El ministro de Economía, José Luis Machinea, se encargó
ayer, desde Nueva York, de transmitir música para los oídos
de los mercados, como ya lo había hecho el Presidente
a primera hora de la mañana en el desayuno organizado por la influyente
Sociedad de las Américas, que agrupa a los principales organismos
financieros y empresariales de Estados Unidos. Dando por sentado que habrá
convertibilidad por muchos años más, Machinea señaló
que no existe para Argentina la opción de renegociar su deuda
externa. Si bien afirmó que no creo que sea necesario
un nuevo ajuste, aseguró que es indispensable continuar
con la austeridad en los gastos, porque Argentina no tiene mucho
más margen para endeudarse. Y hasta dijo no entender por qué
el Fondo Monetario había sido tan blando a la hora de
exigir ajustes al gobierno anterior.
Hoy Machinea se encontrará en Washington con el número dos
del Fondo Monetario, Stanley Fischer, con quien no hará más
que ratificar la validez del acuerdo firmado con el organismo a principios
de año. La misión del Fondo que estuvo la semana pasada en
Buenos Aires, encabezada por Teresa Ter Minassian, ya habría dado
el visto bueno a las metas fiscales del segundo trimestre del año
y, por ese motivo, ayer emprendió el regreso a Washington. Y tanto
Fischer como Machinea se encargarán de transmitir, entonces, que
no habrá ninguna renegociación sobre el acuerdo, pese a la
opinión de la mayoría de los analistas, que ven de muy difícil
cumplimiento la meta de déficit para todo el año fijada en
4500 millones de pesos.
Estas fueron las principales declaraciones del ministro de Economía:
La Argentina tiene, como
consecuencia de lo que ha pasado los últimos años, una situación
de deuda que ya es suficientemente grande, y no hay mucho más margen
para endeudarse, porque más allá del FMI, el déficit
no es financiable, y éste es el problema de fondo.
Hace 15 o 20 días
las expectativas habían cambiado para mal en la Argentina, pero en
las últimas dos semanas, con las medidas que tomó el Gobierno,
han mejorado.
Las últimas medidas
mostraron la determinación del Gobierno, que ha enfrentado una situación
que se había complicado como consecuencia de la suba de la tasa de
interés, la volatilidad de los mercados nacionales, incluso algunos
ruidos internos.
Lo que se hizo fue preservar
el rumbo que se había elegido en diciembre y, en todo caso, preservar
las reformas estructurales y mantener la solvencia fiscal, dando una señal
clara al mundo.
Respecto de si prevé más
medidas de ajuste, contestó: creemos que la reducción
de gastos lograda con el recorte salarial de los empleados públicos
va a ser suficiente, aunque admitió que ello depende
de la actividad económica en el segundo semestre del año y
del nivel de recaudación.
Por otra parte, Machinea sostuvo que en algún momento se devolverá
a los estatales que sufrieron el achicamiento de sus sueldos al nivel que
tenían antes del ajuste, aunque admitió que desgraciadamente
eso no podrá ser en el corto plazo.
Sobre la actitud del Fondo Monetario
frente al gobierno de Carlos Menem, afirmó: No tengo una respuesta
de por qué la cosa fue tan blanda con el gobierno anterior.
En el seno del gobierno no
hay ninguna discusión sobre devaluación o dolarización.
Hemos insistido aquí, una y otra vez, con el tema de la convertibilidad,
y siempre vale la pena hacerlo porque siempre puede haber alguno que piensa
que hay margen para hacer otra cosa.
Ratificó que se cumplirá
con la tasa de crecimiento que figura como pronóstico tanto en el
Presupuesto como en el acuerdo con el FMI. Puedo decir ahora que tal
vez (el crecimiento del PBI) será de un 3,5 por ciento. Aunque
reconoció que el nivel de actividad económica no mejoró
tanto en el primer semestre del año.
Algo
de preocupación
Uno de los principales directores del banco de inversión más
grande del mundo, Merrill Lynch, Tulio Vera, afirmó ayer en
Nueva York que en Wall Street todavía se ve con algo
de preocupación la marcha en la economía argentina,
porque muchas cosas que se preveían hace meses, como
la recuperación en la economía y en los números
fiscales, no se dieron aún.
Consideró que el mensaje del presidente Fernando de la Rúa
ante los representantes de los holdings y las finanzas norteamericanos
pronunciado ayer fue amplio, aunque no específico en cuanto
a anticipar si habrá que hacer nuevos ajustes en caso de que
no se logren las metas fiscales planteadas. El directivo afirmó
que a la Argentina todavía le faltan muchos años para
llegar al Investment Grade. Estamos en una situación
de espera, donde todavía queda por ver si las cosas empiezan
a mejorar o no de una manera más sustancial, concluyó. |
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