de seguir. Incluso hasta el último momento pensé
que podía levantar el partido.
Squillari no pudo repetir el rendimiento que había tenido en anteriores
encuentros, jugó muy tensionado, estuvo la mayor parte del cotejo
en el fondo de la cancha y las pocas veces que subió a la red lo
hizo con poca convicción y eficiencia.
Haber alcanzado las semifinales en Roland Garros le permitió a
Squillari pupilo del ex tenista argentino Horacio De la Peña
saltar del 45º lugar al 20º en el ranking internacional.
En el primer set, el sueco le quebró en dos oportunidades el servicio
a Squillari, muy errático, para ganarle 6-1 en sólo 28 minutos.
En el arranque del segundo parcial, Norman se colocó 2-1 al quebrar
otra vez el saque, pero Squillari se recuperó y comenzó
a meter los primeros servicios, y también le rompió el suyo
al europeo. Pero la definición llegó 6-4 para Norman, en
41 minutos.
En el tercer y definitivo set, el argentino pareció agrandarse,
ya que en el primer game logró remontar cuatro break-points y mantuvo
su saque. Norman, más sólido, logró el quiebre en
el tercer game, lo que fue decisivo para decidir el set, 6-3, en 49 minutos.
He pasado dos semanas fantásticas que me han permitido estar
entre los mejores jugadores del mundo. Ahora tengo que perder el miedo
a las superficies rápidas, manifestó el argentino.
Con la victoria ante Squillari, Norman se transformó en el primer
sueco desde Stefan Edberg, en 1989 en alcanzar la final de
este Grand Slam. Ningún compatriota suyo gana el torneo desde 1988,
cuando triunfara Mats Wilander.
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