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La nueva coleccion de fasciculos que
Pagina/12 publica a partir del proximo sabado

Las claves de nuestra �Calidad de Vida�

El eminente nutricionista Jorge Braguinsky, director de la colección �Calidad de Vida�, explica qué señales hay que atender, qué soluciones están disponibles y qué papel juegan el placer y las imposiciones de la moda en nuestros hábitos de salud.

Jorge Braguinsky tiene una amplia experiencia como médico, autor y docente universitario.


t.gif (862 bytes) Sus definiciones son claras: �El concepto de alimentación cuidadosa incluye el placer, si no no es recomendable. Reconocer placeres distintos a los que impone la sociedad de consumo es un proceso de aprendizaje�. Desde su experiencia como nutricionista que se ha desempeñado en casi todas las áreas de atención de la salud �desde el hospital público hasta la docencia y la atención en prepagas�, el doctor Jorge Braguinsky propone despertar la atención para detectar esos hábitos, incorporados como naturales en nuestro modo de vida, que son causa de las enfermedades más comunes. Cómo comemos y las actividades físicas que realizamos o no son las zonas sobre las que Braguinsky echa luz en Calidad de Vida, la serie de 15 fascículos que publicará Página/12 desde el sábado próximo y que tiene como meta introducir una idea fuerza: �Vivir bien no sólo colabora a la salud sino que además puede ser divertido y placentero�.
�¿Qué quiere decir para los médicos revisar el modo de vida?
�Hay dos factores fundamentales para tener en cuenta cuando hablamos de cómo vivimos: la conducta con la comida y la conducta con la actividad física. Por supuesto, si un sociólogo hablara del modo de vida incluiría muchas otras aristas. En medicina nos interesa directamente lo que se liga con estos dos parámetros. Aunque también hay conductas que tienen directa influencia como la actitud de una comunidad frente al ocio. Es bastante frecuente que alguien viaje dos horas hasta llegar a su trabajo y que después pase sentado varias horas más frente a una pantalla. También es frecuente que se entienda por comunicación estar conectado a Internet. Esto, que tiene mucho que ver con el modo de vida, atenta contra la salud por la actitud sedentaria que condiciona a la gente.
�El sedentarismo es una tendencia en aumento.
�Ya no me imagino cómo podría ser peor, la actividad física más difundida es mover la mano para llamar por teléfono y que nos traigan comida.
�Como contracara, ¿es real esta idea de que en Argentina se come bien?
�Como todas las generalizaciones contestar esa pregunta incluye errores, porque primero hay que diferenciar zonas muy distintas, entre la ciudad y el campo, entre las ciudades centrales �particularmente Buenos Aires y algunas partes del Gran Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Mendoza� y el resto del país. Es decir que hay lugares muy pobres, hay probablemente entre un 25 y un 30% de la población que está por debajo del nivel de pobreza y quien está en estas condiciones no alcanza a consumir el requerimiento indispensable para la subsistencia, lo que es muy grave. Sumado a un fenómeno nuevo en estas últimas dos décadas, del que da cuenta la Organización Panamericana de la Salud y es la obesidad en la pobreza como señal de una mala nutrición que engorda, gente mal alimentada con exceso de grasa corporal.
�Sin embargo, los indicadores nutricionales de la Argentina son buenos.
�Argentina está en el primer lugar con respecto a sus niveles nutricionales, el ingreso de proteínas per cápita, indica que somos, en Latinoamérica, los que contamos con una posibilidad nutricional muy alta, aunque muchos no comen, porque los indicadores per cápita engañan, como muchas estadísticas.
�En la cocina tradicional argentina lo que se considera una buena comida es una carne con papas. ¿Esto es así?
�No está mal, el gran déficit de la nutrición argentina está en el consumo de lácteos y el ingreso de calcio. En un país con tantas vacas es un papelón. Y luego hay errores clásicos que no dejan de ser graves y tienen que ver con un exceso de grasas en la preparación de las comidas, sea por las frituras, los aceites o los alimentos con grasas de origen animal, y por eso crece en forma epidémica la frecuencia de la obesidad.
�También hay una gran incidencia de enfermedades como la anorexia. 
�Es un problema importante pero no de los más frecuentes, las cifras pueden estar entre el 0,5 y el 1% entre las estudiantes secundarias y universitarias, aunque la edad baja año a año. Lo que sí hay mucho son transtornos alimentarios que encuentran su expresión máxima en la bulimia, pero que incluye muchos otros como la alimentación compulsiva, los picoteadores, las dietantes.
�Hacer dietas compulsivamente es un hábito de gran cantidad de mujeres.
�Es un hábito muy marcado en mujeres de ciudad en la Argentina. Mucho más que en otras partes del mundo, a lo mejor comparable con Estados Unidos. Y tiene que ver con la obsesión sociocultural por el peso. Esta conducta es ya en sí misma un camino a la enfermedad. Una dietante es una persona que está permanentemente preocupada por la dieta y hace por lo menos tres dietas programadas por año. No parece mucho, pero ya es para preocuparse. Más si tomamos en cuenta que hay poblaciones más vulnerables �o vulneradas� como las bailarinas, que tienen fuertes imposiciones sobre su peso. Nuestro modo de vida nos es impuesto por la sociedad de consumo, pero se puede modificar y hay experiencias que lo demuestran. Cuando en Estados Unidos se alertó sobre los daños del tabaco empezaron campañas que comprometieron a toda la sociedad y hoy prácticamente no existe un lugar público en el que se pueda fumar. La presión social puede intervenir en una pauta cultural. Sin que eso sea fácil y con la condición de que haya una fuerte decisión común de modificarla�.
�¿Usted plantea la nutrición como una herramienta para la prevención de enfermedades?
�Como medicina preventiva y de control de salud pública. En América latina el déficit alimentario y la carencia nutricional es un tema de primer nivel. Es una de las áreas del mundo en donde el problema de la desnutrición y las enfermedades de subconsumo están a la orden del día.
�¿Este es el concepto con que se trabaja en nuestro país?
�La nutrición en Argentina ha tenido carácter netamente clínico, a diferencia de otras partes del continente, sobre todo en América Central y varios países del norte de América del Sur donde es más sanitarista, que es lo que debiera ser. Acá somos más clínicos, nos ocupamos de la nutrición cuando ya causó enfermedades como diabetes, obesidad y transtornos en los lípidos como el colesterol y otros. Básicamente en esas tres grandes áreas.
�Lo cual no quiere decir que sólo tienen que tener en cuenta los hábitos alimentarios quienes padecen estas enfermedades. 
�Por supuesto que no. Si planteamos modificar, en la medida que se pueda, el modo de vida, esto empieza en la niñez. Y no es fácil porque vivimos abrumados. Cuando hay trabajo la gente suele trabajar 12 horas y cuando no hay trabajo uno se deprime y no piensa en correr por las mañanas. Es difícil plantear cambios pero no es imposible. Otro factor importante son las propagandas tan agresivas de comida rápida, que no es buena e invade la noción de lugar para los chicos. Aunque quizá se trate de no lugares, como se refiere a ellos Beatriz Sarlo, porque son lugares sin definición propia, ambiguos en los que se está pero de paso, rápidamente.


Cómo es la colección

En los quince fascículos de la colección Calidad de Vida de Página/12, el doctor Jorge Braguinsky propone algunos temas que hacen a nuestra vida cotidiana, con la intención de poder modificar conductas antes de que éstas emprendan el camino de la enfermedad. �Todos los temas tienen que ver con esos dos grandes factores que condicionan la salud: cómo comemos y cuál es nuestra actividad física�, dice Braguinsky, para quien comer bien �puede ser también sinónimo de placer�. Aunque la experiencia cotidiana asocia salud a restricción, el autor de Calidad de Vida advierte que �todo lo que ahora consideramos placer no es más que una conducta aprendida. Los chicos de ahora piensan que no hay nada mejor que una comida rápida, sin embargo cuando no existían este tipo de negocios no se los pensaba como placenteros. En mi caso personal una fruta me parece más tentadora que una hamburguesa�. 
Los fascículos de la colección, que saldrán con Página/12 cada sábado, ofrecerán recursos para detectar los desórdenes en la alimentación, evitar los inconvenientes del sedentarismo y conocer los distintos tratamientos para el sobrepeso. Además, explicarán cuáles son las herramientas necesarias para saber cuándo hay que atender el sobrepeso y cuándo el problema se origina en pautas culturales rígidas, como las que impone la moda a las más jóvenes. Para quienes creen que cambiar el modo de vida es imposible, estos fascículos traen algunos trucos para desafiar la agresión de la inactividad física y mejorar nuestra Calidad de Vida.

 

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