Por Facundo Martínez
�¿En el fútbol hay complicidad entre dirigentes y barrabravas?
�Uno se choca con bastante hipocresía, pero así como hay quienes tienen una relación enfermiza con los barrabravas, hay quienes les han puesto punto final, como pasó en River y como está pasando en Boca.
�¿Este es un problema cultural?
�En España, por ejemplo, han podido transformar desde el campo educativo la idea de que un partido de fútbol es una batalla. El fútbol da revancha, no hay que verlo como algo fatídico. Además, hay que entender que la violencia no se genera sólo en las canchas, es un producto que tiene una gestación social y económica importante.
�¿Qué es lo que se está haciendo para combatirla?
�Recién se advierte un cambio, al menos en la Ciudad de Buenos Aires. El código contravencional, en los artículos 53 al 70, que prácticamente han sido una copia de la Ley De la Rúa, contempla todas las posibilidades que se pueden dar en materia de violencia en el fútbol. A partir del lunes (por mañana) tendremos en funcionamiento el establecimiento de detención de contraventores, que nos va a permitir aplicar la pena de arresto directo.
�¿Algo así como el derecho de admisión pero judicial?
�La Sala K nos impidió aplicar este derecho porque entendió que es discriminatorio. Creo que es discriminatorio si a alguien se le impide entrar a un estadio por su etnia o por su religión, pero en esto hay que ser absolutamente sincero: se conoce a los barrabravas.
�Se los conoce, pero ¿se los investiga?
�Sé que en la Justicia contravencional se los está investigando.
�¿Y a los dirigentes?
�Creo que no, mientras no haya alguna vinculación.
�¿Siente usted que no se aplica la ley?
�No recuerdo una ley más perfecta que la Ley De la Rúa, pero tampoco recuerdo que esta ley se haya aplicado. No me refiero a un homicidio, porque eso ya corresponde al Código Penal, sino a delitos menores.
�¿Qué es lo hace usted además de participar en el Comité de Seguridad?
�Trabajamos en la seguridad de los 17 estadios de la Ciudad.
�¿Se puede evitar que se tiren bombas en los estadios?
�Nosotros propusimos que a la primera bomba se suspendiera automáticamente el partido. Los árbitros están de acuerdo, los jugadores también, pero cuando se decidió darle traslado a la AFA, ésta no lo vio viable.
�¿Hay problemas de seguridad en los estadios de la Ciudad?
�Todos cumplen con las condiciones, porque los inspeccionamos 72, 48 y 24 horas antes de cada espectáculo. No sólo las instalaciones sino también los alrededores. El año pasado se realizaron 425 inspecciones de rutina.
�Nadie le creería, por ejemplo, que no se vende alcohol en las cercanías.
�Le puedo asegurar que hemos clausurado muchos comercios. Lo que pasa es que nuestra jurisdicción alcanza hasta los 400 metros del estadio.
�Con tantos estadios, ¿que opina acerca de seguir construyendo nuevos?
�Lo hemos analizado y por eso nos pareció un disparate lo de crear un estadio único para River y Boca. En esta ciudad no es lo adecuado.
�¿Se puede hablar de logros en materia de prevención?
�En el ámbito de la Ciudad se puede decir con cierto orgullo que en estos últimos cuatro años no se han producido incidentes de gravedad. Ahora hemos elevado la propuesta de creación de tribunales con competencia contravencional, con jueces especializados en la materia que tengan su sede ad hoc en el estadio, como está ocurriendo en Francia.
�¿Qué tipo de penas podrían aplicar?
�No necesariamente tienen que ser arrestos. Hay penas que son mucho más fuertes, por ejemplo la prohibición de concurrencia. Hasta se podría dar que la pena fuera alguna tarea comunitaria.
�¿Qué beneficios producirá la creación de la fuerza especializada?
�Un cuerpo de policía especializada con 600 hombres produciría hasta un ahorro de lo que se gasta en seguridad. Anualmente, en estadios de fútbol de todo el país, se gastan 10 millones de pesos, de los cuales más de la mitad se concentra en la Ciudad de Buenos Aires.
�¿Cuál es la respuesta de los clubes y de la AFA a estos proyectos?
�Encontramos buena recepción pero, obviamente, para lo que implica gastos en clubes que están con las finanzas destruidas se ve un poco de resistencia. Y la AFA escucha. En las primeras reuniones había un poco de temor de que alguno avasallara las facultades del otro.
�Sé que está estudiando algunos cambios en los estadios, ¿de qué tipo?
�Estamos trabajando en rediseñar los cercos perimetrales para evitar que los hinchas se trepen al alambrado. Y vamos a imponer los vallados tipo corral, que van a permitir una mejor requisa personal y un rápido desplazamiento. A partir de 15 metros antes del acceso al molinete se va a formar una fila donde sólo podrá pasar una persona.
�¿Cree que la suspensión del fútbol puede verse como una alternativa?
�El fútbol es una fiesta popular hermosa. Lo último que tendría que suceder es suspenderlo. Hay que luchar para lograr las condiciones de seguridad.
�¿Cuánto tiempo le dedica, en sus funciones, al fútbol?
�Es un tema importante. Lo que a veces me exaspera es que opine gente que no va nunca a una cancha. No puede opinar de violencia en el fútbol el que nunca corrió detrás de una pelota.
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