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La muerte de Assad obligó a los grupos de poder sirios a probar
la eficacia de una solución dinástica que ya había
pensado su líder de 30 años. El hijo del fallecido presidente
sirio Hafez al?Assad, Bashar, fue nombrado comandante de las fuerzas armadas
de Siria el domingo, como paso previo que garantiza virtualmente que asumirá
el puesto del "gran león" que gobernó Siria. En
todo caso, parece imposible refutar el resumen de la situación que
propuso el premier de Israel, el más tradicional enemigo de Siria.
El traspaso del poder al hijo de Assad ha creado "otro Cercano Oriente",
aseguró ayer el laborista Ehud Barak, quien sin embargo añadió
que es imposible predecir "qué va a deparar el futuro".
El vicepresidente Abdel?Halim Khaddam nombró al treinteañero Bashar para suceder a su padre, después de promoverlo de coronel a teniente general, indicó un portavoz. Funcionarios dijeron que altos oficiales del ejército encabezados por el ministro de Defensa, Mustafá Tlas, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Ali Aslan, se reunieron con Bashar y le prometieron lealtad. El sábado en la noche, por su parte, la dirigencia del partido Baath postuló por unanimidad a Bashar al puesto de presidente tras la muerte de su padre a la edad de 69 años. Funcionarios dijeron que el parlamento se reunirá el 25 de junio para aprobar la nominación de Bashar y emitir un decreto que insta a los votantes a aceptarlo o rechazarlo como presidente. El parlamento sostuvo el sábado una sesión especial para enmendar la constitución para allanar el camino para el nombramiento de Bashar, reduciendo la edad mínima para ser presidente de 40 a 34, la edad de Bashar. Bashar es un oftalmólogo educado en Gran Bretaña y coronel del ejército con una reputación de honestidad. Bashar fue tomado en cuanto como futuro sucesor de Assad, después de que su hermano mayor, Basel, murió en un accidente automovilístico en 1994. El año pasado hizo varias visitas a otros países árabes y emitió declaraciones en el proceso de paz con Israel. En el frente interno, Bashar ha liderado la batalla contra la corrupción gubernamental. Uno de los afectados por las causas judiciales que se abrieron a instancias de Bachar fue el ex primer ministro Mahmoud al Zohbi, quien se suicidó. La continuación de la campaña de anticorrupción se percibe como una necesidad para reactivar la economía siria con la entrada de capitales privados, locales y extranjeros, que por el momento desconfían del clientelismo vigente y de los intereses económicos que importan a varios dirigentes. La campaña anticorrupción se presentó en los medios oficiales sirios como una vuelta a la prédica de Al-Assad, que habría sido traicionada por algunos de sus mismos funcionarios. Bashar está también empeñado en modernizar la enseñanza. Preside la sociedad siria de informática, en un país donde el acceso a Internet es aún bastante restringido. Un funeral estatal será efectuado en Damasco y los restos de Assad serán trasladados después a su pueblo natal de Qardaba, enclavado en las montañas, donde será sepultado, dijeron funcionarios. Se espera que asistan a su funeral líderes mundiales y árabes, entre ellos el presidente francés, Jacques Chirac; el ruso Vladimir Putin; la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright; el rey Abdullah de Jordania, el líder palestino Yasser Arafat y el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Robin Cook. El premier israelí Barak confía en que "al menos a corto plazo", la frontera sirio?israelí permanezca tranquila, y también el Líbano, donde la guerrilla islámica Hezbollah (proiraní y prosiria) suplió el vacío creado tras la retirada de las tropas israelíes de la llamada "franja de seguridad". En tanto, la emisora Israel Radio reportó que, tras la muerte de Assad, el primer ministro israelí discutió acerca de la situación regional con el presidente estadounidense, Bill Clinton, con el jefe de Estado egipcio, Hosni Mubarak, y con el rey Abdullah de Jordania. Siria e Israel retomaron las conversaciones de paz a principios de año, pero éstas fracasaron rápidamente debido a la negativa israelí de retirar totalmente sus tropas de los Altos del Golán, lo que exigía Siria.
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pocos
progresos de convivencia étnica en la provincia serbia
y por la persistencia de la violencia. El nivel de las agresiones,
intimidaciones e incendios criminales no baja. Desde enero, cinco
a seis asesinatos son cometidos como promedio semanalmente. Desde
el inicio de la misión, el administrador de la ONU, Bernard
Kouchner (de Médicos sin Fronteras), no ha dejado de pedir
a las naciones que envíen más policías a
Kosovo. La fuerza multinacional de paz (KFOR, foto), que sólo
debía ocuparse de tareas policiales en un período
inicial, ha debido seguir haciéndolo. Un año de
feroces ataques de represalias contra los serbios y los gitanos
(considerados sus aliados) derrumbó el entusiasmo inicial
reemplazándolo por una creciente exasperación.