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  Desde el 13 de febrero pasaron 124 días. Más de cuatro meses sin que los hinchas de Racing pudieran celebrar una victoria. Y la noticia es que el equipo de Avellaneda volvió al triunfo después de 14 fechas. Cierto que fue ante el anteúltimo del campeonato (Ferro, el último, ya está descendido), y con esta derrota, los jujeños de Gimnasia terminan de empantanarse en el barro del descenso del que será arduo zafar. Pero desde aquel 3-1 a Talleres en la primera fecha que Racing no canta victoria y, entonces, para sus hinchas, todo lo demás es circunstancial. De todas maneras, aún con la victoria de anoche, el equipo que ahora dirige Alberto Jorge, pero que fue conducido por Gustavo Costas y Humberto Maschio durante 12 fechas, acumula una efectividad paupérrima: el 26 por ciento de los puntos, producto de dos triunfos, siete empates y siete derrotas. Después de un primer tiempo para olvidar, vino la apertura del marcador, tras una jugada en la que Estévez, entrando por izquierda, abrió al centro del área, por dónde entraba sólo Peralta, que no tuvo problemas para ajusticiar a Castellano. Al ratito se perdió el segundo Cordone, que pudo jugar pese a haber sido suspendido por cinco partidos por un juez contravencional, luego de festejar groseramente un gol ante Vélez, tras haber apelado la medida ante la Cámara Penal de Lomas de Zamora. Y, al cabo, cómo no podía ser de otra manera, llegó el empate: corner desde la izquierda, cabezazo de Comelles abajo, Cáceres que la pierde junto al palo. ¿Otra vez sopa? Pero cinco minutos después, tras un corner y un cabezazo de Simionato, Chatruc la clavó en el ángulo con la cabeza. Gimnasia se perdió el empate a dos del final, y Racing volvió a sumar tres puntos. Es algo, ¿no?
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