Por David Cufré
 La Secretaría de Defensa de la Competencia exigió a Endesa que venda alguna de las participaciones que detenta en las dos distribuidoras eléctricas del área metropolitana, Edesur y Edenor. Se trata de un fallo no vinculante, pero con evidente intencionalidad política. La última palabra sobre lo que deberá hacer la compañía española la tiene el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), pero el dictamen de Defensa de la Competencia sienta un precedente que al órgano de control le resultará difícil ignorar. El Gobierno entiende que la participación de Endesa en Edesur y Edenor es perjudicial para los usuarios.
La facultad de ordenar a la compañía que salga de alguna de las dos distribuidoras es exclusiva del ENRE. Pero ante la falta de acción de este organismo, el Ministerio de Economía resolvió que Defensa de la Competencia analizara el caso y entregara un dictamen. Ayer se difundió ese fallo, con la recomendación de que Endesa se desprenda de sus acciones en Edesur o Edenor.
En Endesa estaban sorprendidos anoche al conocer la decisión de Defensa de la Competencia. En rigor, suponían que el organismo se pronunciaría tal como lo hizo, pero confiaban en que demoraría más tiempo. Hace diez días, la empresa impugnó por vía administrativa la orden de José Luis Machinea de requerir la intervención de Defensa de la Competencia. Fue una acción para dilatar el tema, con la esperanza de que finalmente quedara sepultado. Sin embargo, antes de que se resolviera sobre la impugnación, el secretario de Defensa de la Competencia, Carlos Winograd, presentó el fallo elaborado por el organismo a su cargo. Ahora el ENRE, que durante el gobierno menemista convalidó en los hechos la intervención de Endesa en las dos distribuidoras, tendrá que expedirse formalmente.
�Esta medida no tiene precedentes en la historia antimonopolio de la Argentina�, enfatizó Winograd en diálogo con Página/12. Pero al mismo tiempo se preocupó en puntualizar que el dictamen �tiene sólidos fundamentos técnicos y está encuadrado en la total seguridad jurídica�. �La situación de Endesa contradice la norma de organización para tener una genuina competencia por comparación, que es el cuadro regulatorio en el cual funciona el sector eléctrico�, aseguró.
El problema se originó a principios de 1999, cuando la firma española compró a su homónima chilena Endesa y al grupo Enersis, que detentaban acciones en Edesur. A su vez, Endesa ya tenía el 37 por ciento de Edenor. En el momento de la compra, el ENRE consideró que Endesa debería salir de Edesur o Edenor. Pero luego sacó una resolución declarándose incompetente. Ante esa situación, el nuevo gobierno resolvió instruir al ENRE a que se expida y también solicitó el dictamen de Defensa de la Competencia, a fin de presionar políticamente.
De acuerdo al fallo de este último organismo, una de las formas de controlar a las distribuidoras es comparando su funcionamiento. �La competencia por comparación es un instrumento regulatorio que, a partir de el cotejo de los niveles de eficiencia y productividad de empresas similares, provee información adicional a los reguladores y les permite fijar precios y establecer requerimientos de mejoras de productividad al momento de las revisiones de tarifas�, describe el dictamen. El mecanismo es usualmente utilizado en otros países. Y constituye la base de la fundamentación del fallo de la oficina de Winograd.
También agrega que en 2002 se hará la primera revisión de tarifas de Edesur y Edenor �según lo establece el contrato de concesión, para verificar si el sistema de indexación establecido cuando se privatizó Segba es el apropiado� y que en ese momento será imposible comparar si Endesa está en las dos distribuidoras. Otro argumento es que Endesa �plancha� inversiones en Edenor, para que no haya diferencias notables con la tecnología que utiliza Edesur. Más allá de las razones técnicas, el Gobierno quiso aprovechar este caso para mostrar dureza ante lasprivatizadas, luego de haber anunciado hace quince días un fuerte ajuste fiscal.
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