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IBARRA Y FELGUERAS DISEÑAN EL GABINETE Y SU GESTION
Dos ordenando la mudanza

La fórmula electa arma su gabinete de acuerdo con el perfil que pretende para la gestión. Pocas leyes se aprobarán de aquí al 6 de agosto. La Ley de Descentralización y la de Educación quedan para otra oportunidad. Entre las medidas a adoptar figuran la creación de sociedades de Estado, la construcción de un estadio para deportes y espectáculos y la supresión de direcciones. No echarán empleados públicos. 

Aníbal Ibarra y Cecilia Felgueras mantienen una reunión por día.


Por Sergio Moreno y Santiago Rodríguez

t.gif (862 bytes) Aníbal Ibarra y Cecilia Felgueras quieren inaugurar su gobierno sin trabas para desarrollar un estilo de gestión que ya está en marcha (ver página 10). Para ello, arman su futuro gabinete con cautela, acorde al perfil que pretenden para el cargo. Además, lejos están de aceptar algún tipo de �herencia�. Es por eso que la Alianza no sancionará ninguna ley importante en la Ciudad de Buenos Aires antes de la asunción, el próximo 6 de agosto. El caso de la Ley de Descentralización, que establece la división política del distrito en comunas, confirma el cambio de planes de la conducción aliancista: a pesar de que la dirigencia radical y algunos frepasistas como Liliana Chiernajowsky están empeñados en conseguir que se apruebe, Ibarra y Felgueras decidieron cajonearla porque no quieren someter a la coalición �ni someterse a sí mismos� a la presión que implicaría tener que enfrentar una elección �con sus consiguientes internas previas� al año de estar en el poder. La Ley de Educación tiene el mismo destino porque la pareja no quiere quedar atrapada en la vieja estructura de primaria y secundaria vigente en el distrito ni en la de Educación General Básica (EGB) y Polimodal, consagrada en su reemplazo por la Ley Federal de Educación y que no dio buenos resultados en ningún lugar del país.
La decisión de frenar el tratamiento de esas leyes fue tomada por Ibarra y Felgueras durante las reuniones que mantienen casi a diario para armar su futuro gabinete, que está siendo delineado según el perfil que quieren imponerle a su futura gestión (ver página 10).
Los mismos colaboradores de Ibarra habían mandado a acelerar la discusión sobre las leyes de Descentralización y Educación en los días posteriores a las elecciones. Entonces, primaba el temor de que la pérdida de la mayoría en la Legislatura fuera un obstáculo insalvable para la sanción de ambas iniciativas.
Ahora la percepción de la situación ha cambiado: los asesores de Ibarra creen en la posibilidad de conseguir acuerdos legislativos y evalúan que aun en el caso de que eso sea imposible, la ciudad se puede gobernar sin mayores problemas por más que no se tenga el control de la Legislatura. Las leyes de Descentralización y Educación, encima, no son sencillas y podrían llegar a condicionar la futura gestión.
El proyecto de Ley de Descentralización con posibilidades de ser aprobado establece la división del distrito en 18 comunas, gobernadas por una Junta con un presidente y seis vocales elegidos por el voto directo. La Constitución local dispone el 2001 como tope para cumplir con la descentralización y celebrar la elección en las alcaldías.
Ibarra y Felgueras no quieren saber nada con que haya elecciones sin que pase un año de su llegada al Gobierno. �Habría que hacer primero la interna radical y después una abierta de la Alianza; encima estarían los directores de los CGP haciendo campaña�, repiten sus estrategas a modo de advertencia sobre la tensión que ello generaría para la gestión y también para la propia coalición. También exponen argumentos políticos: �Sería, además, regalarles el escenario a (Domingo) Cavallo y (Gustavo) Beliz para que aparezcan con un (Avelino) Porto o un (Javier) Castrilli para alcaldes�.
El futuro jefe de Gobierno dio el indicio más fuerte sobre su decisión de bajarle el pulgar al proyecto de Ley de Educación consensuado por los legisladores aliancistas de la Comisión de Educación durante una reunión que anteayer mantuvo con todos ellos en su despacho. Allí estuvieron los radicales Daniel Bravo, Gabriela González Gass y Rubén Gabriele y los frepasistas Delia Bisutti, María Elena Naddeo, Dora Barrancos y Clori Yelicic. A Ibarra lo acompañaron Raúl Fernández y Liliana Chiernajowsky.
El proyecto en cuestión mantiene la actual estructura de primario y secundario y sus asesores dejaron trascender que Ibarra piensa que �la ciudad no puede ir a contramano del resto del país�, donde la enseñanza está estructurada en tres niveles: Inicial, Educación General Básica (EGB)y Polimodal. Ibarra �quien también considera que algunos aspectos de la iniciativa �irritan en vano� a la Iglesia� cuestionó a los legisladores el exceso de �reglamentarismo� de su proyecto. 
La reunión fue tan dura que a González Gass se le cayeron, incluso, algunas lágrimas. La presidenta del bloque aliancista trabaja desde hace años en el proyecto y, junto con Bravo, figura entre los más acérrimos opositores a la designación de Daniel Filmus, el candidato de Ibarra para la Secretaría de Educación porteña.
Ibarra pilotea prácticamente sólo el tema Educación, pero en el asunto de Descentralización tiene en Felgueras a una escudera de las presiones de los radicales, quienes advierten que con el poderío de su estructura las elecciones comunales el año que viene son una oportunidad inmejorable para sacarle una ventaja al Frepaso y sospechan que esa fuerza quiere postergarla para armarse mejor. Para enfrentar esas presiones, Felgueras habló con Fernando de la Rúa y Raúl Alfonsín y se aseguró el respaldo de ambos a la decisión de frenar la ley.
Gabinete
Ese mismo papel juega la interventora del PAMI, quien asumió plenamente su rol de segunda del futuro gobierno, con los jefes de las distintas líneas de la UCR porteña que reclaman espacios en la próxima administración: toma nota de los pedidos que le formulan y antes que con Ibarra hablará con De la Rúa. 
La única sugerencia que, por su parte, Ibarra recibió de Carlos �Chacho� Alvarez es que �no arme el gobierno con un criterio de reparto punteril� y que priorice �la gestión�. Nada muy distinto de la idea compartida de Ibarra y Felgueras de designar entre aquellos que les propongan �a los mejores para el perfil de cada área de gobierno�. El plan, incluso, es abrir el juego a otras fuerzas y reproducir donde sea posible el esquema del PAMI, donde se sumó al peronismo a la intervención.
La definición de esos �perfiles de cada área de gobierno� es en lo que trabajan Ibarra y Felgueras en las reuniones, almuerzos o cenas que comparten en forma casi cotidiana. El único indiscutido para el gabinete es Abel Fatala, quien seguirá al frente de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos. �Su continuidad fue acordada cuando se resolvió la integración de la fórmula�, reveló un importante operador de radical.
Los demás puestos del gabinete no tienen dueño, e Ibarra y Felgueras ni siquiera han hablado del tema en profundidad. �La situación es similar a la de los divorcios acordados. Durante días se habla del tema y de lo que se quedará cada uno, pero llega una noche en que uno debe sentarse y decir �Bueno, yo me llevo el televisor, vos el sillón� y empezar a dividir los bienes�, ejemplificó un aliancista que está al tanto del modo en que se desarrollan los encuentros de la pareja. Habrá que ver si llegado ese momento, la convivencia entre Ibarra y Felgueras sigue en tan buenos términos como hasta ahora, porque en su caso no se divorciarán, sino que tienen por delante tres años y cuatro meses de gobierno.

 

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