Por Miguel Bonasso
El diputado justicialista Mario Cafiero anticipó a Página/12 que este martes le solicitará a monseñor Estanislao Karlic, presidente de la Comisión Episcopal Argentina, la intercesión de la Iglesia para ayudar a resolver la situación de los presos de La Tablada, que llevan ya tres semanas en huelga de hambre. El jueves pasado, actuando como vocero de su bloque, Cafiero dijo que los justicialistas se negaban a discutir �bajo la presión de una huelga de hambre� el proyecto del frepasista Ramón Torres Molina, que podría devolverles la libertad a casi todos los presos por el ataque al cuartel de La Tablada. Ese mismo jueves, Cafiero fue entrevistado en el Congreso por un grupo de familiares acompañados por dirigentes de organizaciones humanitarias, que pusieron de relieve el grave riesgo que corre la vida de los huelguistas y rechazaron que los tres poderes del Estado se �pasen la pelota� sin dar una respuesta concreta y rápida. Mario Cafiero, por su parte, les pidió que levantaran la medida de fuerza, a cambio de darles �señales concretas y dentro de un plazo determinado�. El legislador, que preside la comisión bicameral Jubileo 2000, piensa que la libertad de los prisioneros puede darse en el marco de esa iniciativa papal, que supone �reconciliación y asunción de responsabilidades para arribar a una verdadera pacificación�. Pero los días pasan, no hay visos de solución y el prolongado ayuno ha comenzado a devorar las reservas musculares de los prisioneros.
El jueves pasado la Cámara de Diputados debía tratar �sobre tablas� el proyecto del diputado frepasista de la Alianza Ramón Torres Molina, pero el debate se frustró por la negativa del bloque justicialista. El vocero del bloque fue Mario Cafiero, quien explicó a los medios que se negaban a discutir una ley trascendente para resolver un problema particular, sin saber qué pensaba hacer el Ejecutivo y bajo presión de una �huelga de hambre�. El debate se transfirió al 29 de junio próximo. Pero hay pocas esperanzas de una solución por vía parlamentaria. Aunque los presos de La Tablada lo consideran una solución parcial e incompleta, la aprobación sobre tablas hubiera sido la �señal� concreta que esperaban para levantar la dolorosa y peligrosa medida de fuerza.
El proyecto de Torres Molina propone modificar la ley de defensa de la democracia, para incorporarle el derecho constitucional de la doble instancia, consagrado también en todos los tratados internacionales y reclamado en el Informe de la CIDH de 1997. Como los presos de La Tablada fueron juzgados por esa ley que les vedaba recurrir a un tribunal de alzada, con la nueva norma legal retornarían a la condición de procesados y se les computarían dos años de prisión por cada año pasado en la cárcel. Como la gran mayoría lleva once años detenido, podría alcanzar la libertad en forma inmediata. Las excepciones serían Enrique Gorriarán Merlo y su ex mujer Ana María Sívori, que fueron juzgados con posterioridad y con intervención del tribunal de Casación, y Roberto Felicetti por ser �reincidente�. Familiares y abogados recuerdan que todos fueron juzgados bajo la misma ley, por los mismos jueces y fiscales. Gorriarán fue secuestrado en México por autoridades mexicanas y argentinas que le impidieron acceder al derecho de asilo, y la �reincidencia� de Felicetti alude a su larga prisión en tiempos de la dictadura militar. Pero es probable que su sanción, al beneficiar a la mayoría, hubiera motivado a Gorriarán a solicitar a sus compañeros que levantaran la huelga de hambre.
La postergación del tratamiento, en cambio, fue leído como una nueva bofetada de una clase política que los ve aislados en la sociedad y hasta condenados por ciertos medios como la radio 10 de Daniel Hadad, de conocidas simpatías carapintadas. Por si les quedaba alguna duda, la frepasista Diana Conti, subsecretaria de Derechos Humanos, se comunicó con el abogado de los presos, Rodolfo Yanzón, para decirle que levantaran la huelga de hambre, porque ninguno de los tres poderes del Estado estudiabaninguna clase alternativa para devolverles la libertad, como lo solicitó .bajo el eufemismo de �reparación�� el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA.
En este marco se dio el tenso, difícil diálogo del jueves pasado entre Mario Cafiero y los familiares, a quienes acompañaban dirigentes humanitarios como Nora Cortiñas (Madres-Línea Fundadora) y el pastor José De Luca (MEDH). Ante el reclamo de sus visitantes, el legislador (hijo del senador PJ Antonio Cafiero y hermano del diputado aliancista Juan Pablo Cafiero) sugirió la posibilidad de enmarcar la solución dentro de un proyecto de �reconciliación� más amplio, como el que propone precisamente el Jubileo 2000 del Papa, con sus pedidos de perdón y la asunción de responsabilidades por parte de todos los actores de la tragedia vivida por la Argentina.
Este cronista le preguntó a Cafiero si la iniciativa no procuraba meter por la ventana de las simetrías a los carapintadas como ocurría con los planes de indulto de Carlos Menem y respondió : �Si los abogados de (Alí Mohamed) Seineldín procuran incorporarlos no vamos a poder evitarlo, pero lo que yo propuse a los familiares está referido exclusivamente a los presos de La Tablada�.
Lo decisivo de la iniciativa de Mario Cafiero �que no por casualidad preside la comisión bicameral Jubileo 2000� es que la Iglesia (�todas las iglesias, en realidad�) ayuden a encontrar una solución que parece trabada (según Diana Conti) en los tres poderes del Estado. De allí que se proponga incluir el tema en la agenda de la reunión que sostendrá este martes con el jefe de los obispos, monseñor Estanislao Karlic, con quien el pastor De Luca, del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, ya ha tratado el tema en más de una oportunidad. Si la respuesta de monseñor Karlic fuera positiva, Cafiero visitaría la unidad penitenciaria 19 de Ezeiza para pedirles a los presos lo que ya les pidió a sus familiares: que levanten la huelga de hambre y le otorguen a la clase política el plazo de este año, el del Jubileo papal. Además de la promesa episcopal, también les plantearía, en ese caso, que el próximo 29 de junio el bloque justicialista podría reflotar un proyecto de Carlos Menem que se parece al de Torres Molina. No lo dijo, pero es posible, que aluda al del ultramenemista César Arias, que entrevistó a Enrique Gorriarán en Devoto para proponerle canjear la libertad de él y sus seguidores del MTP, a cambio de que involucrasen a Raúl Alfonsín en el cruento ataque de La Tablada. ¿Otro intento para que ingresen por la ventana los carapintadas?
Mientras tanto, por lo bajo, el ministro del Interior, Federico Storani, marca con tiza el límite del Ejecutivo: no habrá indulto ni conmutación de penas. Y doce hombres en pugna, pieles grises, ojos enrojecidos, estómagos revueltos por la náusea, se preguntan con amarga ironía por qué la clase política no actúa con la celeridad que tuvo para responder a las presiones militares con las leyes del olvido y los indultos.
Preocupación en México
La huelga de hambre de los presos de La Tablada es seguida con preocupación en México, donde el ex jefe del MTP Enrique Haroldo Gorriarán Merlo fue secuestrado en noviembre de 1995 por un grupo de agentes mexicanos asesorados por argentinos de la SIDE que lo trasladaron a la Argentina, según legisladores y letrados aztecas �violando expresas disposiciones legales�. En un reciente �punto de acuerdo�, el Congreso mexicano pidió al gobierno argentino la libertad de los prisioneros. Los tres partidos mayoritarios del parlamento mexicano: el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de Acción Nacional (PAN) acordaron expresar �la preocupación de la Comisión Permanente en el Congreso de la Unión por una pronta solución�. El acuerdo fue enviado al presidente Fernando de la Rúa y a los legisladores argentinos. Por su parte, los letrados mexicanos José Lamberto González Ruiz y Pilar Noriega García, que representaron a Gorriarán Merlo en el amparo interpuesto contra el presidente de México Ernesto Zedillo y las autoridades migratorias �que lo entregaron a la policía argentina�, dirigieron una extensa misiva al presidente De la Rúa, donde detallan la ilegalidad de la detención y apelan a su �sensibilidad� en pos de una solución. |
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