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Por F. C. ![]() Apenas finalizado el paro del viernes pasado, el Gobierno, a través del ministro del Interior, Federico Storani, buscó instalar la idea de una convocatoria a dialogar con el objetivo de distender el conflictivo escenario político instalado a partir del último ajuste. En rigor, la iniciativa parece darle un cauce orgánico a algunas puntas dialoguistas que asomaron en los últimos días. Por ejemplo, cuando se conoció que gracias a una gestión del titular de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual, el Presidente se había encontrado a escondidas con algunos ex gobernadores que hoy son legisladores como el entrerriano Jorge Busti, el mendocino Arturo Lafalla o el misionero Ramón Puerta. O, más lateralmente, lo que viene haciendo Raúl Alfonsín con Eduardo Duhalde. Pero, hasta el momento, no está claro ni el con quién ni el cómo ni el para qué del diálogo oficial. Interrogantes que intentarán ser develados hoy en la reunión que encabezará Alvarez en la Rosada. Del encuentro participarán también los jefes de los bloques legislativos, el senador José Genoud y el diputado Darío Alessandro, porque analizan que las propuestas de conversación podrían girar en torno de proyectos de ley. Concretamente, algunas de las propuestas que se barajan son: u Plan social: unificar cierto tipo de ayuda social ya existente para crear un plan que beneficie a jefe de hogares. u Ley de Promoción Regional: para ayudar a las empobrecidas economías provinciales. u Regulación de las medicinas prepagas: para evitar abusos cuando se libere el mercado y las prepagas compitan con las obras sociales. u Reforma política: todos los partidos tienen proyectos para limitar los gastos y duración de las campañas electorales. u Ley de Coparticipación: debe rediscutirse con las provincias. También está decidido que el diálogo comience por los partidos políticos y el Congreso. Un problema no menor a resolver será decidir el interlocutor adecuado en el PJ teniendo en cuenta que su titular es Carlos Menem. Con Menem no hay diálogo posible, explicaban cerca de Chacho Alvarez. En cambio, empresarios y sindicalistas si entran quedarían para más adelante. No puedo decir Voy a dialogar pero ya tengo un nuevo calendario de huelgas. O se apuesta a un país maduro, de aportes y propuestas, o se apuesta a una espiral de confrontación, condicionó Chacho el diálogo con los gremialistas. Rápido, el vocero de la CGT, Carlos West Ocampo, le respondió: No tenemos cronogramas de paros. Pero agregó que al diálogo llevarán reclamos de extrema urgencia para los trabajadores.
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