Por Raúl Kollmann y Eduardo Videla
La Policía Bonaerense convocará, a partir de la semana próxima, a un diálogo con los medios de prensa para consensuar límites a la actuación de los periodistas en los casos de toma de rehenes, según adelantaron a Página/12 altas fuentes de la fuerza. La convocatoria es el corolario de las fuertes críticas que desde el gobierno provincial, la Justicia y la propia policía se formularon contra el papel de la prensa, el miércoles último en General Rodríguez, cuando cronistas y camarógrafos se ubicaron apenas a tres metros de los delincuentes que habían tomado rehenes. No obstante, el jefe de la Bonaerense, comisario mayor Eduardo Martínez, decidió compartir las culpas: admitió que no se tendió un cerco eficaz para mantener a la prensa a una distancia prudencial. Tres periodistas consultados por Página/12 coinciden en que los límites en materia de seguridad deben correr por cuenta de la policía y no de quienes buscan la información.
El día después del rescate fue momento para balance y pase de facturas. �En los medios hay mucha competencia y hay periodistas que por buscar una nota pueden hacer cualquier cosa�, fustigó el vicegobernador Felipe Solá, transitoriamente al frente de la Gobernación. Por su parte, el superintendente de Seguridad, Eduardo Martínez, consideró que �la labor del periodismo no sólo entorpeció sino que puso en riesgo la vida de los que estaban allí�. �Se trató de alejar a los periodistas del lugar, pero no aceptaron, se intentó nuevamente y tampoco fue aceptado. Entonces nos dedicamos a lo que había que hacer, con otra estrategia, hubo que cambiar sobre la marcha�, dijo el máximo responsable de la policía provincial.
Más contemplativo, el ministro de Seguridad, Ramón Verón, consideró que �en este caso hubo una motivación distinta (para la prensa) porque había un compañero de ellos en condición de rehén�. �Pero hubo mucha imprudencia y se pudo haber alterado el procedimiento�, agregó.
En verdad, en General Rodríguez la policía se vio superada por los acontecimientos. Según admiten fuentes de la fuerza, el hecho de que los periodistas hubieran llegado antes al lugar que los efectivos de seguridad permitió que la prensa tuviera una situación de �privilegio� y, a la vez, quedara expuesta a una tragedia. �Si se hubiera intentado replegar a los periodistas, hubiese sido necesario un despliegue que habría alterado aún más a los captores, con riesgo para los rehenes�, confió un oficial que participó del diseño del operativo.
El mismo oficial relató que �los delincuentes tuvieron al principio una actitud calma y sus demandas eran razonables, como la presencia de un fiscal o un abogado�. �Pero con la presencia de los medios se envalentonaron, comenzaron a pedir un auto, una ametralladora, dinero y hasta un helicóptero, algo imposible de conceder.�
Los responsables del operativo se mostraron especialmente irritados con la actitud de un camarógrafo �que intentó ingresar desde atrás al lugar donde estaban los captores, y provocó que uno de ellos efectuara dos disparos al techo�, y del movilero de una radio que, �por orden de su producción, intentó acercarle un celular a uno de los delincuentes para entablar una conversación�.
La misma fuente reconoció que el éxito del operativo no obedeció sólo a la eficacia del Grupo Halcón. �Hubo una dosis de suerte�, admitió, al revelar que el mayor de los ladrones, Jorge Luis Martínez, tenía tres proyectiles en su pistola 9 milímetros en el momento de su detención. �Pudo haber disparado contra el rehén pero no lo hizo�, razonó. Martínez, junto a sus dos cómplices, Diego Guardo y José Luis Palacio, será indagado hoy por el fiscal Pablo Merola.
LA OPINION DE TRES PERIODISTAS
�Avanzar a la noticia�
¿Cuál es el límite que debe imponerse la prensa en la cobertura de un rescate de rehenes? Tres periodistas consultados por este diario destacaron el papel de los medios como garantía contra posibles excesos policiales y subrayaron que, en todo caso, las restricciones deben ponerlas los responsables del operativo. �En estos casos, la prensa actúa como control de la actuación policial�, advirtió Magdalena Ruiz Guiñazú. �Los periodistas deben avanzar siempre hacia la noticia. El límite lo deben poner la Justicia o la policía, como brazo de la Justicia�, agregó Alfredo Leuco. �Sin saberlo, en este caso, los periodistas fueron utilizados para diagramar el rescate de los rehenes�, concluyó Ricardo Ragendorfer.
�El accionar de la prensa no debe limitarse en la medida que no entorpezca el rescate de los rehenes. En Villa Ramallo había un cerco para la prensa y ya sabemos cómo terminó todo�, opinó Magdalena. �Me parece útil y saludable que la prensa esté presente, porque actúa como un control de la actuación policial�, agregó. Aunque sugirió que en estos episodios �los periodistas deberían ir preparados con chalecos antibalas�.
Para Leuco, �ni los editores ni los cronistas tienen responsabilidad para resolver dónde está el límite�. �En todas partes del mundo, el hombre de la Justicia que está a cargo del operativo es el que decide si la valla está a 10, a 50 o a 400 metros. Y los periodistas debemos acatar eso�, aclaró.
Ragendorfer coincide en que �si no estuviera la prensa, este tipo de hechos se reduciría a una cacería de ladrones, con riesgo para la vida de los rehenes�. �Los medios funcionan como garantía de vida pero a la vez, como escenografía, porque alimentan este tipo de hechos�, analizó. Sostuvo además que el episodio de General Rodríguez pudo haber terminado en tragedia �no por la presencia de periodistas sino porque se tiraron bombas y balazos en una estación de servicio con toneladas de nafta y gas, donde además había decenas de personas fumando�.
El protagonismo periodístico se manifestó, en ocasiones, en intentos de mediación con los captores. Magdalena se mostró en contra de esta opción porque �los periodistas no estamos preparados para esa tarea�. Leuco opinó diferente: �Si puedo alcanzarle un celular al delincuente y negociar, lo hago. Si la policía cree que eso no ayuda, lo que tiene que hacer es bloquear la comunicación�.
|