Por Laura Términe
Desde Roma
El Tribunal italiano que juzga a siete militares argentinos acusados del homicidio de ocho ciudadanos italianos tomó ayer nota de la responsabilidad del ex general Santiago Omar Riveros sobre todas las operaciones represivas cometidas entre 1976 y 1979 en la zona norte del Gran Buenos Aires y dentro del perímetro de Campo de Mayo, mediante las descripciones realizadas por cinco de los seis testimonios que desfilaron frente a la Corte de Roma. Riveros era el jefe del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo y amo y señor de la zona 4 en la estructura diseñada por la junta militar para la represión.
Juan Carlos Scarpatti, que ingresó a Las Casitas, un centro de detención dentro de Campo de Mayo, con nueve tiros repartidos por todo el cuerpo, relató sus dos encuentros con Riveros en el lugar y describió la gama de torturas utilizadas contra los secuestrados. �La segunda vez que vi a Riveros fue cuando nos convocaron al comedor de los oficiales y allí nos dio una arenga diciéndonos que él provenía de una familia humilde y que era el Ejército el que defendía a los pobres y a los valores cristianos�, dijo Scarpatti, que a lo largo de su minucioso testimonio precisó que �en Campo de Mayo vi trasladar entre 400 y 500 personas� destinadas a los �vuelos de la muerte�.
Durante la audiencia, el fiscal Francisco Caporale buscó darles sustento jurídico a los desgarradores testimonios de víctimas y familiares, subiendo al estrado de testigos a dos ex jueces. El ex magistrado de San Isidro Angel Papalia, que investigó en 1984 la desaparición de Martín Mastinu, contó al Tribunal cómo Luis Porchetto, Alejandro Puertas, Oscar Héctor Maldonado y Roberto Rossin �los cuatro imputados en el proceso italiano� le dieron detalles sobre su participación en el secuestro del sindicalista de Astarsa. Los cuatro militares dependían de Carlos Gerardi, por entonces jefe de la Prefectura, también acusado en Italia.
�Gerardi manifestó haber practicado y ordenado detenciones por orden del Ejército conforme a un plan secreto escrito que guardaba en la caja fuerte de la Prefectura, bajo órdenes del general Riveros�, declaró Papalia releyendo las fojas de la época. La Corte de Asisse decidió integrar al material de prueba las conclusiones de Papalia, después de que los abogados defensores de Riveros pidieran la nulidad de las declaraciones del ex juez, amparados en un artículo del Código Procesal Penal italiano que prohíbe testimoniar utilizando las declaraciones de un imputado.
�¿Cómo determinó la responsabilidad de Riveros en los homicidios? -inquirió el juez Mario D�Andria a Juan Ramos Padilla, el ex magistrado que detuvo a Riveros en 1985, por una causa abierta sobre la desaparición y asesinato de sindicalistas durante los años setenta, que incluía el caso Mastinu. �Era el responsable de la zona 4�, respondió Ramos Padilla, que además relató cómo a muchos gremialistas se los �chupaba� con la ficha de trabajo que los empresarios entregaban a los militares.
Ya libres de las largas togas que deben llevar por encima de los trajes a pesar del calor, los defensores de los familiares de las víctimas festejaron al final de la audiencia de ayer. �Los testimonios de Padilla y Papalia prueban y confirman la responsabilidad de Riveros en la desaparición de Mastinu�, estimó Marcelo Gentili mientras su colega Giancarlo Manica especulaba sobre las complicaciones que podía acarrear la nulidad del testimonio de Papalia.
�¿Quién era Juan Perón?�
�¿Quién era Perón? �le preguntó el fiscal al periodista y escritor italiano Italo Moretti, ex corresponsal de la RAI en América latina, invitando a los once jueces populares que forman el Tribunal a adentrarse en la complicada situación política argentina de inicios de los años setenta. En una didáctica exposición histórica que llegó al año 1983, Moretti calificó con ironía al ex almirante Emilio Massera como �la mente más lúcida entre los militares�, �el mejor exterminador� y definió a la Escuela de Mecánica de la Armada como �el más moderno centro de torturas�, describiendo el funcionamiento clandestino de la institución. Después, Moretti presentó el video de una entrevista que le realizó a Massera en 1982, donde el ex marino hablaba de la colaboración prestada por el creador de la P2, Licio Gelli, al gobierno argentino, y contaba cómo en sus viajes a Roma, el ex varias veces primer ministro italiano Giulio Andreotti y el fallecido Amintore Fanfani, dos lúcidos exponentes de la Democracia Cristiana, le pasaban papeles con los nombres de los italianos desaparecidos. �Italia sabía e Italia callaba�, dijo el testigo, que criticó la actitud del gobierno y de los medios de comunicación de la época que �pretendían igualar a los desaparecidos con los miembros de las Brigadas Rojas�. El periodista contó que Massera en sus viajes a Roma iba a comprar armas, especialmente el modelo de la Fragata Lupo, y que una vez el almirante le confesó, en relación con el clima de terror instalado por la dictadura: �Si el Papa supiera lo que estamos haciendo, tendríamos que dejar de reprimir�. |
Massera nuevamente en Tribunales
El ex jefe de la Armada Emilio Massera amplió ayer durante unas cuatro horas su declaración indagatoria por el secuestro del hijo de Cecilia Viñas, que en 1977 dio a luz en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y desde ese entonces permanece desaparecida.
La ampliación fue solicitada por el propio Massera, quien cumple prisión preventiva en su casa �dada su edad� desde el 26 de noviembre de 1998. Su prisión fue dictada justamente en la causa que ayer lo llevó nuevamente a los tribunales para declarar ante la jueza federal María Servini de Cubría, la misma que lo procesó como �autor mediato� del secuestro y cambio de identidad del bebé de Viñas.
Según el abogado del ex integrante la Junta Militar, Miguel Arce Aggeo, �la ESMA era una base naval más, y hay que probar la existencia de embarazadas y un plan sistemático� para la apropiación de los bebés que nacieran en ese centro naval. �No hay ningún elemento en la causa que permita demostrar que él (por Massera) sabía de la existencia de embarazadas en el lugar�, sostuvo Arce Aggeo, que solicitará el sobreseimiento de su cliente. |
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