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LAS DOS COREA FIRMARON UN ACUERDO HISTORICO
La pluma ante el último Muro

Ayer, los presidentes de Corea del Sur y del Norte resolvieron varios temas clave en la división de la península. Pero el sueño de una reunificación a la alemana parece ser quimérico.

El texto del acuerdo firmado ayer entre las dos Corea. 
A la izquierda, Kim del Sur; a la derecha, Kim del Norte.


El País de Madrid
Por Ignacio Cembrero
Desde Seúl

t.gif (862 bytes) Aunque no lo dicen en voz alta, muchos surcoreanos sueñan con que el apretón de manos de anteayer entre su presidente Kim Dae-Jung y el del Norte, Kim Jong-Il, y el acuerdo de ayer supongan el primer paso hacia una reunificación de la península a la alemana. Imaginan el nacimiento en Extremo Oriente de una nación de casi 70 millones de habitantes cuyo poderío económico sólo sería superado por Japón. Se trata de una esperanza impulsada por el histórico acuerdo alcanzado ayer en relación con temas tan centrales como la reconciliación, la reunificación de las dos Corea, la reunión de las familias separadas desde la guerra de Corea (1950-53) y el intercambio de prisioneros encarcelados en Corea del Sur por supuesto espionaje o actividades comunistas. No se mencionaron misiles balísticos o armas nucleares norcoreanas, la pesadilla de los aliados surcoreanos de Japón y Estados Unidos. �El sol sale por fin para la reunificación y la paz�, declaró Kim Dae-Jong, que además invitó a su par Kim Jong-Il a visitar Seúl en una �fecha adecuada�. Pero nada es tan fácil como parece.
Kim Dae-Jung concluyó ayer sus tres días de visita a Pyongyang, la primera de un presidente surcoreano, y regresó a Seúl (a 180 kilómetros) por tierra, cruzando la zona desmilitarizada que separa a ambos países a la altura del paralelo 38, cerca de donde se concentran el grueso de los ejércitos del Norte, con más de un millón de soldados, y el del Sur, con 600 mil hombres. El presidente de Corea del Sur había elegido Berlín para lanzar la oferta de celebrar una cumbre, y la prensa surcoreana ha comparado en más de una ocasión la reunión de ayer con el primer encuentro, en 1970, entre el canciller de Alemania Federal, Willy Brandt, un viejo luchador contra el nazismo, y su homólogo comunista de Alemania del Este, Willy Stoph. Dos décadas después, las dos Alemania se unieron. Incluso la agencia surcoreana de noticias, Yonhap, sostuvo que el saludo que intercambiaron los dos �Kim� en el aeropuerto de Pyongyang fue más caluroso que el que caracterizó el encuentro alemán hace 30 años, infiriendo que la reconciliación entre ambas Corea podría ser más fácil.
Kim Dae-Jung ha hablado en sus discursos de �reconciliación, cooperación y eventual reunificación� del Norte y del Sur. Pese a estas palabras y a la comparación con Alemania, un abismo separa aún al Norte y al Sur. Kim Jong-Il, �querido líder�, como lo llama la propaganda de su país, aceptó celebrar la cumbre y mejorar las relaciones con Occidente porque necesita salvar a su país (en recesión desde hace una década) del desastre en el que está sumido, con ciudades a oscuras, hospitales sin medicina y niños sin comida, según expertos surcoreanos y norteamericanos.
Pero Corea del Norte no es comparable a ningún otro sistema político en el mundo. Es una mezcla de stalinismo y de culto a la personalidad exacerbados hasta el punto de que en muchos pueblos y ciudades los únicos lugares iluminados de noche son los altares con estatuas o retratos de su �querido líder� y de su padre, Kim Il-Sung, el �eterno presidente� que falleció en 1994. Emprender reformas económicas en profundidad, parecidas a las que en los �80 pusieron en marcha China o Vietnam, conlleva un enorme riesgo. Para Seúl, el sueño de la reunificación es mucho más ambicioso del que pudo albergar Bonn. Ni Corea del Sur, con una renta per cápita similar a la de Argentina, tiene la potencia económica de Alemania Federal; ni Corea del Norte, un país arruinado, tiene el desarrollo de la desaparecida República Democrática Alemana. La población de la RDA representaba sólo un 23 por ciento de la que vivía en el Oeste, mientras que la de Corea del Norte equivale al 50 por ciento de la del Sur. En casode reunificación, el esfuerzo que debería hacer el Sur sería, por mucha ayuda internacional que reciba, muy superior al de Alemania.
A principios de los �90, la URSS, que empezaba a resquebrajarse, no pudo impedir la unidad de las dos Alemania y la incorporación a la OTAN de la parte oriental. Pero el poderío de China, vecino y aliado de Corea del Norte, está en auge desde principios de este siglo XXI y difícilmente se pueda producir el acercamiento sin su beneplácito. China ya se considera amenazada por un Vietnam con el que llegó a las manos en 1980. El precio que haría pagar a Corea sería, como mínimo, la neutralidad de la península.

 


 

PUSO EN PRISION A UN MAGNATE MEDIATICO OPOSITOR 
No enojen a Putin el Terrible

The Guardian de Gran Bretaña
Por Ian Traynor
Desde Moscú

La prisión de Butyrka (edificada en el siglo XVIII) ha albergado a muchos prisioneros célebres. Estos incluyen al poeta Maiakovsky, quien acompañó al bolchevique Felix Dzerzhinsky, que eventualmente fundaría la KGB, que más tarde pondría al escritor Solzhenitsyn tras las rejas de Butyrka. Ayer Vladimir Gusinsky se convirtió en su más reciente prisionero de alto perfil y, según un periodista en Moscú, �el primer prisionero político de la Rusia de Putin�. 
Gusinsky parece ser un mal candidato para el papel de mártir político. Fue un jugador clave en la construcción de esa Rusia que ahora se volvió en su contra. Es un �oligarca�, un miembro de esa notoria clase que hizo su fortuna saqueando bienes del Estado durante los caóticos años de Boris Yeltsin. Sin embargo, la fortuna de Gusinsky no se basa �como la de sus colegas� en la manipulación de recursos naturales e industria pesada, sino en los medios, la difusión satelital e Internet. Emplea a muchos de los mejores periodistas del país. Y ha sido una constante molestia para el actual presidente Vladimir Putin. Cada noche, un programa de marionetas se burla de los altos dirigentes del Kremlin, incluyendo a Putin. Cada noche, el noticiero de su cadena NTV cuestiona las cifras oficiales de bajas en la guerra en Chechenia. Su revista Itogy y su diario Segodnya revelan la corrupción en las altas esferas del gobierno. Esto significa que Gusinsky tiene muchos amigos en Occidente. Durante su visita a Rusia, el presidente norteamericano Bill Clinton participó en un programa de radio controlado por su conglomerado. También es un ciudadano israelí y un miembro poderoso del Congreso Judío Mundial. 
Putin negó ayer que su arresto tuviera �un aspecto político�. Si realmente lo cree, es la única persona en Moscú con esa opinión. �Venganza�, resumió el ex presidente Mikhail Gorbachov. Incluso un propagandista de Putin, Serguei Dorenko, afirmó que el arresto era �exclusivamente político�. Gusinsky ha sido el único oligarca en oponerse pública y consistentemente a Putin. Y es el único que ha sido arrojado a la superpoblada cárcel construida por Catalina la Grande en 1771.

 

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