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Ayer, el presidente chileno Ricardo Lagos cumplió cien días
en el poder. Ayer la revista Qué Pasa publicó un sondeo que
es una especie de torta de cumpleaños en forma de números:
68,9 por ciento de la aprobación de su gestión, 75,5 por ciento
de encuestados que dicen que está preocupado por solucionar los problemas
de “la gente” y 64,4 por ciento de personas que se declararon
“orgullosas” de su presidente. Hasta la derecha está dispuesta
a saludar la gestión de Lagos.¿Qué tendrá el presidente que los vuelve locos? Sin dudas, gran parte de sus 100 días pasaron en torno al caso Pinochet. Por un lado, el ex dictador fue desaforado en primera instancia por la Corte de Apelaciones de Santiago y está a la espera de que el fallo sea confirmado o revocado por la Corte Suprema. Mientras tanto, la Mesa de Diálogo (formada por el gobierno, las Fuerzas Armadas y abogados de derechos humanos) llegó esta semana a un acuerdo para que los militares digan dónde están los 1200 desaparecidos reconocidos oficialmente por el Estado chileno luego de 17 años de dictadura y represión ilegal. Este acuerdo es muy sospechoso a los ojos de la izquierda y de los familiares de las víctimas, dadas las circunstancias en las que se produce. La derecha, por su parte, saluda a quien siempre despertó suspicacias por su pertenencia (temprana y lateral, hay que decirlo) al gobierno del derrocado Salvador Allende. “Desde todos los sectores le reconocen al gobierno una gran intensidad de movimientos y proyección de ideas, pero las dudas afloran a la hora de evaluar el producto concreto de tanto ajetreo”, escribió ayer el diario derechista El Mercurio. “Casi no queda verbo de acción que no haya sido utilizado en la incesante actividad de Su Excelencia”, celebra el también derechista Las Ultimas Noticias. “Este es un gobierno más ágil y activo”, opinó Cristian Larroulet, uno de los ex jefes de campaña del ex candidato derechista Joaquín Lavín y también ex funcionario de la dictadura pinochetista.
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